que enfoca siempre espacios muy conocidos y reconocibles de una As- turias vista desde la óptica particular del andariego y del curioso insaciable,


no de otra forma hay que entender esa recurrente mirada a la iglesia de San Pedro de Gijón, uno de los ico- nos de la ciudad, que ha retratado y nos muestra en distintas situaciones y momentos de luz.


Y aquí es donde se juega el aspec- to final de las fotos de Juanjo Arrojo,


que parecen tan sencillas y tras las cuales se adivina una cuidadosa elec- ción del momento y de los paráme- tros de la cámara que han de llevarle al resultado apetecido. El tratamien- to de la luz es realmente sugerente como se aprecia, entre otras varias circunstancias, en aquellas fotos que rescatan la humedad de los bosques asturianos y en esos espectaculares atardeceres en los que le arranca a la luz todas sus posibilidades, de las que no está exenta ni ausente la belleza de las sombras, uno de los contra- puntos esenciales de la luz.


1Francisco Trinidad


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