Inseguridad Ciudadana


Instituciones didácticas y de Información ¿Usted tiene o no tiene confi anza en las siguientes instituciones?


% Sí Confían POLICÍA


España Chile


Portugal


EE.UU. (Latinos) Nicaragua Colombia Ecuador Uruguay Honduras Salvador Bolivia


Costa Rica Panamá Brasil


Argentina Perú


Guatemala México


Venezuela Paraguay


R. Dominicana Total Iberoamérica


68 64 61 58 56 50 42 40 38 36 32 31 31 27 27 26 21 16 15 14 14 35


Fuente: Barómetro de Gobernabilidad de Iberoamérica, 2010.


Enfoques utilizados para combatir la criminalidad A pesar del consenso que existe respecto a las con- secuencias adversas de la inseguridad en la región, la situación ha sido enfrentada en cada país con diver- sos programas y enfoques que en muchos casos no han sido efectivos porque no han tenido en cuenta todas las causas de la criminalidad, o han sido esfuer- zos de instituciones del Estado aislados y desorde- nados, o enfoques a muy corto plazo y sujetos a los vaivenes de los ciclos electorales. Algunos de los programas aplicados en el hemis-


ferio han tenido en cuenta orientaciones convencio- nales de castigo frente al crimen, mientras que en otros países han surgido programas más novedosos


21 Campaigns&Elections Octubre 2010


Mayor o igual 50% Entre el 30 y el 49% Menor o igual a 29%


e integrales que privilegian la prevención del delito y la inclusión del individuo en la sociedad. Planes de “mano dura”: en algunos países de la


región donde el problema de la violencia ha toma- do proporciones alarmantes, como en El Salvador, el Gobierno adoptó a inicios de esta década progra- mas de mano dura y tolerancia cero para reprimir la violencia y perseguir a las pandillas. Estos programas estuvieron acompañados de reformas penales para endurecer las penas, y darles a los menores de edad un tratamiento menos laxo. En el afán de mostrar resultados efectivos e in-


mediatos a la opinión pública, -quien registraba en las encuestas altos porcentajes de percepción de inseguridad-, se acudió a la práctica de operativos y redadas policiales para arrestar pandilleros que eran llevados a las cárceles y aparecían después en los medios de comunicación en manos de la policía y de- trás de las rejas. Esto pudo haber tenido un impacto directo en la población en el sentido de que mostra- ba a un Gobierno comprometido en el combate a la delincuencia. Sin embargo, estas políticas no fueron efectivas y no tuvieron los resultados esperados. Por el contrario, los homicidios siguieron en aumento, la delincuencia continuó rampante, y los porcentajes de percepción de inseguridad siguieron altos. Adicionalmente, estos programas contribuyeron


a profundizar la estigmatización que existe hacia los jóvenes como principales protagonistas del delito, a aumentar el abuso de derechos humanos, y tuvo el efecto adverso de agravar la situación penitenciaria, favoreciendo al problema de hacinamiento y de pro- cesos sin resolverse que abundan aún en las cárceles. Programas de prevención: los enfoques preven-


tivos están presentes en muchos programas dirigidos específi camente a frenar factores de riesgo como la violencia intrafamiliar, la delincuencia juvenil, el con- sumo de drogas y de bebidas alcohólicas, la tenencia de armas, por nombrar algunos. Estos programas par- ten de la base de que es necesario atacar la raíz del problema, no sus consecuencias. Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, por cada dólar invertido en medidas de prevención, se ahorran en el futuro US$ 7 en medidas de represión y control. Un ar- gumento más para favorecer este tipo de programas. Planes integrales de seguridad: otros países


han aprendido de sus contrapartes en la región y to- mando las mejores prácticas han puesto en marcha


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