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ogros ejemplares
Tampoco es una exageración. La vida Si a esto le sumamos una visita del tras se hace divino, toca el saxofón, los
de Fela es desmesurada y casi inventada ogro con su grupo a Estados Unidos a teclados, las trompetas, las flautas, las
por un grupo de escritores a sueldo. No fines de la década de los 60, la cosa aga- guitarras y los instrumentos de percu-
hay ni un solo dato plano, sin sal. Kuti, rra más sabor. En esa época Kuti hizo su sión que se le atraviesen en su camino.
para no desmentir a sus biógrafos, arma maleta y conoció a una odalisca, quien le Su mano es mágica y su voz atronadora.
un primer grupo, Koola Lobitos, y con presentó a las Panteras Negras, le habló En su reino se acogían a los más nece-
ellos inventa una galaxia tan astronómi- de Malcolm X y le atufó la cara con la sitados. La cooperativa se declaró estado
ca como musical: el afrobeat. fetidez de la palabra imperialismo. En independiente de Nigeria y era el sitio de
El género es un verdadero potaje para ese momento, y con la misma imagen reunión de activistas y revolucionarios
tragar por vía auditiva. Tiene cantos tra- mil veces fabulada de un Bolívar en esta- que buscaban la independencia. Y Dios,
dicionales africanos, un poco de funk, do de trance, Fela sabe que es un super- casi desnudo, explica lo que significaba
psicodelia, jazz y su dosis de locura. La hombre, que tiene una misión liberadora su nombre: Fela, el que hermana grande-
estructura, no podía ser de otra manera, en su país y vive el delirio en su Chimbo- za; Anikulapo, el que tiene control sobre
parece la de un líder que va reclutando razo. Piensa en cadenas, yugos y bravos la muerte; Kuti, su muerte no puede ser
gente para su causa: batería y percusión pueblos. Se monta en su caballo imagina- provocada por un humano.
suelen unirse al bajo para formar parte rio y regresa a su país, bautiza a su grupo Megalómano y genio, Fela crea los
de una repetición rítmica interminable, como Africa 70, su club lo da en llamar El días y sentencia las noches. Despide a
cíclica, en donde el resto de instrumen- templo y arranca con su Gran Colombia beatles de sus estudios para que no se
tos, ya sea la guitarra eléctrica o el órga- personal: la República de Kalakuta o Repú- apropien de su espíritu, rechaza contra-
no, van adivinando una melodía reforza- blica Canalla. tos multimillonarios después de consul-
da por la sección de saxos y marcada por O mejor aún: Fela es Zaratrusta pero tar a hechiceros y se niega a recortar sus
un chekere o una clave. Sumado a esto, con micrófono y con la endiablada capa- creaciones. Dice estar rodeado de yala-
una voz casi mineral, la de Fela, canta en cidad de sacarle sonido hasta a las pie- jis, mujeres con poderes especiales que
yoruba o pidgin (el inglés de la calle) y le dras. Le da por vestirse con micro shorts lo aconsejan, y hace lo que le da la gana.
pregunta a un aguerrido como numeroso y sin camisa. Así se pasea por sus domi- Sus composiciones no tienen límite de
coro sobre temas sensibles a los derechos nios, mientras se reproduce en tantas tiempo y nacen de sus estados de ánimo.
humanos y a la liberación de los pueblos notas como espermatozoides que va Kuti coge el instrumento que necesita,
oprimidos. En fin, hipnosis en estado regando. Kuti arma un mundo y juega a arma su legión y arranca guiado por una
puro y sin necesidad de recurrir al her- que Dios se está haciendo pasar por él, intuición felina. Nadie sabe qué va a salir
bolario universal. cuando éste último se descuida. Mien- de esto, pero el milagro brota. Con Fela
Julio 2009
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