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peluquería


Los nudos en el manto de los gatos


El mantenimiento del pelaje felino requiere dedicación, esfuerzo y sacrificio, y periódicamente se tiene que someter al gato a un cepillado exhaustivo por todo su cuerpo.


LIDIA GUERRERO MARTÍN DOGO PETS CARE Imágenes cedidas por la autora


Un pelaje largo de un gato es de una de


las cosas más bonitas que puedes ver y tocar: un manto sedoso, fino y agradable al tacto. Este tipo de pelaje lo presenta un gran número de razas felinas, y entre las más conocidas se encuentran los gatos de Angora, persas, exóticos, Maine Coon, etc. Pero como siempre se resalta en los artículos, su mantenimiento conlleva de- dicación, esfuerzo y sacrificio. Al igual que con los perros de manto


largo, periódicamente se tiene que some- ter al gato a un cepillado exhaustivo y por todo su cuerpo. En muchas ocasiones los felinos se niegan a ser cepillados por sus propietarios, y esta se convierte en una misión imposible. Por este motivo, como siempre, se tiene que educar y familiari- zar al gato con este ritual, para que lo vea como un momento de relax o de placer.


una latita de carne cuando se acaba la se- sión; así el animal ve que, si tiene pacien- cia, obtendrá un “final feliz”. Otro factor que hace que el gato se nie-


gue rotundamente a ser cepillado es que en muchas ocasiones no se utiliza el cepi- llo correcto, y realmente de lo que huye el gato es del daño que le produce dicho útil. Los típicos cepillos con muchas púas finas y de alambre que se suelen comprar es lo último que se tiene que utilizar en muchísimos casos, ya que tocan la piel del animal y le “araña”, produciendo do- lor. Estos útiles se denominan cardas y no son nada apropiadas para cepillar un gato. Para peinar el pelaje bien, desde la base del manto, se utiliza sencillamente un peine metálico, el cual no le produce ningún daño. La actitud del gato cambiará notablemente.


Hay que familiarizar al gato con el ritual del cepillado para que lo vea como un momento de relax o de placer.


¿Cómo acostumbrarlo? Al no ser una ciencia exacta, no siem-


pre una pauta sirve para todos los casos. Lo que sí que se puede aconsejar es cómo relacionar este momento del manteni- miento de su manto con algo agradable y qué útiles utilizar para que no les haga daño en la piel. Cuando se va a proceder a cepillar al


felino siempre es bueno acompañarlo con premios, para que vea que cuando toca acicalamiento hay una recompensa positi- va. También una buena forma seria darle


¿Qué ocurre si no cepilla a un gato de manto largo? En los primeros meses de vida todo


va bien hasta que llega a los 8-9 meses, cuando el gato hace el cambio de pelo de cachorro a adulto y empiezan las mudas. El pelo muerto es el que ocasiona que se generen nudos; si no se mantiene el manto y no se eliminan dichos nudos, el proceso cada vez va a más y los nudos crecen y crecen, hasta anudarse por todo el cuerpo llegando a extremos inimagi- nables.


Figura 1. La mano agarra el nudo que rodea el cuello del animal.


Figura 2. En esta foto se pueden apreciar la rasta que cuelga de la frente del gato.


Figura 3. En esta imagen se ve cómo se empieza a separar del cuerpo toda la pieza de manto anudado.


Figura 4. Aquí se puede apreciar el manto de una pieza que se extrajo del gato; el animal permanece tumbado y sedado.


Las imágenes que se muestran son rea-


les. Unos propietarios de un gato de 5 kg de peso, que vive en el campo, tardaron más de un año en llevarlo a la peluquería. El gato presentaba una actitud muy posi- tiva, se dejaba manipular y con él se po- día utilizar la máquina, no se asustaba de nada. Pero todo su cuerpo era un nudo, e incluso tenía un nudo que le rodeaba todo el cuello, bloqueando totalmente la movilidad (figura 1). En la figura 2 se ve una rasta colgando de su cabeza y en la figura 3 se observa toda la pieza que se extrajo después de rasurar absolutamente el cuerpo del animal. Aunque el gato tenía muy buen comportamiento, se tuvo que


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sedar para poder manipularlo y para que no sufriera (figura 4).


Su mantenimiento No se puede llegar a estos extremos;


en los casos de manto largo, se tiene que hacer un mantenimiento mensual para garantizar que el pelaje no se anude y evitar rasurar el animal, algo que es una auténtica agresión para la piel y la integri- dad psicológica y física del animal. Para ellos es humillante encontrarse sin pelo después de despertarse… Además, si el animal se acostumbra a la peluquería no hay necesidad de sedarlo y se evitan ries- gos innecesarios.


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