Velada de tango Y un día llegó el momento de
saltar sin red. De hacer fotos que no quedarían en el espacio virtual de ningún sitio web, ni serían comenta- das por pares. Eso sucedió cuando, sin pensar demasiado la respuesta, respondí afirmativamente al ofreci- miento que me hicieron para realizar la cobertura de un espectáculo de tango. El desafío era doble. Hacer fotografías que resultaran del agrado de quienes me convocaban, y no re- signar mi forma y estilo en el intento. Ellos querían verse a ellos mis- mos, eso me quedaba claro. Las imá- genes que me tocaría componer ya
no tendrían como protagonistas los detalles que en otra ocasión hubiera registrado y puesto en el centro de la atención. La semana previa a la velada de tango lidié mentalmente con unas cuantas variables que ten- dría que tener en cuenta a la hora de estrenarme como fotógrafa en sociedad. Era de esperar que estuvie- ra lleno de gente y que fuera escaso el espacio para hacer las tomas. La iluminación, otro dilema. Cuando se baila tango, en general, no abunda la luz y ésta suele provenir de fuentes puntuales que apuntan hacia la pis- ta de baile. Quedaba el recurso del
12
flash, pero por motivos estéticos, fi- nalmente, fueron pocas las fotos que se hicieron utilizándolo. Unos días antes del gran día, con-
seguí un trípode prestado y ensayé tomas en el local donde se haría el espectáculo, llevando al máximo de 3200 las ISO de la Nikon D5000. Como habría que trabajar con veloci- dades muy bajas (1/15s ), me preocu- paba bastante el riesgo de las fotos movidas. Con respecto al enfoque, descartaba que tendría que recurrir al automático, pero en condiciones de escasa iluminación no resulta sencillo hacerlo rápido y bien, aún
Page 1 |
Page 2 |
Page 3 |
Page 4 |
Page 5 |
Page 6 |
Page 7 |
Page 8 |
Page 9 |
Page 10 |
Page 11 |
Page 12 |
Page 13 |
Page 14 |
Page 15 |
Page 16 |
Page 17 |
Page 18 |
Page 19 |
Page 20 |
Page 21 |
Page 22 |
Page 23 |
Page 24 |
Page 25 |
Page 26 |
Page 27 |
Page 28 |
Page 29 |
Page 30