Sus fotografías evo- can dramas y sen- sualidad, mundos en colisión y fusión, pura teoría de los contrarios fusionada para establecer el equilibrio en un uni- verso dominado por el caos y la imperfec- ción.
culto. Detallismo, primeros planos, luz cenital o lateral, con el fin de tex- tualizar radicalmente las formas y los brillos. Worn representa una pugna en-
bal, donde la vida existe sin la más- cara de la postmodernidad. No hay alienación del ser. Todo es esencial, lejano al desarrollo y a la técnica. Como rasgo protector, el ser se cubre el alma, fuente de las vergüenzas y de las caídas.. Es la ocultación de lo indeseable, de la pasión baja que ca- racteriza a las sociedades modernas. Mascarización, pinturas corporales, brillo extremo, objetos primigenios. La posición de la figura masculina se transmuta en expresión orgiásti- ca del drama. Son los componentes arquitectónicos que sostienen una estructura diferente e inclasificable. Mirage es una compleja visión
que intenta absorber e integrar la luz dentro del objeto y reflejarlo en el paisaje, como si fuera un espejo global de integridad. Posee varios temas donde se utilizan distintos ele- mentos: cráneos de animales, barro árido, pieles primigenias, máscaras teatrales, burbujas de aislación futu- rista, emblemas étnicos, mimetismo terrenal, artilugios de esgrima o flora seca. El cuerpo se integra con todo ello en la brillante superficie dérmi- ca del negro sobre fondos áridos y blanco cuarteado. Es un juego sucio y puro de supervivencia. Sculpt es culto al cuerpo masculi-
no, bajo una perspectiva de corte clá- sica y sensual, rozando una erótica
32 - Luz y Tinta
fina y envuelta entre un componente corporal oscurecido, máximo rele- vante humano de la oposición a la luz. Es un proyecto que ensalza la be- lleza de la máquina, el engranaje per- fecto que aúna resistencia, potencia, fuerza y equilibrio, casi siguiendo los parámetros estéticos de los artistas del futurismo vanguardista del siglo XX. Bekor contrasta el brillo extremo con los valores que definen la perfec- ción del cuerpo: la musculación de lo masculino y la delicadeza de la femi- nidad. Por su parte Contender abarca el
esfuerzo del hombre en la supera- ción de sus propios límites. Deportes, lucha, retos, posiciones casi fetales, regresión a lo maternal, marcan el inicio del gran ímpetu por conquistar la vida. Es un compendio de figuras atléticas como símbolo de lo huma- no, héroes modernos reflejados en paisajes limpios donde el protagonis- mo es la propia existencia del triunfo y la soledad. Fetish hunde sus raíces y signifi-
cados en la inmensidad del erotismo del hombre y sus fetiches. Es mordaz mensaje con un fuerte componente psicológico donde la forma corporal es por sí misma pura poesía y blas- femia según para qué mentes. Este amor extremo hacia los objetos se- xualizados los convierte en ritual de
tre lo desgastado y lo bello. Bekor parte de que la vida en una cuerda tendida entre dos extremos y que la mantienen bajo un tenso equilibrio. Ésta empieza a ceder cuando en ella se asienta parte de la realidad o del objeto/sujeto. Entonces el tiempo empieza su avance y lo sostenido inicia su deterioro hacia su muerte. Ello significa que las cosas y las per- sonas están presas de un tiempo que va corrompiendo lo externo pero mantiene la “esencia joven” a pesar de la sequedad y agrietamiento de lo corpóreo y externo. Es una metáfora hegeliana, una dialéctica opuesta en- tre lo vivo - producto de su nacimien- to y fin - y lo que avanza o retrocede cambiando de estadios, dejando a su paso siempre la belleza como clímax sublime de perfección artística. Odissey es la dimensión mítica y
legendaria de los guerreros griegos o espartanos. Las formas herculinas bañadas en oro, símbolo de la divini- dad y de la riqueza, de la conducción y la fortaleza eternas. Son figuras que parecen estatuas vivas, que glo- rifican la grandeza de las conquistas y la gloria de la Humanidad. Pero en su más remota psique esconden el drama de los tiempos inmemoriales. Oro sobre fondo negro para acentuar el contraste y la luminosidad de la potencia histórica del hombre pero inmovilismo metálico que refleja la frialdad de los sentimientos y la pa- rálisis de la vida.
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