Rafael, Miguel Angel, Tintoretto, Ve- ronese, Rubens, Moureau, Cezanne, Dalí...; en fin, la lista sería intermina- ble. Para alguno de ellos, como es el caso de Moureau, este mito llegó a ser una verdadera obsesión, pintan- do numerosos cuadros sobre él. Después de esas caricias, no sa-


bemos si Leda fue violada o seduci- da por el cisne, pues hay diferentes versiones sobre este tema, lo que sí sabemos es que ese mismo día tam- bién se acostó con su esposo y al cabo del tiempo puso dos enormes huevos para engendrar a sus cuatro hijos.


2Narciso del Río


Los cuadros representan dos miradas muy dist da Vinci y la otra, de un pintor nacido en lo


Leda y el cisne Si Leda al salir del río no hubiera acariciado al hermoso cisne blanco que


se encontró en el camino, a la literatura, la pintura y al arte en general le ha- bría faltado una enorme fuente de inspiración. Desde luego, en muchos de los grandes museos faltarían imágenes zoofílicas de un gran erotismo. Pintores de todos los tiempos y de todos los estilos han interpretado de distinta forma, pero con el mismo fondo, este mito griego, pongamos por caso a Da Vinci,


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