Aspectos prácticos para la concepción y el diseño del laboratorio inteligente
El presente capítulo aborda el diseño del laboratorio inteligente, las estrategias idóneas y el modo de afrontar los eventuales problemas. Inevitablemente convertirse en “inteligente” requiere tiempo, no solo debido al nivel de inversión necesario, sino también por el impacto del cambio y la necesidad de tener en cuenta los requisitos legales. La velocidad en que las tecnologías
informáticas evolucionan es mucho más rápida que la del laboratorio y la empresarial, y esto inevitablemente significa que la experiencia informática en el laboratorio siempre irá a la zaga de la experiencia como consumidores. Además, las restricciones impuestas por la propiedad intelectual y la conformidad normativa y legal no se prestan a la toma de riesgos cuando se adoptan nuevas tecnologías. Los nuevos proyectos de informática para el laboratorio exigen una gestión minuciosa y aversión al riesgo.
Requisitos funcionales o del usuario
La recopilación de los requisitos del usuario o funcionales es una de las tareas clave, normalmente asignada al equipo del proyecto, a fin de ofrecer una especificación con la que evaluar las posibles soluciones. La tarea implica descubrir y entender las necesidades del usuario, clasificarlas en “necesarias” y “deseables”, y reunirlas en una especificación de requisitos. En este contexto, el término “usuarios” no solo abarca los usuarios finales del sistema propuesto, sino cualquiera que pueda interactuar con el sistema o
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esté implicado con entradas o salidas del sistema. Con ese fin, se pueden emplear diversos métodos para recabar y priorizar las necesidades. En principio, la especificación de requisitos
ha de definir qué debe hacer la solución, tanto en lo que a funcionalidad se refiere como en el modo en que se debe llevar a cabo en el entorno de usuario. Los requisitos pueden incluir, entre otros:
• Requisitos empresariales generales • Requisitos del usuario o funcionales • Requisitos de IT • Requisitos de la interfaz • Aspectos normativos • Requisitos para la gestión de datos • Gestión de errores • Requisitos de notificación • Requisitos de rendimiento. Los criterios característicos del rendimiento
requerido pueden incluir: • Control de acceso y seguridad • Aspecto y sensación • Robustez • Escalabilidad • Facilidad de uso • Rendimiento técnico/tiempos de respuesta • Soporte técnico. Todos esos requisitos normalmente se reúnen
en una petición de oferta que se presenta a los proveedores potenciales. La petición también aporta información más general, como una descripción introductoria de la empresa o institución y los objetivos principales del proyecto, así como diagramas que exponen los flujos de trabajo relevantes. La petición de oferta puede ir precedida de una solicitud de información – un medio para recabar información sobre los
productos y los servicios del proveedor, que permite acotar el listado final de proveedores a los que se va a presentar la petición. Por desgracia, los usuarios no destacan
precisamente por saber concretar sus necesidades. La mayoría de sistemas son especificados o diseñados por un equipo o comité cuyos miembros suelen ser voluntarios valedores del concepto del sistema, entusiastas con las mejoras que puede aportar y capaces de concebir su potencial. Lamentablemente, el necesario consenso entre los integrantes del comité puede dar lugar a sistemas complejos que intentan conciliar compromisos, y suele suceder que la mayoría de problemas emanan de personas que no intervienen a título voluntario. Por definición, los miembros del equipo siempre se comprometen más en el proyecto que aquellos que no están directamente implicados. En sus deliberaciones, los equipos de proyecto suelen concebir un concepto de solución que es mucho más sofisticado de lo necesario o bien económicamente injustificable. La fase de recopilación de los requisitos
implica recabar las necesidades, los deseos y las ideas de la comunidad de usuarios potenciales y, seguidamente, un ejercicio de priorización para condensar la lista en un conjunto concreto de requisitos que constituirán la base de la petición de oferta a los proveedores. Es importante que los requisitos empresariales
estén totalmente clarificados desde el principio, pues así el alcance del proyecto queda perfectamente definido y es más sencillo descartar las “necesidades” más extravagantes que puedan surgir. Todos los puntos de la lista de requisitos deben quedar justificados no sólo desde
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