Sala Informativa México
...el reto primario a superar será estar dispuestos a reinventarnos día a día, asumiendo un papel protagónicamente abierto al aprendizaje, la reorganización y la innovación como impulsores hacia la competitividad...
ambiental nacional; operación y estrategia de las empresas; índices de competitividad para el crecimiento y los negocios; desempeño económico; sector de la infraestructura, y efi ciencia del Gobierno. Los grandes condicionantes para la competitividad de las na-
ciones básicamente se dividen en: 1) empresas productivas; 2) si- tuación de agua potable e infraestructura hídrica; 3) infraestructu- ra carretera y urbana, y 4) el establecimiento de una sólida red de ciudades que funcionen como motores económicos regionales. Estas condicionantes refl ejan lo que como sociedad hemos
dejado de hacer y permitido que unos cuantos lleven a cabo, bajo la premisa de que un pueblo tiene a los gobernantes que merece, lo que nos obliga a decir “pobre México tan fregado como me- noscabado”, al contar entre sus invirtudes a millones de mexica- nos que sistemáticamente tendrán la excusa perfecta ante la pro- blemática que se presente, ésta será sin duda, la ocasión idónea para culpar al Gobierno por todo lo que pasa a diario. Si entendemos al pueblo como la parte medular de una na-
ción, y si éste se doblega ante el primer inconveniente, esto no marcará al Gobierno, sino a su sociedad, que al permanecer casi inerte ante un escenario globalizado sólo agudiza el síndrome de la “mediocridad” mal llevada como estandarte de su gente ante los ciudadanos del mundo. Sentarnos a contemplar cómo esta idiosincrasia “anticompe-
titiva” permea cada vez más profundamente entre las diversas capas sociales mexicanas, las cuales “no ven lo duro si no lo tupi- do”, podría exponenciar que buenos compatriotas busquen nue- vos horizontes más allá de nuestras fronteras, escapando de los peligros que en todo sentido signifi ca permanecer en tan bella como atemorizada nación. Un país sin ley ni comandante supre- mo que la aplique ni la haga respetar. Recordar con lamento cómo aún en pleno siglo XXI nos per-
ciben en el extranjero a muchos mexicanos tipo, como si se tra- tara de un retablo anquilosado en óleo, como el indígena que porta un zarape, guaraches y un sombrero de paja más grande que su vergüenza no hacia sus raíces, sí hacia su pobre espíritu de competitividad arrumbado en el patio trasero en que nos he- mos sentido cómodamente instalados como nación. Prueba inequívoca de esto es que en México a los personajes
exitosos y propositivos desde la trinchera en que los entenda- mos, el deporte, la cultura, los negocios, se les señala, persigue y promueve negativamente, lo que lamentablemente mina con el tiempo, su estancia en un país que hoy parece sucumbir ante la falta de oportunidades, la inseguridad y los malos gobernantes.
Otra rotunda evidencia de este matiz, es la errónea conduc-
ción de los partidos políticos, como una clara evidencia de lo animal y hasta lo irracional que éstos, los denominados políticos, pueden llegar a ser con pocas o casi ninguna honrosa excepción. Estos personajes se olvidaron del bien común, del bienestar para tu familia, y del tiempo de la esperanza, eslogans tan volátiles y desgastados como la palabra que se lleva el viento. El resumen de estos enunciados electoreros no son otra cosa
que la apología del fatalismo que hoy contagia a los ciudadanos desde las torpes acciones del Gobierno en cualquiera de sus tres órdenes, no diferenciados por la gente ordinaria, acentuando las problemáticas que atraviesan los sectores estratégicos para la economía nacional, entre muchos otros, que sin temor a equivo- carme siempre serán culpa de cualquiera otro que se nos ocurra y atraviese en el preciso momento para justifi carnos como socie- dad simplemente expectante. La responsabilidad del estatus que en la actualidad tenemos
como nación ante el escenario internacional, no es responsabilidad exclusiva de unos cuantos, más aún cuando estos entienden a la po- lítica como el arte de la negociación, que en la tropicalización mexi- cana falló una y otra vez, al reescribir esta página en lo oscuro de una negociación siempre política, siempre por encima de los intereses generales, siempre favoreciendo a unos cuantos, los mismos, aque- llos que se instalaron preponderantemente en el círculo del poder. La enseñanza que todo esto nos debe brindar, es evolucionar
lo antes posible a un mejor estadío de vida, donde todos cons- truyamos nuevos modelos sociales que permitan superar todas las vicisitudes expuestas, dejando atrás las pesadas losas de pie- dra y granito, para caminar con paso fi rme y decidido hacia un nuevo México, más fuerte, como sinónimo de ser socioeconómi- camente propositivos ante el escenario internacional. Este gran país, necesita urgentemente que aprendamos a ser
competitivos tanto en lo individual, local, regional y nacional, reva- lorando la posición que juega cada mexicano como el pilar de una comunidad refl exiva y promovente decidida a trabajar en la recons- trucción público � privada de una sola nación, con capital común. La conclusión a todo esto es que, el reto primario a superar
será estar dispuestos a reinventarnos día a día, asumiendo un papel protagónicamente abierto al aprendizaje, la reorganiza- ción y la innovación como impulsores hacia la competitividad que ya alcanzaron en otras naciones en igualdad de condiciones e incluso aún más desfavorecidos como lo fueron Brasil y Chile, por citar solo un par de ejemplos de éxito.
Enero 2011 Campaigns&Elections 14
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