This page contains a Flash digital edition of a book.
56 FORMACIÓN EN ONCOLOGÍA Tratamiento de tumores nasales caninos


Estrategia antiangiogénica basada en toceranib fosfato


Los tumores de la cavidad nasal y senos paranasales son relativamente poco frecuentes y representan el 1-2 % de todas las neoplasias en la especie canina. No obstante, son de gran importancia en medicina veterinaria debido a sus complicaciones diagnósticas y terapéuticas.


Víctor Domingo1 Noemí del Castillo3 Aceña4


, Eva Rollón5 Rodríguez Grau-Bassas6


, Ricardo Ruano2 , Carmen , Enrique ,


Elena M Martínez-Merlo7 1


HCV , Pruebas diagnósticas Se puede establecer un diagnóstico


Clínica Veterinaria Recuerda, Granada, 2H.V. Mediterráneo, Madrid, 3


Universidad Alfonso X El Sabio, Madrid, 4


Dpto. Patología Animal, Universidad de Zaragoza, 5


Canymar, Cádiz, 6


Clínica Veterinaria Dpto. Patología


animal. IU Sanidad Animal, Universidad de las Palmas de Gran Canaria, 7


Dpto.


Medicina y Cirugía Animal, Universidad Complutense, Madrid


Más del 80 % de los tumores nasa- les caninos son malignos. Más de dos tercios son de origen epitelial, siendo los adenocarcinomas los más frecuen- tes (45 %). En general, se comportan de forma muy agresiva localmente, de modo que provocan la destrucción pro- gresiva de estructuras blandas y óseas. Sin embargo, son tumores con potencial metastásico tardío.


presuntivo de tumor de cavidad nasal en animales de edad avanzada con un cuadro crónico intermitente y progresivo de epistaxis y/o secreción nasal unila- teral. Otros signos clínicos son estornu- dos, obstrucción de vías respiratorias o epífora. A medida que la enfermedad progresa y afecta a más estructuras, la epistaxis y la secreción nasal se con- vierten en bilaterales y se manifiestan otros signos clínicos como deformación y dolor facial, exoftalmos, abultamiento del paladar duro o signos neurológicos. El primer paso diagnóstico en un paciente con sospecha de tumor nasal son pruebas de imagen. Por las limita- ciones de la radiología en la evaluación de estructuras craneales es preferible el empleo de pruebas más avanzadas y sen- sibles, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), que permiten identificar con gran detalle las lesiones localizadas en la cavidad nasal y valorar su extensión.


Figura 1. Número de perros con beneficio clínico (BC) en los controles de respuesta al tratamiento en los días señalados.


14 12 10 8 6 4 2 0


El diagnóstico debe continuarse con la


confirmación histopatológica de neoplasia. La relativa inaccesibilidad de la cavidad nasal complica la obtención de muestras representativas.


Tratamiento de control


Como los tumores nasales tienen un potencial metastásico limitado, el objetivo del tratamiento es el control de la enfer- medad local. La radioterapia constituye el tratamiento de elección, ya que es la única modalidad terapéutica que ha demostrado un incremento significativo del tiempo de supervivencia al tratar la cavidad nasal de forma completa, incluyendo las estructuras óseas. Sin embargo, no todos los pacien- tes pueden acceder a este tratamiento, por limitaciones en la disponibilidad de equi- pos o por problemas económicos. Por ello, es necesario plantear otras


alternativas terapéuticas. Salvo en los casos de linfoma nasal, hay muy pocas referen- cias sobre la eficacia de la quimioterapia convencional.


carcinomas nasales, y concluyen que el por- centaje de eficacia clínica es de un 71,4 %. Los miembros del GEVONC-AVEPA hemos valorado la respuesta al toceranib fosfato en 15 perros con tumores nasales (12 epiteliales, 3 conjuntivos). 13 de ellos recibieron un tratamiento combinado de toceranib y AINE anticox2; en 4 casos, los pacientes recibieron simultáneamente terapia metronómica con ciclofosfamida o clorambucilo. La dosis media empleada de toceranib fue de 2,58 mg/kg cada 48 h o en régimen lunes-miércoles-viernes. El principal problema para valorar de


forma objetiva la respuesta terapéutica en los tumores nasales es la necesidad de que los controles incluyan pruebas de imagen. Como en muchos casos no es posible, la mayoría de los estudios emplean como control de respuesta el concepto “benefi- cio clínico” (BC), que implica una mejoría de los signos clínicos. En nuestro estudio, valoramos el BC de los pacientes en los días 30, 60, 120, 180, 240, 300 y 360. Observamos que 13 de los 15 perros tra- tados (86,6 %) experimentaron un BC evi- dente en el primer mes de tratamiento con toceranib. Esta respuesta se mantuvo en el tiempo en un elevado número de casos (figura 1). Dos de los pacientes mantuvie- ron el BC durante más de 20 meses (22 y 33 meses, respectivamente). En 6 de los 13 perros con BC fue posi- ble valorar objetivamente la respuesta al tratamiento, en función de la evolución de signos clínicos evidentes en la explo- ración o realizando TC de control. Tres pacientes demostraron respuesta objetiva (1 respuesta completa, 2 respuestas par- ciales), en dos (ambos controlados por TC) se observó enfermedad ligeramente regresiva que justifica el BC (figura 2); uno de los pacientes, sin embargo, mos- tró enfermedad progresiva en TC de control a pesar de mantener, según los propietarios, un BC significativo.


Observamos que 13 de los 15 perros tratados (86,6 %) experimentaron un beneficio clínico evidente en el primer mes de tratamiento con toceranib.


El hecho de que muchos carcinomas nasales expresen receptores tirosin-qui- nasa, fundamentalmente relacionados con la angiogénesis (factor de creci- miento epidérmico en un 50 % de los casos, factor de crecimiento endotelial vascular en un 90 %), permite conside- rar que una estrategia antiangiogénica basada en el empleo de inhibidores de la tirosin-quinasa podría mostrar una res- puesta significativa.


30 60 120 180 240 300 360


En el estudio publicado por London, C. y col en 2011 (Preliminary evidence for biologic activity of toceranib phosphate (toceranib) in solid tumours) incluyen 7


Durante el tratamiento, se describieron 5 casos de efectos secundarios (33,3 %), fundamentalmente gastrointestinales, pero en solo dos de ellos supuso suspensión de la terapia.


Conclusiones


Aunque el número de casos que pre- sentamos es muy bajo como para obtener conclusiones definitivas, los resultados expuestos permiten considerar al tocera- nib fosfato como una alternativa en el tra- tamiento de los tumores nasales caninos que no puedan someterse a radioterapia. La respuesta obtenida y su duración son, como mínimo, comparables a los des- critos en los escasos trabajos publicados sobre quimioterapia convencional. Se necesita continuar con más estudios al respecto para poder determinar el poten- cial terapéutico real de esta estrategia antiangiogénica.


Bibliografía


- Drees, E, Forrest, LJ y Chappell, R. Comparison of CT and MRI for the evaluation of canine intranasal neoplasia. JSAP, 50: 334-340, 2009 - Langova et al. Treatment of 8 dogs with nasal tumors with alternanting doses of doxorubicin and carbopla- tin in conjunction with oral piroxicam. Aust Vet J, 82: 676-680, 2004 - London,C et al. Preliminary evidence for biologic activity of toceranib phosphate (Palladia®


) in solid tu-


Figura 2. Evolución positiva de un caso de carcinoma nasal tras 4 meses de tratamiento con toceranib fosfato; el paciente presentó BC evidente desde el primer mes de tratamiento. (TC realizada en el Centro Diagnóstico por Imagen Delicias, Madrid; Dra. Natalia Diez Bru)


173


mours. VCO, 10: 194–205, 2011 - Shiomitsu et al. Expression of epidermal growth fac- tor receptor and vascular endothelial growth factor in malignant canine epithelial nasal tumours. VCO, 7: 106-114, 2009


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46  |  Page 47  |  Page 48  |  Page 49  |  Page 50  |  Page 51  |  Page 52  |  Page 53  |  Page 54  |  Page 55  |  Page 56  |  Page 57  |  Page 58  |  Page 59  |  Page 60  |  Page 61  |  Page 62  |  Page 63  |  Page 64  |  Page 65  |  Page 66  |  Page 67  |  Page 68  |  Page 69  |  Page 70  |  Page 71  |  Page 72