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SALA INFORMATIVA


tidos, programas, discursos, ideologías, institucionalidades”. Para Rincón, este nuevo fenómeno de massmediatización, de videopolítica y tele- visación, significa que los candidatos y go- bernantes tendrían ahora mucho más esti- lo e imagen que ideología y contenido. El discurso entonces, y la conexión con el ciu- dadano, se darían casi que exclusivamente a través de los formatos televisivos que co- rresponden a la cultura de las telenovelas. Este cambio en la narrativa y storytelling del candidato o gobernante implicaría en- tonces, un cambio directo en la manera en que el ciudadano reacciona ante la política y ante él. Este nuevo vínculo entre gober- nante y ciudadano estaría centrado mera- mente en lo emocional, en el ¿qué me hace sentir cuando lo veo en la televisión? Este nuevo frame ha mostrado ser un


factor determinante en el éxito y popula- ridad de gobernantes como Álvaro Uribe en Colombia, Rafael Correa en Ecuador, Barack Obama en Estados Unidos o Hugo Chávez en Venezuela. Aquí solo triunfan los líderes que cumplan con el factor paterna- lista del protagonista de la novela. Como bien lo explica Omar Rincón:


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Lo cierto es que cuando se analiza el éxito comunicativo de nuestros tele- presidentes (De Uribe a Correa, de Oba- ma a Chávez, de Lula a Evo) se encuen- tra que ellos y ellas lo que han hecho es meterle pueblo al poder, retomar lo popular para la comunicación de gobierno, convertir a la matriz popu- lar (sus estéticas y formas narrativas) como modo de interpelación, inter- pretación y discurso. Y el encuentro “narrativo” o donde se junta lo popular es en lenguajes comunes a la sociedad sabe vivir, leer y pensar y funcionan como “matrices interpretativas” de la realidad y la vida y la política: la tele- novela y el fútbol.


Este factor emocional, resultado de lo


que el autor denomina como la Melopolíti- ca, es fundamental para entender el com- portamiento del electorado colombiano, pero no es excluyente. Si bien es cierto que


Mayo - Junio 2013


en las sociedades de América Latina pre- domina la figura del líder paternalista, la percepción que tenga la ciudadanía sobre la situación coyuntural que está viviendo el país sigue siendo un factor determinante a la hora de tomar la decisión de voto y es esta misma percepción lo que terminará por definir el resultado de las elecciones presidenciales de 2014. Si hay algo que tenía Álvaro Uribe


como presidente que no tiene Santos ac- tualmente -además de un fuerte carácter paternalista- es que Uribe contaba con la sensación de trabajo cumplido. Es decir, la estrategia era una y era clara para el resto del mundo: acabar con las FARC. La “confianza inversionista” de la que tan- to se hablaba, así como la percepción de que las cosas estaban bien, que la gente viajaba y el país crecía, eran simplemente consecuencias al triunfo de esa única es- trategia. Mientras tanto, Juan Manuel San- tos, por intentar modernizar al país –y por qué no, asegurar su reelección y pasar a la historia—se ha dedicado a todo: a la paz, a arreglar el problema de la tierra, de las víc- timas, de la infraestructura, de la minería, de las pensiones y la vivienda.


Santos frente a la tor- menta perfecta”, “en este momento en el país no está sucediendo nada catastrófico, pero hay mal ambiente


avalancha uribista es latente, perjudican directamente la imagen de la administra- ción de Santos y sobre todo, la percepción sobre su ejecución, o en este caso, la falta de. Realmente no importa los avances que este gobierno haya realizado, lo cierto es que la percepción de la ejecución de la ad- ministración Santos es pobre y este es su mayor obstáculo, tal vez incluso más que el tsunami de la oposición.


¿QUÉ PASARÁ EN 2014? Así pues, la única manera en que Santos logrará la reelección –más allá de que haya o no contrincantes que realmente den la talla—es que trace una estrategia dirigida a moldear la percepción del electorado, convenciendo a los ciudadanos de que su gobierno no se ha centrado en solo pro- puestas, sino en iniciativas que necesitan de cuatro años más para ser implementa- das. Esto va a ser lo determinante y no el convertir su mandato en una decisión por apoyar o no la paz. Una vez más, la percep- ción de la ciudadanía será el factor deter- minante en las elecciones presidenciales, y una vez más, los resultados electorales reflejarán la percepción que tiene la ciuda- danía sobre cómo va el país.


Presidente Juan Manuel Santos Como bien lo indicó Daniela Reina


Romero en su artículo “Santos frente a la tormenta perfecta”, “en este momento en el país no está sucediendo nada catastrófi- co, pero hay mal ambiente”, la percepción de que el proceso de paz está estancado, de que la inseguridad aumenta y de que la


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Juliana Pineda es Máster en Comunica- ción Política por la Universidad de Nava- rra, The George Washington University, y asesora de comunicación.


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