Pero lo que realmente se aprecia en la colección fotográfica de Graciela Díaz es su ambición por comunicar, sus ansias por aportar todas las di- mensiones de la fotografía y explorar todas las aristas de la realidad que retrata. Ya lo he dicho a propósito de los animales, de los que nos da características y detalles que hacen más comprensible la toma. Del mis- mo modo, casi todas sus fotografías, aborden un tema u otro, una u otra posibilidad, vienen acompañadas de comentarios a pie de foto que des- cubren el trasfondo de sus instantá- neas. Consciente de que la fotografía no es sólo instante, o destello, sino significado y sobre todo indagación de la realidad circundante, Graciela aporta explicaciones que iluminan el momento recogido, poniendo la ex-
evita la visita a la enciclopedia; y algunas otras, de un poema o texto ajeno que vienen a demostrar que una imagen se complementa mejor con mil palabras. Sin buscarle las vueltas al valor añadido.
1Francisco Trinidad
periencia del fotógrafo y sus cono- cimientos sobre la escena rescatada a disposición de la información mu- chas veces intransitiva de la propia fotografía. A veces se trata de un mero apunte, suficiente para saciar la curiosidad inmediata; otras, de una verdadera muestra de erudición, que
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