Pink Power
¿Estamos preparados para la feminización de la política?Pink Power Por: Edmundo Velázquez & Fotos: Jorge Patiño
No es un fenómeno, ni un hecho aislado. A nadie ya sorprende que cada vez sean más los casos de mujeres que toman las riendas de países, estados, o alcaldías. Cada vez más, la figura femenina se ve apoyada por el electorado como garantía de una nueva forma de gobierno, como una esperanza de que la política funcione mejor en las manos de una mujer, sin embargo, la realidad indica que las mujeres “empoderizadas” son las menos, y que siempre les cuesta más que a un hombre llegar al final de los peldaños para alcanzar el éxito electoral.
esde que por primera vez emitieron sus primeros sufragios hasta hoy que ya son colocadas por la ciuda- danía en cargos de primer nivel, las mujeres han tenido una lucha in-
tensa por el reconocimiento de sus derechos políticos. Mucho ha pasado ya desde 1917, año en que
Uruguay se convirtió en el primer país latino en otorgar el voto a la mujer. Hoy, historias como las de Michelle Bachellet, Cristina Fernández de Kirchner, o Dilma Rousseff se repiten con más frecuencia, mien- tras que el electorado toma el rostro femenino como una opción de mayor confi anza. ¿Qué ocurre entonces?, ¿los hombres se han equi-
vocado?, ¿es tiempo de dar paso a las féminas ante los niveles de corrupción o la pasividad de gobiernos liderados por hombres?, ¿los ciudadanos latinos po- demos derrocar el machismo y votar por una dama?
Los señores lo han hecho tan mal, que urge una mano de mujer para llevar el destino de países como México. Los espacios políticos deben de ser también abiertos a los cuadros femeninos que esperan a ser tomados en cuenta”
27 Campaigns&Elections Enero 2011 Para Patricia Mercado, quien después de Cecilia
Soto fuera la segunda candidata a la presidencia de México; el problema va más allá del género. La ex candidata presidencial por el desaparecido parti- do Alternativa Social Demócrata, considera que los mexicanos están muy decepcionados de la política y que urge un cambio, aunque sea guiado por un po- lítico “con faldas o con pantalones“. La ex candidata del Partido Alternativa Social Demócrata señala que el electorado espera otro toque de las candidatas, ya que pueden tener conexión con un “lado más sensi- ble” que hace falta para entender a los gobernados. Rosario Robles, primera regente de la Ciudad de
México, no da concesiones a los caballeros. “Los se- ñores lo han hecho tan mal, que urge una mano de mujer para llevar el destino de países como México. Los espacios políticos deben de ser también abiertos a los cuadros femeninos que esperan a ser tomados en cuenta”; comenta Robles. Como muestra de que las cosas han cambiado,
la vicealcaldesa de Quito, Ecuador, María Sol Corral añade que en su país la modifi cación ha llegado has- ta manos del presidente Rafael Correa, quien en el ánimo de buscar equidad de género para los ecua- torianos revocó el término “Primera Dama”. Hecho insólito en toda Latinoamérica. La vicealcaldesa de Quito señala que esto sola-
mente es una muestra de que primero pueden le- gislarse o decretarse las modifi caciones necesarias para buscar igualdad, pero el verdadero cambio vie-
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