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perros y gatos
Mascotas sénior
La vejez es un proceso natural que conlleva una serie de cambios en la vida de los animales de compañía y una adaptación del propietario a las nuevas necesidades de su mascota.
CAROLINA RODRÍGUEZ
ESPECIES@ GRUPOASIS.COM
Imágenes Especies
Al igual que las personas, los avances
científicos han hecho que la esperanza de vida de las mascotas sea cada vez más larga. El término “sénior” o “geriá- trico” ya nos es familiar y todos conoce- mos casos de animales que han supera- do ampliamente los doce o trece años. ¿A qué edad se considera a un ani-
mal sénior? En el caso de los perros de raza grandes a partir de los seis o siete años, mientras que en razas pequeñas se retrasa hasta los diez años. Como media, el término sénior se suele apli- car a perros a partir de los siete años. En los gatos, algunos autores hablan de los ocho años y otros lo atrasan hasta los diez. Independientemente de estas diferencias de rangos, lo importante es concienciar al propietario de la impor- tancia de proporcionar los cuidados es- pecíficos y adecuados a cada fase de la vida del animal.
Es común que el
propietario justifique
los síntomas de enfermedad con los cambios propios de la edad.
Signos de envejecimiento
Los propietarios de animales sénior
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pueden observar una serie de cambios en su mascota producto de la edad y del deterioro del organismo. Veamos algunos:
Movimientos más lentos. Esto no
siempre es evidente; en ocasiones son cambios sutiles a la hora de levantar- se, echarse o utilizar las escaleras. Hay que comprobar si se trata de un agarro- tamiento de los músculos o de que el animal duda a la hora de realizar estas acciones. También si los cambios de tiempo (lluvia, frío) empeoran estos mo- vimientos. Una posible causa de estos movimien-
tos lentos puede ser la artritis, sobre todo en perros de razas grandes; sin embargo hay enfermedades como el hi- potiroidismo que pueden producir este mismo síntoma. En el caso de los gatos, quizá el ani-
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mal duerme más de lo normal, no quiere trepar a zonas a las que antes accedía sin dificultad o le resulta complicado asear- se determinadas partes del cuerpo.
Pérdida de audición. Puede ser pro-
ducto de la edad pero también de infec-
Mente confusa
Al igual que las personas, tanto perros como gatos puede sufrir demencia con la edad. Hay unos signos que pue- den dar pistas sobre esta condición:
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El animal se queda quieto con la cabeza apuntando a una esquina o espera que una puerta se abra por el lado contrario.
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El perro puede deambular ansioso por la casa sin nin- gún tipo de motivo.
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El gato puede dormir más de lo que es habitual en él y mostrarse muy ansioso y estresado por la noche. En el caso del perro, los patrones de sueño pueden cambiar: duerme de día y permanece despierto por la noche.
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Tanto perro como gato pueden “olvidarse” de comer. Por supuesto, una aparente disminución del apetito puede deberse a otras causas que deben investigarse.
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El perro puede ladrar sin motivo porque por ejemplo no reconoce a los miembros de la familia o porque se pierde en la casa. En el caso del gato, puede emitir sonidos extraños y más altos de lo normal. Se cree que esta excesiva vocalización se debe a que se sienten confusos, sobre todo por la noche.
En los gatos se puede dar una disminución del aseo. Esto también puede ser debido por ejemplo a que pa- decen una artritis u obesidad que dificulta el acceso a ciertas zonas del cuerpo.
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ciones, parásitos, crecimientos anorma- les en el canal auditivo, etc. Cuando el propietario detecta este problema en su mascota debe llevarlo inmediatamente al veterinario para descartar otras causas ajenas a la edad. Ojos “acuosos”. El cristalino se hace
compacto y la zona de la lesión se ve de color gris plata (“ojos nublados”). Ge- neralmente no interfiere con la transmi- sión de la luz y por tanto no disminuye la visión. No debe confundirse con las ca- taratas, de color blanco-opaco. Una visita al veterinario despejará las dudas. Atrofia muscular. En animales viejos se
puede observar una pérdida de la masa muscular, sobre todo en la cabeza y en las extremidades posteriores, pero tam- bién hay enfermedades que cursan con esta atrofia.
Aclaramiento del pelo. Es común que
aparezcan pelos grises en la cara.
¿Enfermedad o vejez?
Es muy común que el propietario de
un animal sénior observe alteraciones del comportamiento del animal u otra
En animales viejos se puede observar una pérdida de
masa muscular,
sobre todo en la cabeza y en las extremidades posteriores.
serie de signos y piense que son “cosas de la edad” y no debidos a una enferme- dad. Aunque es recomendable que un veterinario realice un examen periódico de estas mascotas, hay algunos signos que deberían hacer adelantar esta visita al profesional sanitario:
Dolor en las articulaciones. Como de-
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cíamos antes, la artritis es muy común en animales sénior, aunque puede afec- tar a mascotas de cualquier edad.
Mal aliento, encías que sangran. Con-
forme el animal envejece, la acumula- ción de sarro, la gingivitis e incluso la pérdida de dientes son problemas po- tenciales. El mal aliento también pue- de ser debido a enfermedades como la diabetes, enfermedades renales o infec- ciones.
Disfunción cognitiva. Tanto perros
como gatos pueden desarrollar demen- cia con la edad.
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