etedor, empoderarse empoderado Las mayores resistencias que se oponen a emprender este
camino metódico de mejora de la eficacia, se encuentran en las prácticas de dirección de ejecutivos y cargos públicos como más importantes. Y como consecuencia de ellas, las actitudes de miembros de los partidos que no se consideran ligados al logro de resultados políticos de votos, fondos y voluntarios. Políticos acostumbrados a un márketing político orien-
tado a la venta , con modelos de liderazgo heroicos – ca- rismático o burocrático, que creen que la política se diseña y se aplica de arriba abajo, no se siente inclinados a una cul- tura de resultados, ni a reflexionar sobre las consecuencias de sus prácticas, y, ante los problemas no resueltos, prefieren soluciones quirúrgicas. Las organizaciones políticas están así mal dirigidas.
Aunque más frecuente es que no estén dirigidas, sino uti- lizadas o manipuladas con vistas a objetivos a muy corto plazo.
Iniciar y continuar un camino de mejora de la efica-
cia de un partido, revitalizando sus organizaciones locales y practicando un márketing político orientado al votante, va a requerir una cierta inversión en conseguir un equipo directivo capaz de dirigirlas, de verdad y no en el papel. Estos equipos deberían ser capaces de asumir con eficacia las siguientes tareas, que son las que marcan la calidad de una dirección: • Fijarse objetivos razonables y fijarlos negociadamente desglosados en toda su organización capilar hasta el nivel primario de la sección electoral.
Juan Ignacio Marcos Lekuona es consultor en sistemas de gobierno/dirección
www.marcoslekuona.net; marcoslekuona@
marcoslekuona.net
• Asignar a cada unidad con objetivos, una tarea eficaz
para alcanzarlos, sin esperar que cada persona implicada se invente y aprenda por su cuenta la tarea que se supone ser- virá para alcanzar los objetivos. La tarea formará parte de las comunicaciones en dos sentidos que hay que mantener para que el intercambio de compromisos conserve/desar- rolle la red social partidaria. • Motivar a lo miembros a que dediquen el esfuerzo que
la tarea requiere: la propia dirección consciente es un buen motivador, el apoyo/entrenamiento en lugar del control, la recuperación de militantes notables absorbidos por tareas institucionales, dar la oportunidad a “hacer política”. El mejor liderazgo es una buena dirección conscien-
te que compromete a los recursos humanos de la orga- nización, en la medida que intercambia con ellos compro- misos de objetivos compartidos y ayuda. En el ADN de organizaciones políticas eficaces hay un
rasgo muy definitorio, sus líderes quieren y saber empoder- arse, empoderando a los demás .
En el número 3 de esta misma revista, y con el titulo Tratando la desafección política, el autor ha tratado con más detenimiento este tema. En él se recogían del editorial del número 20, verano de 2009, de FRC, revista de debat político (Barcelona) la siguiente definición: “Con este término se está intentando captar y definir sentimientos colectivos que revisten formas diversas con contenidos mezclados de distanciamiento, rabia contenida, indolencia y cansancio hacia la política y los políticos” A estos efectos, ha sido muy provechoso el estudio del artículo de R. Lyinch y John Egan (2006) Long term perfomance or political parties: towards a competitive resource-based perspective, Journal of Political Marketing, 5(3) Ver, al respecto: El profesional reflexivo: como piensan los profesionales cuando actúan (1998), Donald A. Schön, PAIDOS, Barcelona, Buenos Aires, México. La diferencia entre la orientación a la venta y la orientación al votante, y sus consecuencias operativas en los gobiernos y partidos, están tratadas de
un modo excelente en POLITICAL MARKETING: PRINCIPLES AND APPLICATIONS (2.009),el Jennifer Lees-Marshment, editado por Routledge,London/ New-York. Este libro de la profesora de la Universidad de Auckland,NL, es el primer textbook editado sobre el tema con una interesante mezcla de teoría de marketing, política aplicada y casos. En su libro en preparación Los príncipes del siglo XXI: los partidos que empoderan a sus votantes y a sus militantes, el autor de este artículo está profundizando en este tema.
Mayo 2010 | Politics 35
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