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Jueves 2 de marzo de 2017 Viernes 1 de Abril 2011


/Internacional


sto, la tarea de abordar la desigualdad queda claramente encuadrada dentro del mandato


específicos, basados en una amplia muestra.


Las investigaciones sobre Honduras, Guatemala, la República del Congo y Uganda confirmaron que las políti- cas fiscales repercuten con fuerza en la desigualdad.


Además, demostraron que la magni- tud de las repercusiones depende de los métodos empleados para recau- dar impuestos y gastar el ingreso. Los efectos en la desigualdad son mayores cuando se recurre menos a los impuestos directos sobre la renta y más a los impuestos indirectos; por otro lado, el gasto en infraestructura reduce la desigualdad.


Estudios de casos de Etiopía y Myan- mar confirman que las reformas del sector financiero pueden agravar la desigualdad si persisten las limi- taciones de acceso a los servicios financieros y si la movilidad laboral está restringida.


Consecuencias: Desigualdad y crecimiento


Muchos gobiernos ahora reconocen la importancia de abordar el proble- ma de la desigualdad, lo cual hace pensar que se han percatado de que no hacerlo tendría secuelas socioe- conómicas adversas. Sus inquietu- des han encontrado asidero en que, según las investigaciones del FMI, la desigualdad hace menos duradero el crecimiento económico.


Esta conclusión ha concitado abun- dante atención porque demuestra el costo económico directo derivado de un alto grado de desigualdad, además de los costos señalados por otros investigadores (ajenos al FMI), como la captura del proceso político por parte de las élites y la menor cohesión social. Esta conclusión significa además que la desigualdad cae dentro del ámbito de la labor encomendada al FMI: fomentar un crecimiento sostenido, uno de los objetivos del asesoramiento del FMI, exige prestar cierta atención a la desigualdad.


• ¿Por qué una mayor des-


igualdad termina siendo perjudicial para el crecimiento duradero? En las economías en desarrollo, la des- igualdad elevada a veces ha desen- cadenado crisis sociales o políticas, que a la larga pueden descarrilar el


crecimiento.


En el caso de las economías avanza- das, las investigaciones demuestran que una mayor desigualdad del in- greso puede inducir a los hogares de ingreso bajo y mediano a endeudar- se excesivamente, lo cual a la larga puede desencadenar una crisis; esta secuencia de eventos se observó en los períodos previos a la Gran Depre- sión y la Gran Recesión. El examen más reciente del FMI sobre la econo- mía de Estados Unidos muestra que la polarización del ingreso desde 2000 “ha tenido un impacto nega- tivo en la economía que ha frenado el principal motor de crecimiento de Estados Unidos: el consumo”.


Curas para la desigualdad exce- siva


Los estudios de las causas y las con- secuencias de la desigualdad exce- siva lógicamente abrieron el debate sobre los posibles remedios.


Por ejemplo, si las políticas fiscales contribuyen a la desigualdad, las recomendaciones del FMI sobre el diseño de esas políticas deben tener en cuenta tal hecho, dado que las consecuencias distributivas pueden ser inherentemente importantes para algunos gobiernos y, además, pueden reducir la durabilidad del crecimiento.


El diseño de la política fiscal es crí- tico tanto para la distribución como para la “pre-distribución”; es decir, la tarea de mejorar la igualdad de opor- tunidades para evitar de entrada que surja la desigualdad. Una de las polí- ticas en cuestión es la de gasto públi- co en salud y educación, que puede crear oportunidades más equitativas para los integrantes de hogares de bajo ingreso.


En cambio, la redistribución se refie- re a medidas tomadas a posteriori, para que el ingreso disponible —o neto— sea más igualitario que el ingreso de mercado. Esto se logra mediante la tributación progresiva, transferencias de efectivo a familias de bajo ingreso y otras prestacio- nes de bienestar. Una importante conclusión de las investigaciones, con implicaciones para el diseño de muchas políticas, es que la redistri- bución, salvo que sea extrema, no incide negativamente en el miento.


creci-


Conclusión


En resumen, las investigaciones del FMI han aportado mucho al estudio de la desigualdad.


• En lo que respecta a las


causas, la conclusión de que las polí- ticas económicas son determinantes importantes de la desigualdad impli-


ca que los gobiernos pueden tomar medidas para reducir la desigualdad si la consideran excesiva.


• En cuanto a las conse-


cuencias, se ha demostrado que la desigualdad tiene un costo económi- co directo en términos de la menor durabilidad del crecimiento, con lo cual la desigualdad queda encuadra-


da dentro del mandato básico de la institución.


• En lo que atañe a las curas,


el diseño de las políticas debe tener en cuenta los resultados en materia de distribución. Esto es algo que está cada vez más presente en el asesora- miento que el FMI brinda a los países miembros.


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