Morillo la personificación de los valores de la marca de Pacha, él empezó todo esto con su álbum ‘My World’ en el 2004 presentando a P Diddy.


“Para mí en ‘My World’ tenía mucho sentido reunir estos dos mundos, especialmente en América”, dice emocionadamente cuando anclamos junto a los yates de millonarios en aguas de Formentera, bebiendo cerveza de la nevera mientras la música house emana a todo volumen y notablemente de su poderoso sistema de sonido que Morillo ha instalado especialmente, las chicas bailan alrededor de la cubierta.


“El hip hop era tan grande y la música dance ha tardado mucho tiempo en ponerse al nivel, pero ahora tenemos a Lady Gaga, a los Black Eyed Peas trabajando con David Guetta, y el nuevo álbum de Kelis que es prácticamente un álbum de música dance. Es fantástico ver como esto ocurre. Se trata de ampliar los horizontes musicales de la gente y elevar el dance”.


Fue esta mezcla de estilos musicales lo que primero atrajo a Morillo a los grandes escalones del dance durante los días de Reel 2 Reel cuando era más reggae que rap, lo que marcó su impronta dance en su compás de cuatro por cuatro. Es un truco que está en proceso de repetir, informándonos que actualmente está hablando con Shaggy para trabajar juntos, además de colaborar una vez más con P Diddy en un nuevo álbum – que actualmente tiene una larga lista de 38 temas – e invitándole a actuar en Pacha el 4 de agosto como Diddy Dirty Money.


“Tengo un montón de colaboraciones, no sólo con artistas de hip-hop”, señala. “Cuando haces giras y vas a after-parties te encuentras con todo tipo de gente. Cuando llevas un rato hablando les dices ‘oye, ¿quieres hacer algo juntos algún día?’. La mayoría aceptan. Estoy haciendo música con cantantes y músicos de flamenco. A veces funciona, a veces no. Simplemente echas los dados y esperas a ver lo que sale. Pero como siempre, se trata de divertirse. Ahora mismo disfruto mucho de la música”.


Si el periodo minimal de Ibiza, con la ketamina como su droga, les robó a las discotecas su clientela brillante, feliz y bien vestida en la que Morillo dependía, una ola de nuevas publicaciones para Subliminal vuelve a traer lo sexy, mientras que el su otro sello, Sondos, está esparciendo la visión de Morillo del tribal house para gran sala, con temas de Cevin Fisher y Thick Dick, aka E-Smoove, en proceso de producción, .


“Perdí interés durante un tiempo cuando el sonido minimal estaba de moda”, admite, pero está claro, por su forma rápida de señalar las dieciocho publicaciones que Subliminal sacará entre junio a agosto, que después de años de sonidos deep y bleeps, se siente vigorizado. “Me están enviando un montón de música buena y pienso, ¿cómo voy a conseguir publicar todo esto? Harry regresa con venganza, tengo dos discos suyos y Jose Nunez tiene ‘Dance Again’ con un filtro disco que pienso que va a ser un gran éxito”.


Después de comer con Erick y su séquito en Formentera es aparente por la forma en que bromea, flirtea y canta en la mesa mientras devoramos platos de marisco seguido de fruta fresca y hierbas que está gozando de la


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vida. Pero detrás de sus bravuconerías bondadosas hay destellos de otro aspecto de su personalidad.


“En agosto hago unos veintitrés eventos. A veces voy a lugares donde tengo amigos pero a veces voy a algún sitio donde no conozco a nadie y me paso el día viendo la CNN en el hotel”, confiesa. “No digo esto para que la gente se sienta mal, sino porque me encanta mi vida y no me quejo. No trabajaría tan duro si no me gustase”.


Sin embargo, este insaciable deseo de hacer que las cosas sigan adelante, como su nuevo recopilatorio de ‘Subliminal Voodoo Sessions’ (ya a la venta) que Erick llama “el trabajo más sexy que he hecho hasta la fecha, está por encima de lo que he hecho en el pasado”, también tiene su precio. “Una de las cosas más difíciles es la falta de estabilidad, la falta de asentarse con alguien y tener una relación”, dice cándidamente de su estilo de vida nómada que lleva viviendo hace más de veinte años. “A veces no quiero tener una relación, sólo quiero divertirme. Pero a veces ansío una, especialmente al final del verano cuando tengo que irme a casa y es invierno. Ése es uno de los aspectos a los que he renunciado por trabajar duro. Pero ya veremos, es porque tiene que ser así. Se lo dejo al universo”.


Es esta naturaleza atrevida, y una seguridad en sus propias habilidades, que impulsa a Morillo quien revela que sus ambiciones futuras van más allá de la música.


“Estoy ocupado comprando una casa en LA. Realmente quiero actuar así que voy a intentarlo. He hecho cosas para Channel 4 y MTV presentando en frente de la cámara y siempre me he sentido muy natural así que voy a ir allí en invierno y probar. La música es algo que realmente me emociona, voy a seguir trabajando en el sello y produciendo. Sólo voy a ir a audiciones y ver qué pasa”.


A juzgar por sus actuaciones anteriores, sólo puede salir algo bueno de esto.


“Me encanta esta isla”, reflexiona Erick mientras regresamos a Ibiza después de una tarde de fiesta a bordo, y el sol empieza a caer en otra preciosa puesta. “Tengo suerte de vivir esta vida”. Después de haber pasado un día encantador viviendo la misma vida, sólo podemos estar de acuerdo.


‘Voodoo Nights’ de Subliminal Sessions de Erick Morillo es cada miércoles en Pacha hasta el 29 de septiembre. Las entradas cuestan a partir de 37€.


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