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Éxitos electorales y poder femenino


Ríos, Hormazábal y Cook en “Mujer y política. El im- pacto de las cuotas de género en América Latina”, si bien en las últimas décadas se ha producido un aumen- to importante de la presencia de mujeres en cargos de elección popular y otros órganos político-institucionales en la región, este aumento sigue siendo defi citario. A juicio de las autoras existe un conjunto de varia-


bles que pueden contribuir a mejorar la presencia de mujeres en cargos de elección popular y que su ausen- cia, impacta negativamente en el empoderamiento de las mujeres. Ellos son la existencia de un movimiento de mujeres que promueva una agenda pro derechos de las mujeres, partidos políticos comprometidos con la equidad de género y la competencia electoral equi- librada, mujeres disponibles para asumir una trayecto- ria política electoral, así como un electorado dispuesto a darle oportunidades a candidatas mujeres para de- mostrar su capacidad como representantes. Frente a esto, la falta de una ley de cuotas no


deja de llamar la atención en Chile, considerando que una mujer llegó a la Presidencia de la República en una elección popular. Según María de los Ángeles Fernández, en “Equidad Política de Género en el Chi- le Actual: entre Promesas y Resistencias”, la respuesta no parece encontrarse en las actitudes públicas hacia las mujeres. De hecho, los electores votaron por una mujer en las penúltimas elecciones presidenciales y, en las elecciones parlamentarias del año 2005, las dos primeras mayorías fueron mujeres. Incluso con anterioridad, entre 1996 y el año 2000, la votación de mujeres aumentó en un 3% mientras que el número de candidaturas sólo lo hizo en 1%. Adicionalmente, un importante estudio de opi-


nión pública realizado por Flacso a petición del Ser- vicio Nacional de la Mujer de Chile (SERNAM), en junio del año 2006, informa que un porcentaje ma- yoritario de personas tiene una actitud positiva hacia las mujeres en política (88,5% de hombres y 93,6% de mujeres) y más del 70% de ambos sexos apoya las medidas de paridad de género impulsadas por el gobierno de la Presidenta Bachelet. Por tanto, la supuesta hostilidad del elector es un


mito. Frente a este panorama, pareciera más razona- ble buscar explicaciones en la actitud de la elite po- lítica así como en la tónica dominante en el debate público. En el primer caso, basta revisar los resulta- dos de una encuesta a 120 diputados efectuada por la Corporación Humanas en el año 2006, en la que un


Las fortalezas de Chile se encuentran en el área de empoderamiento político, impulsado sobre todo por el ejercicio de la ex presidenta Michelle Bachelet y a una alta proporción de mujeres ministras”


50,8% se opone a las cuotas de género. Estos resulta- dos son similares a los registrados en un estudio del SERNAM, del año 2002. En el segundo caso relacionado con el debate


público, si se revisan los argumentos que se esgri- men en contra de medidas de acción afi rmativa como la ley de cuotas, destaca la alusión repetida al concepto de “mérito”. Otras referencias que se utili- zan dicen relación con “la necesidad de que la mujer se esfuerce más”, con la idea de que “con las cuotas se corta un proceso natural” o con “el carácter artifi cioso de éstas”, entre otras consideraciones.


Mal en los rankings mundiales No cabe duda que para una participación efectiva de las mujeres en los espacios de poder es necesaria una equidad primero en los ámbitos básicos de la vida. The Global Gender Gap Report 2010 del Foro Económico Mundial que mide la equidad de género en los ám- bitos de la política, la educación, el empleo y la salud en 134 países, nos puede entregar un panorama de qué terreno estamos pisando. Ningún país de América Latina se encuentra


entre los primeros 20 puestos del ranking, que fue liderado por segundo año consecutivo por Islandia. Sin embargo, Chile fi gura dentro de los 10 países del mundo que han tenido mayores avances en esta materia durante los últimos cuatro años, mejorando un 8,6% situándolo como el octavo país con mayor incremento, sólo superado en Latinoamérica por Ecuador (9,9%) y Nicaragua (9,3%). Asimismo, el in- forme 2010 destaca los 16 puestos que avanzó Chile respecto del último ranking. “Las fortalezas de Chile se encuentran en el área de empoderamiento polí- tico, impulsado sobre todo por el ejercicio de la ex presidenta Michelle Bachelet y a una alta proporción


Enero 2011 Campaigns&Elections 22


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