38
reptiles Alimento vivo en terrariofilia
Numerosas especies de insectos pueden criarse como alimento para animales de terrario. En este artículo se hace una revisión de algunos de ellos.
ÁNGEL GARVÍA BIÓLOGO
Imágenes cedidas por el autor
El uso de alimento vivo tiene más re-
levancia y, sin duda, mayor rotación co- mercial en terrariofilia que en acuariofilia. En esta última, si bien es cierto que es un recurso imprescindible en ciertas especies marinas, en general se emplea más como complemento a una alimentación artificial basada generalmente en preparados secos o liofilizados específicos para peces orna- mentales. Pero en terrariofilia no existe un análogo al popular alimento en escamas de peces, excepto el pienso para tortugas de agua dulce. En una gran parte de los anfi- bios, reptiles y artrópodos de dieta carnívo- ra u omnívora que se mantienen en cauti- vidad con fines ornamentales, el suministro de alimento vivo es el principal y muchas veces el único sistema de alimentación. Es innegable que se ha producido un
enorme avance en calidad, composición y presentación de piensos extruidos y otros preparados alimenticios artificiales para animales de terrario, lográndose en algunos casos composiciones nutricio- nales completas y equilibradas. Existen piensos diseñados para tortugas terres- tres y acuáticas, iguánidos y otros saurios. En el mantenimiento de anfibios y repti-
les en cautividad, los preparados desecados o liofilizados de crustáceos e insectos acuá- ticos y terrestres (gammarus, artemia, larvas de dípteros, grillos, etc.) tienen un uso muy concreto. Los primeros son aceptados por tortugas acuáticas, ajolotes y otros urodelos, ranas de uñas, etc. Los segundos se usan como complemento al alimento vivo en el caso de omnívoros. Por otro lado, el alimen- to fresco troceado es menos usado en terra- rio, aunque muchos anfibios y arañas son capaces, con paciencia y cierta experiencia de manejo, de aceptar trozos de tamaño adecuado de alimento fresco (carne roja, pollo, pescado, etc.), ofrecidos con unas pinzas. A modo de resumen, podemos de-
Un lagarto del géneroMabuya, comiendo un grillo.
cir que mientras en acuariofilia la obligato- riedad de suministrar alimento vivo es una excepción más que una norma, en terrario- filia, o por lo menos en ciertos grupos de animales de terrario, sucede lo contrario. Suministrar presas vivas presenta inne-
gables ventajas, tanto nutricionales como de estímulo para incitar al animal a alimen- tarse. Las presas pueden ser recolectadas en su medio natural o criadas, con lo que se minimizan los problemas de abasteci- miento y los riesgos de introducir patóge- nos. Hay diferentes tipos de animales que
son empleados como alimento vivo, desde gusanos (tubífidos, guindal, microgusanos, lombrices, etc.) a crustáceos acuáticos (pul- gas de agua, artemia, etc.), pasando por roedores o pollitos y, por supuesto, insec- tos. Los insectos son el tipo más numeroso y son adecuados para alimentar artrópo- dos, insectos y reptiles. En ellos nos vamos a centrar, comentando someramente las es- pecies que se comercializan y alguna otra que es potencialmente interesante, además de mencionar si es factible su cría a nivel industrial y a nivel particular o casero.
Si en acuariofilia la obligatoriedad de suministrar alimento vivo es una excepción, en ciertos grupos de animales de terrario sucede lo contrario.
Lepidópteros De modo industrial se cría la polilla de
Una muestra de insectos criados vivos para alimento de terrariofilia. 141
las abejas Galleria melonella (Linnaeus, 1758) con preparados a base de miel. Sus larvas, conocidas como gusano de la miel, son aceptadas por multitud de anfi-
bios y reptiles pues son blandas y fáciles de digerir. El gusano de la seda, Bombyx mori (Linnaeus, 1758), se puede adqui- rir en el comercio ocasionalmente como mascota, pero igualmente puede ser uti- lizado como alimento para reptiles y es factible su cría casera. Una alternativa son los taladros del maíz,
Sesamia nonaigroides (Lefebre, 1827) y Ostrinia nubilalis (Hübber). Sus larvas pueden suministrarse como alimento para una gran variedad de animales, pues de- pendiendo de su fase larvaria miden de 3 a 30 mm. No se pueden encontrar en el comercio, pero se crían de modo indus- trial en laboratorio con papillas alimenti- cias. De modo casero es posible completar su ciclo vital alimentándolos con maíz y plantas de 20-30 cm de maíz como pone- deros. Los lepidópteros adultos de las es- pecies citadas son capturados con agrado por anfibios, geckos y otros reptiles.
Blatodeos Actualmente, las cucarachas se man-
tienen en cautividad con fines puramente ornamentales, pero también para alimento de artrópodos, reptiles y anfibios de gran porte. Con este último fin se crían diferen- tes especies y posiblemente la más usada es Blaptica dubia (Serville, 1839), la cuca- racha gigante argentina de unos 45 mm de longitud. Es la más comercializada y muy popular también entre los aficionados a la hora de elegir criar en casa insectos como alimento. Excepto en que crecen más des- pacio, en comparación con la de grillos la cría de esta cucaracha presenta más venta- jas: mejor relación de proteína digerible,
Page 1 |
Page 2 |
Page 3 |
Page 4 |
Page 5 |
Page 6 |
Page 7 |
Page 8 |
Page 9 |
Page 10 |
Page 11 |
Page 12 |
Page 13 |
Page 14 |
Page 15 |
Page 16 |
Page 17 |
Page 18 |
Page 19 |
Page 20 |
Page 21 |
Page 22 |
Page 23 |
Page 24 |
Page 25 |
Page 26 |
Page 27 |
Page 28 |
Page 29 |
Page 30 |
Page 31 |
Page 32 |
Page 33 |
Page 34 |
Page 35 |
Page 36 |
Page 37 |
Page 38 |
Page 39 |
Page 40 |
Page 41 |
Page 42 |
Page 43 |
Page 44 |
Page 45 |
Page 46 |
Page 47 |
Page 48 |
Page 49 |
Page 50 |
Page 51 |
Page 52 |
Page 53 |
Page 54 |
Page 55 |
Page 56