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en portada
psitacidas, vía de negocio
Un mercado de altos vuelos
Vender una pareja de agapornis no es lo mismo que vender un canario, ni por las necesidades de los animales ni por los gastos que lleva asociados cada tipo de ave.
NATALIA SAGARRA
ESPECIES@GRUPOASIS.COM
A la hora de vender y triunfar en el in-
tento un aspecto básico es conocer bien el producto. En esta ocasión hablamos de psitácidas, una familia de aves psitaciformes llamadas comúnmente loros o papagayos. Incluye guacamayos, cotorras, cacatúas, yacos, amazonas, periquitos, diamantes, etc. Si quieres vender este tipo de aves y todos los productos que las rodean debes conver- tirte en un asesor experto para tu clientela. El dominio y conocimiento del producto o servicio que comercialices y tu capacidad de aportar valor son esenciales para competir.
El mundo de las aves domésticas, y muy especialmente las psitácidas, tiene un amplio horizonte de artículos y complementos que los comercios especializados pueden ofrecer a sus clientes. Estas inteligentes y variopintas especies son una buena oportunidad para el negocio despliegue sus alas.
Trabaja para que cada posible cliente o propietario de una psitácida que entre en la tienda viva una experiencia gratificante.
¿Qué supone vender una psitácida? Las psitácidas se caracterizan por poseer
un pico curvo muy fuerte y unas ga- rras prensiles, y lo que es más importante, por ser unas de las aves más inteligentes. Esto implica que tienen unas necesidades interesantes para el comercio, ya
que a estos “clientes” se les puede ofrecer una amplia y variada gama de artículos: desde alimento y suplementos alimenticios, a jaulas y parques de juego, pasando por perchas, columpios, juguetes, espirales, ac- cesorios interactivos, comederos, bebederos o antiparasitarios. Cada artículo debe adap- tarse al tamaño y temperamento del ave. Además, los loros son animales muy lon-
gevos, de modo que una vez que haces un cliente, si trabajas correctamente con la pro- fesionalidad esperada lo mantendrás duran- te muchos muchos años. Intenta crear lazos con él. Para ello debes trabajar la cercanía y ser cómplice suyo. Eso sí, no incumplas nunca una promesa, es sinónimo de fracaso.
Mima al cliente La atención al cliente cuidada y de cali-
dad es la mejor arma publicitaria para tu comercio, y además económica. Cuando alguien entra en tu negocio debe percibir una atmósfera de confianza que le permita sentirse a gusto. Hazle notar que le estás es- cuchando y comprendiendo, asiente de vez en cuando mientras habláis, por ejemplo. Necesita sentirse bien atendido. Expondrá todos los progresos de su ave, lo inteligente que es y cómo se comunica con él. Empápate de toda la sabiduría posible
para exponerle tu opinión profesional, de modo que si está preocupado porque pasa
Si conoces a fondo los productos que comercializas y sabes aportar valor a tus servicios serás altamente competitivo en el sector.
pocas horas con ella le puedas sugerir los mejores juguetes interactivos del mercado. Plantéate la posibilidad de trabajar en
equipo con otros profesionales. Por ejemplo con algún veterinario de aves que te dé con- fianza, para que en un momento dado (“está perdiendo muchas plumas repentinamente” o “algo le ha sentado mal y tiene diarrea”) puedas darle su dirección. Así demostrarás tu preocupación por el cliente y su mascota. Trabaja para que cada posible cliente o
propietario de una psitácida que entre en la tienda viva una experiencia gratificante. Sorpréndele con las últimas novedades en el sector de accesorios y consigue que ha- ble de ti y de tu negocio.
Diferénciate
Las repeticiones aburren, aprove- cha las nuevas tecnologías para comunicar y vender tu negocio. Pero hazlo de forma diferenciada, estudia lo que hace la competen- cia y presenta algo nuevo. No solo hablamos de producto, sino de cómo pre- sentarlo al cliente, de la forma de comunicarte
con él. Huye de la estandarización, para eso ya están los centros comerciales. Prepara trajes a medida. Por ejemplo, localiza a un adiestrador de loros y prepara unas charlas a tus clientes para que aprendan a ense- ñar a hablar a sus mascotas. O bien presenta un lote de productos básicos para ofrecerle al cliente que se lleva su primera psitácida. No es preciso que compre todo el mismo día, pero lo imprescindible se lo puedes presentar de forma
atractiva y con algún descuento, tal y como hacen las tiendas de fotografía cuando venden una cámara réflex con su funda, la tarjeta de memoria y un pequeño trípode, por poner un ejemplo.
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psitácidas
Tracy Starr/
shutterstock.com
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