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COMUNICACIÓN DE VALORES Y POLÍTICAS PÚBLICAS


que se supone que sus propuestas serán acordes con estos factores. En teoría, si un candidato miente y promete la


implementación de ciertas políticas distintas a las que realmente implementará, solamente tendrá un costo si es elegido. Otra opción es que basen su cam- paña en su ideología o en los valores que regirán sus decisiones políticas. Dado que en principio las promesas electorales basadas en la ideología no son del todo verificables, deberán ir acompañadas de ciertas acciones o even- tos que apoyen nuestra postura; es decir, con el fin de combinar su visión de la vida y la política del candi- dato, así como sus valores, es esencial que actúen en consecuencia para no crear ruido en el mensaje global. Habrá que cuidar al máximo las intenciones que


muestran los candidatos hacia los electores. ¿Qué tipo de candidatos participarán de acuerdo a sus promesas políticas y cuáles otros mostrarán su ideo- logía a través de sus acciones? Mi conclusión y lo que me propongo demostrar es que no es posible alcanzar un equilibrio entre la opción de romper promesas electorales y tomar una postura basada en la ideología. Desde mi punto de vista, todos los candidatos


deben sustentar con acciones su visión política. Si por el mismo grado de mentiras el coste de anunciar nuestros valores es mayor que el coste de romper promesas, entonces todos los candidatos participa- rán en la lógica de centrar la campaña en la comuni- cación de valores y atributos. Mientras, los candidatos posicionados en los ex-


tremos escogen esta forma de participación, los más centristas y moderados, se basan en el anuncio de futuras políticas públicas. Por ejemplo, los candidatos que toman posturas


extremistas tienen menos opciones de ser elegidos, por lo que para ellos el anuncio de sus políticas solo se convierte relevante si son elegidos y el caso es que sería una mejor estrategia para ellos afianzar sus po- siciones políticas con fuertes refuerzos de acciones, más que defender exclusivamente sus valores. Es decir, cuanto más extremista es un candidato,


mayor es su tendencia a basar su campaña en lo que es él, en lo que ha hecho, en lo que defiende, en detrimen- to de comunicar lo que hará en caso de ser elegido. Pongamos el ejemplo de los dos principales precandidatos por el Partido Republicano en 2008:


John McCain Esta imagen es tomada de la página http://es.wikipedia.org/wiki/John_McCain


El discurso de John McCain contenía unos cuantos anuncios: “Recortaré entre un 25 y un 35% los im- puestos a empresas [...] suprimiré el impuesto míni- mo alternativo”. Por el contrario Mike Huckabee no hizo anunció alguno de propuestas concretas, sino que simplemente expresó sus valores, sus creencias, su pasado como pastor: “No soy experto en matemá- ticas, sino que soy experto en milagros y sigo creyen- do en ellos”. Los mensajes basados en valores pueden ser tomados como populistas o como recursos para no


NOVIEMBRE 2011 24


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