This page contains a Flash digital edition of a book.
52 FORMACIÓN CONTINUA Usos en cirugía y comparativa


Cirugía de tejidos blandos: láser CO2


y electrobisturí


El objeto de este artículo es explicar con detalle las principales características del láser CO2 y de los equipos de electrocirugía, presentar las aplicaciones en la cirugía de tejidos blandos y mostrar las ventajas e inconvenientes de las dos opciones.


Jorge Llinás Ceballos1


Juan Flores Gámez2 1


Especialista en cirugía maxilofacial 2Residente en cirugía


C.V. Silla AV Tel.: 961 213 147 - 652 898 830 jorgellinas44@hotmail.com


El electrobisturí es uno de los instru-


mentos quirúrgicos más empleados en medicina veterinaria y menos compren- dido. Para utilizarlo de manera eficaz hay que conocerlo, comprenderlo y seguir las reglas de seguridad (figura 1).


El modo bipolar es más seguro que el modo monopolar y está recomendado para la coagulación en zonas delicadas, como en


caso de cirugía cardiovascular o en órganos de pequeña sección transversal.


La unidad de electrocirugía es un ra-


diotransmisor que transforma la energía eléctrica en corriente variable de alta fre- cuencia. La corriente atraviesa los tejidos produciendo el efecto térmico necesario para cortar y coagular. Los equipos de gama media-alta con-


siguen corrientes variables de frecuencia superior a los 300 kHz, por lo que dismi- nuye el riesgo de estimulación de nervios y músculos. Los tejidos y líquidos corporales presen-


tan una impedancia o resistencia al flujo de corriente y se produce calor a medida que la energía eléctrica es absorbida y con- vertida en energía térmica. De esta forma, entendemos que la res-


puesta quirúrgica depende de: 1. Resistencia tisular. 2. Modo de aplicación. 3. Cantidad y tipo de corriente.


Modos de aplicación


Modo monopolar Trabajaremos con una placa o electrodo


neutro que recolecta la corriente cuando atraviesa el cuerpo y se disipa sobre su superficie. Como la producción de calor es inver-


samente proporcional al área de contacto, el electrodo neutro o placa deberá tener el tamaño suficiente y hacer contacto en toda su superficie con el cuerpo del paciente. La corriente es introducida en el tejido a


través del electrodo activo. El efecto desea- do se logrará gracias a la concentración de la corriente en la superficie de la punta del electrodo activo; entonces sube la tempe- ratura, se evapora el agua del tejido de al- rededor y se produce el efecto de hemos- tasia o bien se realiza el corte del tejido. La corriente pasa después al electrodo


neutro, se disipa en su superficie y vuelve a la unidad. Deberemos valorar las venta- jas del menor sangrado y tiempo operato- rio respecto a la incisión aguda contra las desventajas del mayor daño tisular y tiem- po de cicatrización.


Espejo opaco Resonador óptico Medio Rayo colimado Fuente energética (electricidad, láser, lámpara de flash/arco) Luz láser Figura 2. Esquema del proceso de emisión estimulada.


dremos mayor precisión si ocluimos pri- mero el vaso con una pinza hemostática y aplicamos la punta sobre el instrumento. Otra opción desde el modo monopolar


es la electrofulguración, técnica que cau- sa deshidratación y destrucción superficial mediante una corriente de alta frecuencia y alto voltaje. Es una técnica uniterminal


Es de gran utilidad el modo bipolar en la colecistectomía para disecar la vesícula biliar de la fosa hepática.


En general, evitaremos la incisión de la


piel con el electrobisturí y si lo hacemos por indicaciones como trastornos de la coagulación recomendamos dejar las sutu- ras un mínimo de tres días más. Cuando realizamos electrocoagulación


es importante emplear una técnica apro- piada, evitando “freír” el tejido hasta el chasquido. Normalmente podremos sellar con este método vasos de hasta 1,5 mm y el campo deberá estar seco en el área que circunda al vaso sangrante. Podemos aplicar la punta directamente pero obten-


que se consigue sin electrodo neutro, ya que el daño tisular lo provoca la energía eléctrica transmitida a través de un arco eléctrico o chispa.


Modo bipolar La corriente pasa entre dos mordazas


del instrumento bipolar y se concentra únicamente sobre la superficie de tejido que se encuentra entre ellas, no hay flujo de corriente a través del paciente y no se utiliza placa o electrodo neutro. Este modo es más seguro que el modo


monopolar y está recomendado para la coagulación en zonas delicadas, como en caso de cirugía cardiovascular o en órga- nos de pequeña sección transversal. Para entender las correctas aplicaciones


de la electrocirugía debemos recordar que la energía eléctrica es absorbida y convertida en energía térmica (calor), lo que causa ne- crosis tisular y por ello, mayor inflamación, edema, dolor y retraso en la cicatrización. Dentro de la cirugía de tejidos blandos


lo podremos emplear en el abordaje torá- cico y abdominal: • En la gastrotomía y la cistotomía evi-


tará el sangrado y no retrasará la cicatriza- ción si empleamos la mínima potencia. • Será útil en la enterotomía, colotomía,


colecistotomía, resección de omento y li- gamento falciforme así como coagulación de pequeños vasos en técnicas como la adrenalectomía. • Debemos tener mucha precaución en


Figura 1. Electrobisturí. 121


órganos como hígado, bazo y riñón, pues podemos ocasionar áreas de necrosis e in- flamación.


• Es de gran utilidad en la colecistecto-


mía para disecar la vesícula biliar de la fosa hepática. • Su uso no estaría indicado en cirugía


pancreática por el elevado riesgo de pan- creatitis tras el procedimiento quirúrgico. • Recomendado en técnicas de cirugía


oral como la gingivectomía o resección de masas gingivales, tonsilectomía… pero de- bemos tener mucha precaución cuando lo empleemos cerca de la laringe, pues pode- mos provocar edemas obstructivos. • En la toma de biopsias los bordes de


la muestra presentarán necrosis, por lo que debemos tomar muestras con márgenes extensos. • En cirugía torácica resultará de gran


utilidad, así como en la mastectomía, la ci- rugía de fístulas perianales y la resección de tumores anales.


Láser CO2 El láser CO2 fue uno de los primeros lá-


seres médicos empleados para la ablación tisular. Fue descubierto en 1964. La palabra láser es un acrónimo que significa Light Amplification by the Stimulated Emission of Radiation.


El láser CO2 emite una radiación en la banda de


infrarrojos de 10.600 nm, ideal para cortar y vaporizar porque es altamente absorbida por el


agua y que le otorgará todas las características de trabajo.


En términos sencillos podríamos decir


que un láser acumula energía en áto- mos, los concentra y luego los libera en ondas de energía lumínicas (fotones), los cuales activan otros átomos hasta que se origina el rayo concentrado de luz que atraviesa un espejo de transmi- sión parcial en un extremo de la cámara. Este proceso se denomina “emisión esti- mulada” (figura 2).


Luz láser Espejo de transmisión parcial


t


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46  |  Page 47  |  Page 48  |  Page 49  |  Page 50  |  Page 51  |  Page 52  |  Page 53  |  Page 54  |  Page 55  |  Page 56  |  Page 57  |  Page 58  |  Page 59  |  Page 60  |  Page 61  |  Page 62  |  Page 63  |  Page 64  |  Page 65  |  Page 66  |  Page 67  |  Page 68  |  Page 69  |  Page 70  |  Page 71  |  Page 72
Produced with Yudu - www.yudu.com