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ecosistemas. Se prevé que de aquí a 2050 se registrará una pér- dida adicional del 38 % de la abundancia de especies forestales (PNUMA-GLOBIO 2008).


Se prevé que el promedio de abundancia de especies (PAE) mun- dial, una medida utilizada para elaborar proyecciones tanto de la diversidad de especies como de su abundancia, disminuirá de alrededor del 0,70 en 2000 a alrededor del 0,63 en 2050 (Alke- made et al., 2009). Poniendo estas cifras en un contexto, obser- vamos que un 0,01 del PAE mundial equivale a la conversión completa de 1,3 millones de km2


(una superficie del tamaño del


Perú o del Chad) de ecosistemas primarios intactos en zonas to- talmente transformadas sin ningún remanente de especies origi- nales, en menos de un decenio (Alkemade et al., 2009).


O, en otras palabras, una disminución prevista del 0,07 del PAE para 2050 equivale a la erradicación de todas las especies originales de plantas y de fauna silvestre en una superficie de 9,1 millones de km2


, aproximadamente el tamaño de los Es-


tados Unidos de América o de China, en menos de 40 años (Alkemade et al., 2009).


Al mismo tiempo, la abundancia de aves en los campos agrí- colas de Europa (así como en muchas otras partes del mundo), muchas de las cuales son migratorias, han experimentado ya una reducción espectacular, de alrededor del 50 %, en los últi- mos decenios (Fig. 6)


Casi un tercio de la superficie terrestre del mundo se ha conver- tido en tierras de cultivo y pastizales, y otro tercio se encuentra ya muy fragmentado, con efectos devastadores en la fauna silvestre (PNUMA, 2001; Alkemade et al., 2009; Pereira et al., 2011).


Los humedales y los lugares de descanso se han reducido en más del 50 % en el último siglo, y muchos de ellos son de importan-


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cia fundamental para las migraciones de aves (PNUMA, 2010a). El desarrollo costero está aumentando rápidamente y se prevé que afectará al 91 % de todas las costas tropicales y templadas para 2050 y contribuirá a más del 80 % de toda la contaminación marina (PNUMA, 2008). Esta situación tendrá consecuencias graves en las aves migratorias. El desarrollo costero es particular- mente crítico entre las latitudes 60º norte y sur.


Figura 6: Variaciones en la abundancia de aves en Europa du- rante los últimos 30 años (PNUMA, 2009; RSPB, European Bird Census Council (EBCC) Pan-European Common Bird Monito- ring Scheme (PECBMS)).


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