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los ciudadanos están cansados de votar cada cuatro años y que durante tres años y medio la mayoría de políticos no les escuchen

En las democracias modernas, los ciudadanos están cansados de votar cada cuatro años y que durante tres años y medio la mayoría de políticos no les escuchen y tengan un cheque en blanco para actuar. Quieren sentirse partíci- pes de lo que se hace políticamente y de lo que deciden sus representantes por ellos. Quieren obviar la brecha que existe entre lo que hacen sus representantes y lo que ellos harían si pudieran ser escuchados y/o decidir. En la última década y, especialmente hace pocos años, con la cultura de la Web social o Web 2.0, organizaciones diversas y ciudada- nos online han encontrado en el ciberactivismo una op- ción útil y activa para pasar a la acción (local y global), para desarrollar campañas, iniciativas y peticiones. Nunca como hasta ahora hemos podido ejercer la presión, la denuncia, la sensibilización o la movilización con tal capacidad de con- vocatoria. Es un hito sin precedentes. Las manifestaciones globales a las que hemos asistido, por causas diversas, no hu- bieran podido existir sin internet. Millones de personas han salido simultáneamente, en todo el mundo, para defender causas comunes. Empresas poderosas han tenido que ceder en algunas de sus pretensiones más injustas o excesivas por la presión organizada de una ciudadanía conectada y en red.

Nuevos paradigmas en la Sociedad Red

La red nos lleva hacia un nuevo paradigma: cada uno de

nosotros es un nodo de identidad (política, intereses, cul- turas, actividades y activismo, etc.). Cada ciudadano, cada uno de nosotros, es un centro con su propia realidad, con su visión diferenciada del mundo y nos unimos a otros ciu- dadanos y ciudadanas según esa identidad individual, que puede ser muy parecida a la de otros muchos en ciertos temas, pero que, a su vez, también puede ser muy distinta. Es cuando nuestras opiniones políticas se suman a las de otras muchas personas cuando se genera una comunidad que, con la suficiente fuerza y difusión, puede llegar a ser un verdadero movimiento político con capacidad de pre- sionar, modificar y/o influenciar a los actuales partidos políticos.

Estos movimientos ciudadanos, de naturaleza política

y estructura en red y autónoma, organizados fundamen- talmente alrededor de las redes sociales y las plataformas digitales, no aspiran a sustituir a los partidos políticos, pero sí a condicionar sus “tempos”, sus estrategias e, incluso, a sus candidatos. Su capacidad movilizadora les convierte en un nuevo actor político que establece una relación de influencia con los partidos políticos próximos a sus plant- eamientos, sean conservadores o progresistas. Una relación exigente caracterizada por la presión y la capacidad de

Mayo 2010 | Politics 31

modificar la agenda de los partidos y de condicionar sus propuestas.

Nuevos modelos de liderazgo

Bajo estos movimientos en red, siempre tan alérgicos a

los liderazgos jerarquizados, aparecen nuevos modelos de liderazgo que se consolidan a través de su identificación personal y cultural con los temas que representan o les interesan; por el uso de un lenguaje formal y estético diferente al establecido, al formal; por el desprecio de lo “políticamente correcto” que identifican como parte de un sistema que quieren revitalizar; y por una gran capaci- dad de dedicación a las “causas” con un excelente dominio de las herramientas tecnológicas y sus lógicas, usos y car- acterísticas. Son líderes reputados en sus redes relaciones y tienen gran capacidad de influencia y efecto tractor sobre estos colectivos.

metida

Nueva política: libre, autónoma, activa, compro-

Mientras las fuerzas políticas tienen cada vez más difi-

cultades para movilizar y ampliar sus bases militantes, estos movimientos ofrecen un enganche político más libre, más autónomo, formado por bases de ciudadanos comprometi- dos. No quieren ser militantes, quieren ser activistas, de causas y de temas específicos. Es una oferta más abierta y fragmentada en relación, también, a la complejidad política, mucho más atractiva para aquel que no quiere obedecer sólo a una consigna, para aquel que se irrita ante la inacción o la prudencia claudicante o para aquel que espera, sencillamente, a que pase algo. Los activistas de estos nuevos movimientos (políticos) ciudadanos ya no esperan, pasan a la acción.

Antoni Gutiérrez-Rubí es asesor de comunicación www. gutierrez-rubi.es Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46
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