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EDITORIAL


EDITORIAL


LA FALTA DE OPCIONES ELECTORALES Y LAS ASPIRACIONES CIUDADANAS


uando nos hablan del ejercicio de nuestros deberes ciu- dadanos, a menudo nos hacen hincapié en acudir a las urnas y emitir nuestro voto. Estoy de acuerdo, el ejercicio del sufragio es parte de la consolidación democrática a la que aspiramos o que nos gustaría conservar. Sin embargo, a menudo he escuchado quejas de electores con relación a las opciones de candidatos que ofrecen los partidos políticos.


“De todos no se hace uno”, dicen. “Todos son lo mismo”, también


argumentan. Es entonces cuando los ciudadanos entran en esta disyun- tiva entre si ejercer su derecho al voto es lo más conveniente o simple- mente dejar pasar la falta de opciones electorales viables. Evidentemen- te, como en el juego de mesa del Maratón gana la ficha de la Ignorancia, cuando ninguno de los candidatos convence, gana el Abstencionismo. Tradicionalmente, diríamos que éste es el peor de los males que


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puede ocurrir en la elección. Sin embargo, viendo el lado amable, tam- bién es un llamado a gritos a los sistemas electorales y partidos polí- ticos para exigir cierto perfil o preparación de sus candidatos, o bien para flexibilizar (o permitir) las candidaturas ciudadanas como una al- ternativa a la falta de propuestas viables por parte de la partidocracia. Este tipo de reformas, en efecto, tardará años en mostrar resulta-


dos tangibles. En el mientras tanto, los ciudadanos pedimos a gritos que, en esta abrumadora temporada de campañas que se avecina, los candidatos muestren propuestas viables, si es que esperan vernos en la urnas. Queremos ver campañas creativas, que nos emocionen y nos hagan parte de un movimiento político más que simples seguidores de un pelele que ganó la candidatura por sus méritos hacia el partido. Por ello, mis deseos para este año y temporada electoral que co-


mienzan, va en ese sentido: Este es un gran momento para alzar la voz como sociedad y exigir opciones viables para ejercer nuestro derecho al voto. Espero que en sus respectivos países exista la posibilidad de votar por alguien que realmente merezca su voto y que no solamente se pre- senten a las urnas porque “hay que hacerlo”. Recuerden que la demo- cracia también implica cierto grado de inspiración y emoción electoral.


Cordialmente,


Israel Navarro Editor para Latinoamérica Revista Campaigns & Elections


Israel Navarro puede ser contactado a través de: Email: inavarro@campaignsandelections.com @navarroisrael


Febrero 2012 Febrero 2012


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