Fotógrafo del mes de agosto de 2011 Ricardo “Completu”
Todas las semblanzas que he es- crito hasta ahora de fotógrafos des- tacados han nacido de la contempla- ción de sus fotos en Moldeando la luz, sin más influencia que mi propia in- tuición y la objetividad de quien está habituado a mirar críticamente —es decir, desde el fondo del análisis— la obra de los demás, en este caso fo- tográfica.
En el caso presente, y vaya por
delante, los parámetros deben ser otros. En primer lugar, porque conoz- co a Ricardo desde hace años, aun- que nos hayamos reencontrado en Moldeando la luz después de varios
lustros de andar por caminos dife- rentes; en segundo lugar, porque so- mos del mismo pueblo, Barredos, en el concejo de Laviana, y eso imprime carácter; y por último, porque Ricar- do me cae bien. Es más, no creo que haya nadie que le conozca a quien no caiga bien este hombre de anchas es- paldas y más amplia sonrisa, simpáti- co, bonachón y apasionado, del que lo menos que cabe decir es que es todo un lujo contarle entre los ami- gos. Lo de “Completu” le viene de familia: su padre es todo un manitas al que en el pueblo conocemos bien porque lo mismo arregla un grifo que
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un transistor o una persiana; y el hijo ha heredado la capacidad del padre para enfrentarse con éxito a las más variadas actividades. En este caso de la fotografía, podemos apreciar a diario su capacidad todoterreno. La primera foto de Ricardo en Moldeando fue un nocturno del Pozo Sotón; la segunda, un fotomontaje que tenía como fondo el Puente de Arcu, un emblemático puente “ro- mano” de Laviana; y la tercera, una toma del río Estaño en la que sobre- salía el “efecto seda” de una breve cascada. Con sólo estas tres fotos, ya daba Ricardo una muestra de sus
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