50 FORMACIÓN CONTINUA
El perro y el descanso
El sueño es fundamental para garantizar la correcta salud de la mascota. En este artículo se describen las principales posiciones de descanso del perro y las necesidades de reposo según la edad.
Rosana Álvarez Bueno Veterinaria etóloga Servicio Etología Veterinaria Imágenes cedidas por la autora
Los perros muestran una variedad de
comportamientos de descanso que inclu- yen la postura de sentarse, acostarse per- maneciendo alerta, el sueño de onda lenta y el sueño REM (Rapid Eye Movement). En la postura usada para sentarse, el
perro descansa sobre el periné y las tube- rosidades isquiáticas. En esta postura, las piernas miran normalmente hacia delante, dependiendo un poco de la conformación física de la raza. Cuando el perro está tumbado, normal-
mente usa una de las cuatro siguientes posturas.
1 Tumbado sobre el esternón, decúbito
prono o tumbado esternal. En esta posi- ción, el cuerpo descansa sobre el esternón y tanto éste, como los codos flexionados están en contacto con el suelo. De esta manera, el perro tiene más disposición a levantarse rápidamente si hay algo que le estimula, le llama la atención o le alerta.
4 La postura de tumbado más usada es la
combinación de “tumbado esternal” con “tumbado lateral”. El tren delantero perma- necería sobre el esternón y el trasero so- bre el lateral del fémur. Es una postura de tumbado más relajado y no tan de alerta, aunque este estado de alerta ante posibles estímulos permanece. Una postura que no es tan frecuente en
adultos y sí lo es más en cachorros es la de decúbito supino o “tumbado sobre la espalda”. La utilizan también para refrige- rarse a través de la zona ventral.
¿Dónde descansa? El lugar donde un perro prefiere descan-
sar varía mucho según el individuo y su forma de vida. Normalmente, y cuando el propietario está en casa, el perro prefiere descansar junto a él, para ello es recomen- dable que disponga de un cojín específico para este fin. Esto es debido primordialmen- te a que el perro es un animal social, de ma- nada, y lo que menos le agrada es estar solo. Si el dueño no se encuentra en casa,
suelen tener algún sitio favorito donde relajarse: ése debe ser el lugar de empla- zamiento del cojín. Esto también depende
La privación crónica de sueño puede desembocar en estrés y enfermedad grave.
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Una variación del “tumbado esternal”
sería la misma posición delantera pero con las patas traseras totalmente estiradas hacia atrás, de manera que sus zonas abdominal e inguinal tocan el suelo. Esta postura es muy común en cachorros, que la aprenden de sus madres, y en momentos en los que la temperatura exterior es extrema, así pueden refrigerarse por la zona ventral del cuerpo.
En la posición de “tumbado lateral”, el
perro descansa con uno de los dos flan- cos sobre el suelo. Esta postura permite una completa relajación que facilita el sueño profundo.
mucho del clima, de la raza y de la estación del año. Si el animal necesita estar fresco, buscará el lugar de la casa donde exista una pequeña corriente de aire o donde pueda estar pegado al suelo o algún ob- jeto pueda proporcionarle esta sensación. Actualmente en el mercado existen cojines con características termorreguladoras. Al- gunos perros tienen como lugar preferido el cuarto de baño, por ser una zona fresca
Posición de sentado.
y silenciosa. En este caso es recomendable proporcionar un cojín con características antibacterianas y tejidos que permitan la descarga electrostática. Si no tiene calor y es un animal al que
no le hemos destinado un sitio para dor- mir, lo hará probablemente en la cama del propietario o en el sofá. Si el perro prefiere dormir en alto pue-
de ser porque quiere dominar el horizonte y estar más preparado para reaccionar en cualquier situación, porque es más domi- nante o simplemente porque está más có- modo. Los perros ancianos tienden a bus- car estos lugares porque sus articulaciones sufren menos y están más cómodos, para lo cual se prescriben cojines con rellenos viscoelásticos que previenen y tratan las patologías traumatológicas. Si estamos hablando de perros que viven
fuera de la casa, en un jardín o parcela, po- demos encontrarnos, en vez de permane- cer dentro de la caseta, prefieren hacerlo encima de su tejado, para divisar mejor el horizonte y los posibles “peligros” que pue- dan acechar: cuestión de supervivencia. Contrariamente a lo que la gente piensa, los perros suelen adoptar para dor- mir una postura de tumbado y acurrucado. Por supuesto, esta forma de descansar se lleva a cabo más en estaciones o climas fríos, y también depende de la raza, ya que algunos animales poseen unas capas de subpelo que les protegen más y no
necesitan generar más calor. Todos hemos visto en películas o en documentales cómo los perros nórdicos se enroscan sobre sí mis- mos encima de la nieve, e incluso en las ventiscas dejan que la nieve forme una capa dura en su espalda para que el frío no les golpee directamente en la piel. Sería más o menos a modo de un iglú. Estas observaciones se pueden constatar
en la naturaleza o en el jardín, donde los perros suelen cavar en la tierra un aguje- ro en forma de media luna para acoplarse luego, dando unas vueltas sobre sí mismos, a la forma de esta abertura. Actualmente existen en el mercado cojines con formas de “donut” con rellenos móviles para que el perro desplace el material interior y lo adapte a su necesidad ergonómica. En ocasiones podemos observar tam-
bién que colocan la cabeza por encima de la elevación del terreno excavado, a modo de almohada, aunque en opinión de otros autores y en la mía propia, sigue siendo cuestión de supervivencia, debido a que de esta manera los sentidos están más expuestos y el animal puede estar más alerta. De hecho, estas conductas las podemos observar a veces sin que exista un sustrato debajo que el animal pueda moldear, por ejemplo, el suelo.
La postura de “tumbado lateral” permite una completa relajación que facilita el sueño profundo.
Otras veces observamos que dejan sus
extremidades anteriores colgando sobre un escalón. Y con esto volvemos al mismo tema: es cuestión de dominar lo que tienen por debajo y estar menos incómodos al no tener que colocar sus antebrazos rectos.
La importancia del descanso Un perro normal pasa un 44-48% de su
tiempo despierto, un 19-21% en situación de somnolencia, un 22-23% en sueño de onda lenta y un 10-12% en fase REM. Es decir, 50% vigilia y 50% sueño, sea éste más o menos profundo. Por supuesto, esto de- pende de la vida que lleven dueño y perro. Hay algunos que no tienen más remedio que dormir o destrozar, debido al ajetreo
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