11 La tienda está dividida por zonas en
función del animal al que están destina- dos los artículos: perros, pájaros, gatos, etc. Evidentemente el espacio principal del establecimiento está dedicado al sil- vestrismo. Como inconveniente, al tra- tarse de un local pequeño, no disponen de escaparate.
VIVIR AL DÍA “Abrimos la tienda en el año 2010 y
nos pilló la crisis. Hemos intentado so- brellevarla tratando de no traer produc- tos muy caros y buscando aquellos que a los clientes les interesan”, manifiesta Elisabeth. Pero actualmente han obser- vado que los clientes confían más en ellos gracias a las soluciones que ofre- cen: “Somos una empresa seria y si hay algún producto que deja de funcionar en 15 días se lo retiramos y le enviamos otro”. Como medida de fidelización de vez en cuando aplican descuentos a los clientes que presentan la tarjeta de socio
de alguna peña malagueña o realizan descuentos promocionales puntuales. Otro aspecto que les ha ayudado a
asentarse y a crecer es que Alejandro es conocido en el sector; tiene experiencia en el silvestrismo desde hace más de 20 años. Acuden a vender y a darse a cono- cer a numerosos concursos.
PROBLEMAS DEL SECTOR Las grandes superficies pueden re-
presentar un problema para la venta de los productos que tienen para los ani- males de compañía en general (tienen mayor espacio y por tanto oferta y bajos precios). Sin embargo en el silvestrismo apenas les afecta, ya que están especia- lizados. El principal peligro para ellos se en-
cuentra en la venta de silvestrismo a tra- vés de la Red: “Hay mucha piratería en páginas de Internet donde venden sin estar dados de alta y sin pagar impues- tos, con precios más baratos que dañan a nuestro negocio”.
Disfrutar la naturaleza
El silvestrismo es una afición con más de 150 años de antigüedad que cuenta con aficionados en toda Europa, especialmente en España. El objetivo del silves- trismo es la cría en cautividad, la captura en vivo con permisos especiales y sobre todo la preparación para los concursos de canto de las especies de jilguero, par- dillo o verderón, así como sus respectivos mixtos (es decir, cruce entre canario y una de las especies mencionadas) que sólo se celebran en España. El silvestrista, por tanto, se ha de ver como un amante de la naturaleza que cuida y protege las especies que tanto ama; selecciona sólo aquellas que son válidas para los fines mencionados y devuelve a la libertad los ejemplares que no lo son.
Elisabeth Pérez Jiménez
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