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en portada


Cuidados Una vez que el conejo llega a la tien-


da, lo alojaremos en un lugar agradable y seguro, lo más pronto posible. Tendre- mos especial cuidado con las corrientes de aire y cambios de temperatura, sobre todo en verano. Estos animales son muy delicados y aguantan mal el calor. Nos aseguraremos de que tenga agua limpia y heno (es esencial que el heno no falte en su dieta desde el primer día de llegada a la tienda) a su disposición durante todo el día, y también pondremos pienso en forma de pellets y de alto contenido en fibra. Así mismo, también podemos aña- dir algún juguete para que se entretenga.


Las tiendas de animales tienen la responsabilidad de estos animales, desde que llegan al establecimiento hasta su posterior compra.


Enfermedades


Los conejos llegan a la madu- rez sexual muy pronto, las razas enanas incluso a los tres meses. Si queremos tener una pareja de distinto sexo será necesario esterilizarlos. Las conejas no es- terilizadas tienen un alto riesgo de desarrollar cáncer de útero. Un estudio reveló que más del 80% de las hembras enteras te- nían cáncer de útero antes de los 3 años, y este porcentaje de riesgo aumenta con la edad del animal. Las enfermedades más comunes son bola de pelo, có- licos, pasteurelosis, otitis, sarna, hongos, E. cunículi, coccidiosis, maloclusión dental y enfermeda- des reproductivas (si no están es- terilizados). Tendremos en cuenta que la vida media de un conejo es de unos 8 años, pero pueden llegar a vivir hasta 12 años.


Un conejo pequeño no significa que necesite menos espacio: los de raza enana suelen ser más movidos y nerviosos.


Si somos afortunados y disponemos


Animales delicados Antes de decidirnos por tener como


mascota a un conejo hay que valorar el tipo de vida que tenemos. Un conejo, aun- que parezca lo contrario, no es la mascota ideal para un niño, y son animales delica- dos y asustadizos. La edad del niño es un punto a tener en cuenta: si son pequeños procuraremos estar presentes cuando in- teractúen e impediremos que los cojan; si son mayores, pueden ser responsables de ellos siempre y cuando aprendan a coger- los, sin miedo a que se produzcan lesio- nes tanto en el conejo como en el niño (mordiscos, arañazos, movimientos que hagan que al niño se le caiga, etc.). Si tenemos otros animales domésticos,


tendremos que plantearnos si la convi- vencia puede llegar a ser viable. El co- nejo tiene un instinto innato heredado de sus parientes salvajes, que son presas de toda clase de animales carnívoros. En caso de que decidamos llevar un conejo a una casa en la que haya perros o ga- tos, tendremos que disponer un tiempo de adaptación, incluso pensar que pue- de ser que nunca se acepten y tengan que estar separados, o que nunca po-


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drán estar sueltos a la vez en la misma habitación. Si se tiene un hurón es mejor no llevar un conejo a la casa si somos primerizos. En caso de cobayas y otros pequeños mamíferos no suele haber grandes problemas, pero habrá que in- formarse. El vuelo de los pájaros puede llegar a asustar a un conejo, ya que se trata de una presa en su estado salvaje.


Destructores Si vivimos en una casa alquilada ten-


dremos en cuenta que estos animales suelen ser destructores. No son roedo- res, pero disfrutan mordiendo molduras, rodapiés, paredes, cables, arañando el parqué, etc. El carácter del conejo pue- de cambiar al llegar a la adolescencia: un mimoso y dulce gazapo puede con- vertirse en un diablillo difícil de tratar. Conejos que hayan convivido juntos des- de gazapos pueden empezar a pelearse. Para decidir la clase de alojamiento del conejo en su nuevo hogar tendremos en cuenta varias opciones. El espacio del que disponemos y el tiempo que el co- nejo podrá disfrutar de libertad prima- rán a la hora de elegir.


de bastante espacio, podemos optar por un parque; si nos decidimos por la jaula lo ideal sería que fuera de un metro de larga como mínimo, y donde el conejo se pueda poner de pie sin dificultad. Un ejemplar pequeño no significa que nece- site menos espacio: los conejos de raza enana suelen ser más movidos y ner- viosos que sus hermanos más grandes. Deberemos acondicionar el sitio donde hagan ejercicio, forrar cables, proteger muebles, etc.


Cita con el veterinario Aunque el conejo ha estado controlado


en una tienda, lo primero que se debe ha- cer es concertar una cita con un veterina- rio de exóticos. No todos los profesionales saben tratar conejos, y tendremos que sa- ber si en nuestra localidad hay veterinarios que los sepan tratar. Recomendamos un análisis de heces y, si el veterinario lo con- sidera necesario, una revacunación. Ellos nos darán las pautas de vacunación o revi- siones futuras que necesiten.


El heno, fundamental La alimentación correcta de un conejo


es primordial, gran parte de su salud de- pende de ello. El heno es fundamental, aporta la fibra tan necesaria para ellos y ayuda a desgastar sus dientes. Com- plementaremos su dieta con un poco de pienso de buena calidad y algunas ver- duras de hoja verde (hojas de zanahoria, acelga, borraja, canónigos, rúcula, etc.). Ocasionalmente podremos dar tomate, zanahorias, trocitos de fruta, etc. Para ampliar la información, adoptar


y consultar dudas, podéis visitar nuestra web: www.anacweb.com.


pequeños mamíferos y cachorros


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