ESCRIBIR CON LA LUZ


En la Plaza de Tian’anmen, Pekín


Viajando por la China Milenaria (1a


parte)


Viajar por China es verdaderamente apasionante, pues es un país precioso. Si realizas el viaje por la ruta conocida como la China Milenaria, tal como nosotros hicimos, te encontrarás en este viaje con imponentes tesoros arqui- tectónicos, sus paisajes son dignos de sus poemas, sus ha- bitantes son gentes cálidas y acogedoras y si eres amante de la gastronomía descubrirás suculentos manjares; si te has interesado por su historia y cultura verás que se trata de un crisol de pueblos, culturas, civilizaciones y un actual sistema político un tanto paradójico al menos para los ojos de un occidental. El contraste cultural es enorme, pero rápidamente te puedes adaptar al entorno. Si sumamos los habitantes de Japón, la Federación


Rusa, Estados Unidos y México obtenemos el total de la población china: unos 1.450 millones de personas. Es evidente que poco queda en la China actual de Mao


Tse-Tung y su figura hoy no deja de estar exenta de una una gran controversia, así como sus campañas de rea-


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firmación ideológica, su culto a la personalidad y los dos grandes acontecimientos que conmocionarían a las cla- ses sociales y políticas de su país, la Revolución Cultural y el Gran Salto Adelante. Después de su muerte el Partido Comunista Chino (PCCh) del que fuera su máximo dirigen- te publicó un análisis oficial sobre la responsabilidad de Mao en los problemas sociales y económicos derivados de sus políticas, en el que se le achacaban errores graves al tiempo que se le reconocía su papel como gran líder revolucionario y principal artífice de la subida del Partido Comunista al poder. A pesar de la gran transformación económica del país, donde cualquier parecido con las tesis marxistas-leninistas que él siempre defendió sería mero y casual incidente, pues para nada se parecen, pero desde su muerte el Partido Comunista Chino sigue valorando su figura como la de un gran líder, y fuente de legitimidad del Partido a pesar de sus errores. Las discrepancias y controversias se ciñen a los niveles de responsabilidad


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