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en portada
Garrapatas,
transmisoras de
enfermedades
Las garrapatas no sólo son parásitos chupadores de sangre, sino que pueden actuar como vectores de diversas enfermedades.
CAROLINA RODRÍGUEZ
ESPECIES@ GRUPOASIS.COM
Imágenes Especies
La primavera implica un incremen-
to de la temperatura y de la humedad, factores fundamentales para que las garrapatas se “activen” y comiencen a acechar a las mascotas. Es tiempo de to- mar precauciones e informar a nuestros clientes de la importancia de prevenir la picadura de estos parásitos, no sólo por el hecho en sí de que se alimentan de sangre, sino porque pueden transmitir enfermedades tanto a animales como a personas. Veamos algunas de ellas.
Enfermedad de Lyme
La borreliosis o enfermedad de Lyme
está producida por bacterias del género Borrelia. La más común de ellas es Bo- rrelia burdogferi. Se transmite a través de la picadura de una garrapata que por- ta a esta bacteria.
La fiebre, las cojeras por una inflamación articular, la apatía y la falta de apetito son los síntomas más comunes de la enfermedad de Lyme.
Conocer al enemigo
Las garrapatas no son insec-
tos, son parásitos externos
que tienen ocho patas y que pertenecen a la familia de los arácnidos. Por este motivo, los insecticidas no tienen efecto sobre ellas.
Las garrapatas no saltan
como las pulgas hacia sus víc- timas, sino que se colocan en la parte superior de las briznas de hierba con el primer par de patas en alto, y cuando pasa el animal se enganchan a él.
La mascota no suele darse cuenta de la presencia de la garrapata sobre él, porque cuando se alimenta de su san- gre, inyecta una sustancia anestésica junto con su saliva. Algunos componentes de esta saliva actúan a modo de ce- mento y permiten a algunas especies de garrapata aga- rrarse mejor al pelo del animal
y evitar la coagulación de la
sangre que ingieren.
Algunas garrapatas pueden
vivir hasta seis meses sin ali- mentarse.
Los signos clínicos pueden apa-
recer de dos a cinco meses tras la exposición a las garrapatas infectadas. El síntoma más común es la fiebre, acom- pañada de cojeras por una inflamación articular, apatía y falta de apetito. En cuadros crónicos se puede producir una artritis más grave, inflamación del mio- cardio, alteraciones renales, dermatitis o incluso trastornos neuronales. Los hospedadores son roedores, lago- morfos, perros, gatos y el ser humano.
Ehrlichiosis
La ehrlichiosis canina está producida
por microorganismos del género Ehrli- chia, entre los que destaca Ehrlichia ca- nis, que afecta a múltiples especies de la familia Canidae, fundamentalmente al perro doméstico, aunque zorros, coyo- tes y chacales se consideran reservorios naturales del agente. Aunque la enfer- medad se presenta independientemente de la edad, el sexo y la raza, el Pastor Alemán parece ser el más susceptible, desarrollando la fase crónica de manera más frecuente que otras razas. Los síntomas principales son fiebre, de-
presión, anorexia, inflamación de ganglios y del bazo, edema en las extremidades, descargas oculares y nasales, alteraciones respiratorias y sangrado, sobre todo por la nariz. En los casos crónicos se puede dar fallo renal, artritis e incluso muerte.
Parálisis por picadura de garrapata
Al contrario de las enfermedades
que hemos visto antes, la parálisis por picadura de garrapata es una patolo- gía producida por la propia garrapata, en concreto por una neurotoxina de la saliva secretada cuando se alimenta. Se
cree que las principales causan- tes son hembras de garrapata que contienen huevos en su abdomen por-
que se alimentan durante más tiempo que otras hembras o los machos, y por tanto inyectan mayores cantidades de esta neurotoxina en el hospedador.
La parálisis por picadura de garrapata se produce por una toxina de la saliva de este parásito que afecta al sistema nervioso.
Los síntomas aparecen entre 6 y 9 días
tras la adherencia de la garrapata al animal, aunque se han dado casos en los que apa- recen entre 3 y 10 días después. El animal presenta un cuadro de incoordinación y una parálisis parcial. A medida que avanza la enfermedad, aparecen las dificultades respi- ratorias, los vómitos, la falta de reflejos y la imposibilidad de permanecer de pie. Estos síntomas sólo se producen mientras la garra- pata está adherida al animal, si se elimina, el cuadro se puede resolver en uno o tres días. No obstante, la ausencia de tratamiento pue- de llevar a la muerte de la mascota.
Medidas preventivas
El mercado ofrece numerosos pro-
ductos antiparasitarios en formatos muy variados para prevenir o tratar una infes- tación por garrapatas. Collares, pipetas o spot-on, sprays… existen múltiples pre- sentaciones disponibles. Además de aplicar productos quími-
cos, es fundamental que el propietario detecte lo antes posible la presencia de garrapatas en su mascota para poder to- mar las medidas oportunas. Es recomen- dable evitar las zonas con hierba alta, pero si no es posible, debería revisarse al animal tras el paseo, sobre todo en las zonas donde las garrapatas suelen loca- lizarse: orejas, cejas y axilas.
Bibliografía disponible en
www.especies.
grupoasis.com/bibliografias/garrapatas 134.doc
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parásitos externos
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