LA CLÍNICA DÍA A D
PELUQUERÍA
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Champú Un buen champú siempre ha sido la base de una buena peluquería. ¿Qué es un buen champú? Está claro que es aquel que, entre otras caracte- rísticas, cumple con un pH adecuado para nues- tro perro, esto es, sobre 7,5. Si el champú no indica su pH debemos desconfiar, y si nos indica un pH de 5,5 o neutro, es porque es un producto de humana metido en un bote para animales. Otra característica importante es la hidrata- ción. En la mayoría de los casos buscamos una buena hidratación y, para ello, yo soy partidario del champú con aceite de visón (no sintético). La hidratación que conseguimos con un aceite animal no la vamos a conseguir nunca con un aceite vegetal. Otra revolución ha sido el champú para Terrier con el que hemos logrado bañar tantas veces como queramos a los terriers con la técnica de trimming sin que perdamos textura. Además, tenemos champús para problemas específicos como los bien conocidos del árbol de té, o los buenos anticaspa, que la erradican en una sola sesión. Todo ello pasando por el champú de limón que proporciona un efecto rústico o el champú de Aloe vera, aceite de almendras, etc. que han revolucionado nuestra peluquería.
Intensificadores de color Sirven para disimular las imperfecciones de color del manto de nuestra mascota. Este efecto se con- sigue gracias al tono azulado del producto que tras su aplicación y secado del pelo, al exponerse a la luz, potencia el color natural del manto. Dis- ponemos de intensificadores para tonos claros, oscuros, rojizos, castaños, tostados y dorados. Fueron un verdadero problema al principio, cuando se usaban puros, ya que si se excedía el tiempo de aplicación del producto, el perro se quedaba azul. Hoy en día, la mayoría los encontramos en preparados con champú y con-
centrados en proporciones de hasta 1:30 partes, lo que supone un producto muy rentable para el profesional.
EL PROFESIONAL DE HOY NO “PELA”, EL PROFESIONAL “MANTIENE”.
Acondicionador Está claro que utilizar un buen champú es básico en la peluquería profesional, pero al final el champú es un producto que se nos irá por el desagüe. En cambio, el acondiciona- dor quizás sea el producto más importante de todos cuantos vayamos a utilizar. Además es el que más juego nos dará. Podemos utilizar un solo producto como suavizante del pelo, mas- carilla reparadora, para crear volumen o, por el contrario, para dar un efecto pesado, como sueltanudos o incluso para recoger y mantener paquetitos de pelo simplemente cambiando las proporciones del producto. Por supuesto nos referimos a acondicionadores profesionales que podemos dejar en el pelo de animal sin que lo queme o estropee. Jamás debemos utilizar todos aquellos productos que nos avisen en la etiqueta “lavar inmediatamente con agua abun- dante”. Podemos decir que el acondicionador es el gran chivato. Cualquier persona que sepa “tocar el pelo” de su perro sabrá si el acondi- cionador utilizado por el peluquero ha sido bueno o malo, aun sin saber que el pH deba ser bajísimo o nos permita cerrar las escamas
Nº49 l ateuves
Baronb/
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