This page contains a Flash digital edition of a book.
SALA INFORMATIVA


por el sendero de la lucha directa y cons- tante contra los grupos armados ilegales, particularmente, contra las Fuerzas Arma- das Revolucionarias de Colombia (FARC).


EL VOTO DE LOS COLOMBIANOS Afirmar que el voto del colombiano es un voto que se da principalmente por razo- nes emocionales y no racionales podría parecer un juicio de valor precipitado que incluso podría llegar a tocar el borde de la imprudencia. Sin embargo, el com- portamiento de la sociedad frente a unas elecciones se convierte en el termómetro perfecto para medir la percepción de la ciudadanía sobre la situación que está viviendo el país y, por tanto, la principal evidencia de que la decisión de voto del colombiano es una decisión guiada por la emoción y no por la razón. Más allá de la situación real que estuvie-


se viviendo el país en ese entonces, lo que esos nueve millones de votos demostraron, fue la decisión por mantenerse en una vía que se creyó exitosa. Es decir, lo que llevó a ese 47% de los colombianos a votar por Santos –hayan o no sido votos endosados por parte del expresidente Uribe—fue la decisión en común de responder a una si- tuación y coyuntura actual, decisión que se basó en la percepción de la ciudadanía. No cabe duda de que el resultado en


unas elecciones presidenciales es el mejor indicador para medir la percepción que tie- ne la ciudadanía sobre cómo van las cosas en el país. Y, contrario a lo que se podría su- poner, la decisión que toma un elector a la hora de emitir su voto es una decisión com- pletamente emocional, derivada de una sen- sación de progreso –o retroceso- del país.


COMPORTAMIENTO ELECTORAL: ENFOQUES Y TEORÍAS En el marco de la ciencia política existen varios modelos de estudio que han trata- do de dar respuesta a ¿cómo funciona la mente de un votante?, ¿qué lleva a que una persona vote por uno u otro candidato?, o, ¿cómo se comporta el electorado en ge- neral?, preguntas sumamente relevantes pero con un amplio rango de subjetividad por su gran carácter sociológico. A conti- nuación se exploran algunos de esos mo- delos.


Los esfuerzos expli- cativos del compor- tamiento electoral colombiano se han centrado en las impli- caciones que tiene el conflicto armado co- lombiano en él


En un paper realizado por la revista


Colombia Internacional (Edición No.74) ti- tulado “Consideraciones sobre la goberna- bilidad como determinante del comporta- miento electoral en Colombia: elecciones presidenciales de 2010”, auspiciado por la Universidad de los Andes y de la autoría de Fredy A. Barrero de la Universidad Sergio Arboleda y Carlos Meléndez de la Univer- sidad de Notre Dame, los estudios sobre la temática se centran en modelos de di- ferente carácter: psicosocial, sociológico, voto económico, clientelista y emocional; salvaguardando el hecho de que reciente- mente, “los esfuerzos explicativos del com- portamiento electoral colombiano se han centrado en las implicaciones que tiene el conflicto armado colombiano en él”. Según Barrero y Meléndez (2011), los


estudios pioneros acerca del comporta- miento electoral en Colombia se centra- ron en el modelo sociológico en el que los hallazgos demostraron que “no importa la edad de las personas, su nivel socioeco- nómico, su sexo, su experiencia urbana/ rural, su estado civil o su mayor o menor sentimiento de ineficacia política, el que se inclina favorablemente hacia los partidos políticos tiende a votar el día de eleccio- nes”; modelo que hubiera encajado fácil- mente con el comportamiento del electo- rado colombiano en la historia reciente del país hasta que los partidos políticos tradi- cionales perdieron relevancia en su papel articulador de la democracia. En la corriente racionalista de la teoría


política, se habla de cómo los individuos tienden a decidir su voto dependiendo de la opción que más favorezca su interés personal. Es decir, el votante -o grupo de votantes, como es el caso de los grupos de interés (empresarios, mujeres o etnias)- es egoísta en su elección. Sin embargo, una postura más optimista dentro de la mis- ma corriente señalaría que en elecciones grandes, como las presidenciales, el voto racional se explica en términos de función de utilidad social más que por beneficio individual, lo que terminaría por ratificar la hipótesis de que la decisión de voto del colombiano es el resultado de un acuerdo común de la sociedad basado en la percep- ción que se tiene sobre cómo van las cosas en el país en el momento de la elección. Es decir, no importa si la economía, la inver- sión o la lucha contra la corrupción, por ejemplo, van bien o no, lo que importa es que los ciudadanos sientan que así lo es. El comportamiento del electorado co-


lombiano en las elecciones presidenciales de 2010 se podría incluso explicar como una combinación entre la teoría del voto de “bolsillo” o pocket voting, la cual pre- dica que el electorado emite su voto de- pendiendo de la manera en que percibe su circunstancia económica personal, y el voto retrospectivo, en la cual el ciudadano basa sus decisiones de voto en las reaccio- nes a resultados anteriores; es decir, como un referendo del status quo o una decisión de cambio. Sin embargo, esta explicación carece de un factor imprescindible en el entendimiento del comportamiento del electorado en la mayoría –por no decir to- dos- los países de América Latina, y este es el factor emocional. Para Omar Rincón, Director del Más-


ter en Periodismo de la Universidad de los Andes, periodista y colaborador de El Tiempo, actualmente los países en Améri- ca Latina vivimos en una democracia me- diática en la cual la política se mide más por el nivel de espectáculo que tiene el gobernante que por su gestión o goberna- bilidad, atrayendo de esta manera, mucha más emoción, entretenimiento y pasión a la política. Este nuevo modelo de demo- cracia, sin embargo, también acarrearía un mayor desencanto “con los modos clásicos de construcción de la escena política: par-


Mayo - Junio 2013


15


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46  |  Page 47  |  Page 48  |  Page 49  |  Page 50  |  Page 51  |  Page 52  |  Page 53  |  Page 54