This page contains a Flash digital edition of a book.
Recuento de las elecciones municipales en Lima


Pocas estrategias más clásicas en la política que acusar a la izquierda de ser radical, violentista y, en estos tiempos latinoamericanos, aliada de Hugo Chávez. En el Perú esta táctica dio resultados con Ollanta Humala en el 2006.


Sin embargo, cuando cae Kouri, la mejor posicio-


nada de los candidatos “pequeños” resultó ser Villa- rán, gracias a las redes sociales. ¿Por qué no subió Flores cuando quedó sola en


carrera? Porque, aliada como estaba con el actual alcalde de Lima, representa la continuidad. Y, como resultó cada vez más evidente, un gran sector de la población buscaba un cambio. La polarización a la que jugó Flores en la primera etapa implicaba ese riesgo: no sólo un voto anti-Kouri, sino también un voto anti-Flores, es decir, anti-continuidad. Ese sec- tor hubiera votado por Kouri y votaría por Villarán quien, por cierto, hábilmente empezó a mostrarse como más “decente” que Flores. Pero Villarán primero tenía que hacerse conocida


en los sectores populares, los que no usan Facebook. A diferencia de Lourdes Flores, que colocó carteles suyos por toda la ciudad y llevaba consigo a popu- lares candidatos a las alcaldías distritales, Villarán no superó la decena de paneles publicitarios y sus candidatos distritales eran incluso menos conocidos que ella. Una encuesta del IOP de agosto arrojaba que un alarmante 28% del electorado simplemente no la conocía. Para ayudar a Villarán, llegó equipo de Lourdes


Flores.


SEGUNDA ESTRATEGIA: EL MIEDO Pocas estrategias más clásicas en la política que acu- sar a la izquierda de ser radical, violentista y, en estos tiempos latinoamericanos, aliada de Hugo Chávez. En el Perú esta táctica dio resultados con Ollanta Hu- mala en el 2006. El equipo de Flores decidió pronto que ese sería el camino. Un diario publicó en portada una fotografía de ella alzando el puño, montando la foto al lado de Abimael Guzmán, el líder del grupo terrorista Sendero Luminoso. Varias portadas y re- portajes en diarios y televisoras aliadas insistieron en el mismo tema (vínculos con las FARC, con movi- mientos maoístas, con el mismo Humala, etc), amén


de otros como la legalización de las drogas y la des- penalización del aborto (drogadicta, abortista, etc.). Paradójicamente, lo que consiguió esta contra-


campaña es hacer conocida a Villarán en los sectores populares (en los que incluso se la confundía física- mente con Lourdes Flores). A mediados de setiem- bre, sólo el 13% no conocía a Villarán, según Ipsos Apoyo. Además, se había disparado hasta el 27%, a sólo 6 puntos de su rival. Había desarrollado un efec- to tefl ón: nada de lo que dijeran le hacía daño mien- tras ella siguiera siendo “nueva”. En realidad, lo que consiguieron fue ponerla de


moda. Y mientras los medios la hacían conocida, Vi- llarán seguía su estrategia: reforzar el A/B a través de Facebook y recorrer a pie los sectores populares para hacerse conocida cara a cara y posicionar su símbolo (que es lo que se marca el día de la votación). Los ataques generaban una curiosidad que era satisfe- cha positivamente cuando uno entraba en contacto con la carismática Villarán. Fue entonces que Jaime Bayly entró en acción.


Mostró en su programa diario una comunicación tele- fónica grabada ilícitamente en la que Flores -en un mo- mento de desesperación privado- se exasperaba por las encuestas y pateaba el tablero. “Métanse la alcaldía al poto (trasero)”, fue la frase que quedó grabada. La agresividad de la expresión contrastaba con la


sonrisa perpetua y maneras suaves de Villarán, que luego del audio conquistó el voto de los indecisos y alcanzó el primer lugar con un 40%, frente al inalte- rable 28% de Flores.


SEGUNDA LECCIÓN: EN BUSCA DE UNA LIDERESA La primera reacción de la campaña de Flores fue vic- timizarla. Varios indicios señalaban que este audio (y los que le siguieron) provenían del entorno del ex candidato Kouri. Se trataba, según ellos, de una ven- ganza de la “mafi a fujimorista”. Intentaron retomar por el camino de la polarización, sin éxito. Cundía el desorden en el equipo de campaña mientras seguían


Enero 2011 Campaigns&Elections 40


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46  |  Page 47  |  Page 48  |  Page 49  |  Page 50  |  Page 51