This page contains a Flash digital edition of a book.
48 EN PORTADA / APARATO REPRODUCTOR


Control del ciclo reproductivo en la perra y en la gata


Los principales puntos de interés en el control reproductivo de mascotas como perros y gatos son la inhibición y la inducción del celo.


María Montserrat Rivera del Álamo Hospital Clínic Universitario. Universidad Autónoma de Barcelona


Desde hace tiempo el hombre ha intentado controlar y modificar el celo en los carnívoros domésticos, sobre todo en la perra. En esta mascota se presen- tan dificultades debido a las característi- cas especiales de su ciclo estral, que es monoéstrico no estacional. Esto quiere decir, por un lado, que la perra presen- tará un único celo por cada ciclo estral y, por otro, que este celo puede ocurrir en cualquier época del año porque no está ligado al fotoperiodo. Habitualmente las perras entran en celo cada 6-7 meses como media. Sin embargo, es importante recordar que algunas pueden ciclar cada 4 a 12 meses; es decir, que pueden pre- sentar de 1 a 4 celos anuales. A diferencia de otras especies domésti- cas, como pueden ser la vaca o la yegua, si no hay fecundación de los ovocitos después de la ovulación, el cuerpo lúteo no sufre luteólisis. Este se mantiene activo durante dos meses aproximadamente, que es lo que dura la gestación en la perra.


estro de 3-4 días, intercaladas con fases de interestro de una duración variable (con una media de 9 días).


Inhibición del celo En ocasiones, los propietarios desean


prevenir de manera temporal la aparición del celo, por lo que durante mucho tiempo se han buscado estrategias contraceptivas alternativas a la esterilización quirúrgica. Sin embargo, hasta la fecha no existe una alternativa que sea, al mismo tiempo, efi- caz y sin efectos secundarios.


Una de las estrategias más utilizadas en pequeños animales durante años ha sido la administración de progestágenos, tanto por vía oral como inyectable. Admi- nistrados durante el anestro o el proestro, impiden, respectivamente, la aparición del celo o el desarrollo de los folículos ovári- cos, así como el pico de LH. Sin embargo, estos fármacos no están exentos de efectos secundarios. Pueden provocar aumento del apetito, con el consecuente aumento de peso, letargia, desarrollo mamario, neo- plasia mamaria y piometra.


En los últimos años se ha estudiado la utilización de implantes de agonistas


Hasta la fecha no existe una alternativa para inhibir el celo que sea, al mismo tiempo, eficaz y sin efectos secundarios.


Las gatas son hembras poliéstricas esta- cionales de día largo de ovulación indu- cida. Esto quiere decir, por un lado, que entrarán en celo durante un periodo del año, concretamente desde finales de invierno hasta finales de verano aproxi- madamente. Por otro lado, indica que si la gata no queda gestante, presentará celos de manera sucesiva hasta que quede gestante o hasta que se acabe el periodo reproductivo. El ciclo reproductivo de las gatas se caracteriza por presentar fases de


de GnRH, concretamente de deslorelina, como tratamiento anticonceptivo alterna- tivo a los progestágenos. Los resultados son variables en función de la fase del ciclo en la que se coloca el implante, por lo que no parece una alternativa dema- siado eficaz para este propósito en hem- bras adultas. Por el contrario, si el implante se coloca en hembras prepúberes antes de los 4-6 meses de edad se retrasa la apa- rición de la pubertad (Trigg et al. 2006; Maenhoudt et al. 2012; Marino et al. 2014).


También en la gata se


han realizado diversos estu- dios para evaluar la utilidad de los implantes de deslore- lina como inhibidor del celo. Es importante recordar que la gata, a diferencia de la perra, es una hembra poliéstrica y de ovulación inducida, por lo tanto los resultados obtenidos en los estudios varían considerable- mente entre ambas especies. En la gata el efecto de celo inicial es menor y un elevado porcentaje no presenta signos (Maenhoudt et al. 2012). La duración del anestro también es muy variable después de la administración del implante, de 6 a 37 meses en función del estudio (Munson et al. 2001; Goericke-Pesch et al. 2010; Goericke-Pesch 2011; Toydemir et al. 2012; Goericke-Pesch et al. 2013). En cuanto a las gatas prepúberes, es importante recordar que son hembras que entran en celo cuando alcanzan el 75 % de su peso corporal. Los estudios realizados administraban el implante cuando el animal alcanzaba el 50 % de su peso corporal independientemente de su edad. El retraso de la entrada en la pubertad es de 8,5 a 10 meses (Risso et al. 2012).


En el caso de las gatas, dado que son estacionales, no podemos dejar de lado el control del fotoperiodo para inhibir la aparición del celo. Son hembras de día largo; es decir, que ciclan durante la pri- mavera y el verano. Por lo tanto, la reduc- ción de las horas de luz a un total de 8 diarias puede provocar la inhibición del celo (Michel 1993).


Xmasc3.celo.Malyshev Maksim/shutterstock.com


nos como pueden ser en otras especies domésticas. Brevemente, las hormonas utilizadas para este propósito son gona- dotropinas, estrógenos sintéticos, ago- nistas de la dopamina, eCG (PMSG) y agonistas de GnRH. Las gonadotropinas, FSH y LH son las


responsables del crecimiento y desarrollo de los folículos ováricos y de la ovulación de los mismos respectivamente. Los pro- tocolos que incluyen la administración de gonadotropinas no son muy eficaces y, según los estudios, pueden provocar un porcentaje de fertilidad bajo, así como anormalidades en la función luteal (Horoz et al. 2000; Concannon 2002). Los mejores resultados se han obtenido administrando LH a una dosis de 0,1 UI/kg TID durante 7 días (Verstegen et al. 1997).


La administración de progestágenos puede provocar aumento del apetito y por tanto de peso, letargia, desarrollo mamario, neoplasia mamaria y piometra.


Inducción y sincronización del celo


en la


La inducción y sincronización del celo perra


tiene Puede ser útil para:


1. Acortar el periodo de interestro en perras que ciclan una vez al año nada más.


2. Acortar el periodo de interestro cuando se pierde el celo o la perra no queda gestante.


3. Distribuir la producción de cachorros en un criadero a lo largo del año o en una época concreta del año. Son muchos los estudios realizados, utilizando diferentes protocolos hor- monales, con el objetivo de inducir y/o sincronizar el celo en las perras. Sin embargo, los resultados no son tan bue-


173 varias indicaciones.


En el caso de las gatas, las gonadotropi- nas tienen mejores resultados cuando se administran durante la época no reproduc- tiva, cuando los ovarios están quiescentes. Los mejores resultados se han obtenido administrando, por un lado FSH durante 5 días a una dosis de 0,5 mg SID vía i.m., seguida de una única dosis de 0,25 mg el sexto día y una dosis de 250 IU de hCG i.m. los días 6 y 7 (Hadley 1975), y por el otro, administrando FSH durante 7 días a una dosis de 1-3 mg SID vía i.m. (Wildt et al. 1978).


Los estrógenos también se utilizan para inducir el celo en las perras. Los resultados, igual que sucede con las gonadotropinas, son muy variables con numerosos efec- tos secundarios que incluyen, entre otros, la aparición de hiperplasia endometrial


Photick/shutterstock.com


t


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46  |  Page 47  |  Page 48  |  Page 49  |  Page 50  |  Page 51  |  Page 52  |  Page 53  |  Page 54  |  Page 55  |  Page 56  |  Page 57  |  Page 58  |  Page 59  |  Page 60  |  Page 61  |  Page 62  |  Page 63  |  Page 64  |  Page 65  |  Page 66  |  Page 67  |  Page 68  |  Page 69  |  Page 70  |  Page 71  |  Page 72