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44 EN PORTADA / APARATO REPRODUCTOR


entrenados o habituados al procedimiento de obtención de semen (Kutzler, 2005). Para la recogida se recomienda utilizar tres embudos de plástico flexible para evitar el vidrio por el riesgo de corte colocado sobre un tubo colector previamente atemperado a 37 ºC (Fontbonne 2008a), aunque actual- mente otros autores defienden que esto


no es necesario ya que el choque térmico del semen en perros nos es tanto como en otras especies (Root, 2010) (figura 5).


1 Semen fresco Figura 5. Extracción seminal.


A pesar de lo dicho, de manera general el semen canino no debe someterse a cambios bruscos de temperatura, alteraciones mecá- nicas fuertes como una excesiva agitación, ni contacto con sustancias como el agua, germicidas y detergentes (Kutzler, 2005). Por esta razón, tras la correspondiente recogida seminal, el semen canino se debe conser- var en baño María a 37 ºC y la temperatura ambiente de 20 ºC, evitando alteraciones hasta el momento de su utilización (Lucas X, 2014). En estas condiciones, la viabilidad del semen fresco tras la recogida es limitada por lo que debe usarse inmediatamente o bien iniciar los procedimientos de dilución, preservación y/o transporte. Tanto para su uso directo o si va a ser sometido a criopreservación, se hace imprescindible una evaluación seminal para determinar la calidad del semen mediante la determinación de los parámetros de color, volumen, motilidad espermática, concentración/número de espermatozoides totales y morfoanomalías, como mínimo (Fontbonne 2008a; Root, 2010).


2 Semen refrigerado Figura 6. Kit de transporte de semen refrigerado.


Figura 7. Semen congelado: almacenamiento en pajuelas en tanque de nitrógeno líquido.


La temperatura es uno de los parámetros de mayor importancia a la hora de pre- servar la calidad del semen, de forma que una disminución controlada y progresiva de la misma nos permite una conservación de los eyaculados, desde varias horas hasta varios días. En este sentido, la refrigeración del semen se convierte en una herramienta muy útil en la cría canina; además, si a esto añadimos la sencillez de la técnica, los bajos costes y el alto nivel de éxitos, expli- caría que la refrigeración del semen en la especie canina se haya convertido en una de las técnicas de preservación seminal en los últimos años por veterinarios clínicos. Antes de comenzar los espermatozoides deben ser aislados de los restos de fracción prostática que hayan podido quedar durante la recogida; para ello se centrifuga a 700 g durante 5-6 minutos, sin añadir ningún tipo de medio previamente. A continuación, se procede a realizar la dilución. Los diluyen- tes (elaborados a base Tris-citrato, azúca- res como la glucosa/fructosa, antibióticos y yema de huevo) pueden prepararse de forma manual (Hermansson y Linde-Fors- berg, 2006; Peña y cols. 2006). No obstante, en la actualidad contamos con diluyentes comerciales que se fabrican exclusivamente para diluir el semen canino que, si bien sue- len ser caros, son más homogéneos en su producción y cómodos para los clínicos. Tras la correspondiente dilución, el semen se enfría a 4 ºC gradualmente, durante un periodo de 1,5 a 2 horas y, luego, se almacena a dicha temperatura intentando utilizarlo en las primeras 24 horas, si bien


Figura 8. Catéter metálico. Fuente: Fernando Mir Prieto, Clínica San Fernando, Mallorca.


los espermatozoides pueden mantener la supervivencia de 2 a 4 días, incluso 7 si se trata de semen de buena calidad (Font- bonne, 2008b).


Para el transporte suelen comercializarse unas cajas acolchadas específicas que con- tienen algún dispositivo de frío como blo- ques de hielo y una región reservada para mantener protegido el semen procesado. Al igual que sucedía para los diluyentes, existen contenedores comerciales para el transporte del semen refrigerado que, en ocasiones, forman parte de un kit que incluye diluyen- tes y contenedor de transporte (figura 6). El envío debe ser urgente (menos de 24 horas, máximo 48), identificándose como material biológico refrigerado acompa- ñado como mínimo de un certificado sani- tario del animal y un documento de no peligrosidad sobre la mercancía transpor- tada. No obstante, la documentación nece- saria debe confirmarse con la compañía de mensajería ya que puede variar en función de los tránsitos y las regiones.


3 Semen congelado


Cuando se trata de periodos de preserva- ción cortos, la refrigeración se considera un método de conservación seminal más efec- tivo que la congelación del semen, pero si el almacenaje y transporte requiere más de 5 días para su uso, en lugar de la refrigera- ción, la mejor opción pasa a ser la conge- lación del semen (England y Ponzio, 1996). No obstante, la congelación seminal canina ofrece ciertas ventajas sobre el semen refri- gerado como la difusión de los rasgos gené- ticos de determinados ejemplares a lo largo de tiempo y del espacio, pues elimina la necesidad de transportar a las hembras para inseminar en largas distancias y permite el comercio del semen y la creación de ban- cos de genes. Además, esta técnica permite la prevención de enfermedades, posibilidad


El depósito del semen en la perra o inseminación artificial (IA) se utilizan cada vez más sustituyendo a la monta natu- ral principalmente para la prevención de la enfermedades de transmisión sexual, mejor manejo de los reproductores (nos permite comprobar la calidad del semen antes de depositarlo en la hembra) y para realizar cruces entre ejemplares situados en regiones lejanas a través del semen criopreservado. Además, se ha descrito que, si bien el número de inseminaciones no parece influir en la fertilidad, si esta se realiza en el periodo de fertilidad, realizar dos IA en el pico de fecundación (72 horas posovulación) aumenta la prolificidad (+1 cachorro de media) con semen fresco y congelado (vida <24h) (Levý X, 2014).


La viabilidad del semen fresco tras la recogida es limitada, por lo que debe usarse inmediatamente o bien iniciar los procedimientos de dilución, preservación y/o transporte.


de prescindir de la presencia de machos en lugares de investigación y criaderos, etc. El proceso de congelación seminal es bastante complejo, ya que requiere de la centrifugación, dilución con diluyentes de composición especial diseñados espe- cíficamente para ello y bajada progresiva de temperatura hasta su congelación en vapores de nitrógeno líquido, para pos- teriormente sumergirlo y mantenerse almacenado a -196 ºC durante tiempo indefinido. Este proceso requiere instru- mental y formación adecuada, por lo que sólo se podrá realizar en sitios específicos como centros de referencia y bancos de semen (figura 7). Por otro lado, esta técnica sigue presen- tando una serie de limitaciones (ver cuadro). Como todo proceso de congelación seminal conlleva un marcado descenso en la calidad espermática, el nivel de éxito viene determinado por el grado de viabi- lidad que los espermatozoides conserven posteriormente a la congelación-descon-


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Las IA han evolucionado mucho en los últimos años y existen diversas técnicas. A groso modo podemos clasificar las insemi- naciones en función del lugar de deposi- ción del semen, vaginal o uterina (a nivel del cuerpo o cuernos).


El método de inseminación artificial más habitualmente utilizado en la clínica diaria es el inseminación vaginal dada su sencillez y necesidad de poco instrumental (vaina plástica tubular y jeringa estéril para inyectar el semen). Sin embargo, el uso de la sonda Osiris que consta de un balón para estimular las contracciones vaginales y evitar el reflujo seminal se aconseja para mejorar la efectivi- dad de este tipo de IA (Martí S, 2011). No obstante, el sistema de IA seleccio- nado es determinante a la hora de estable- cer el éxito del proceso de reproducción asistida, ya que la vagina y el cérvix uterino se presentan como los primeros obstáculos que deben sortear los espermatozoides en su camino a la fecundación. De hecho, se ha descrito que el número de espermato-


gelación. Por ello es sumamente impor- tante informar bien a los propietarios sobre las limitaciones que este tipo de recursos seminales presenta, dejando siempre claro que los costes de compra, envío y con- servación son elevados, el índice de éxito menor y el número de cachorros también. En caso de seguir adelante, la compra del semen siempre debe hacerse bajo riguroso asesoramiento veterinario, asegurándonos un informe previo de calidad del semen posdescongelación para cerciorarse de que la compra merezca la pena y que el número de dosis que le venda a nuestro cliente sean suficientes. Esto es de vital importancia, ya que se establece que para que una repro- ductora pueda gestar tras inseminación con semen congelado debe usarse una dosis mínima de 200 millones de espermatozoi- des (Martí S, 2011). Por tanto, si la venta no llega a estos mínimos, debe ser descartada independientemente del proceso de inse- minación artificial que se utilice.


Inseminación artificial canina


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