Las fotografías de Francesca no
parecen ser nominativas, es decir, no transmiten el mensaje de la perma- nencia de su autor, ni tan siquiera del objeto modelo que le substituye. Son entidades que cruzan la realidad con- gelada, que están pero desaparecen tras unos breves instantes de mate- rialización. Al observar las representaciones
de Woodman no vemos desnudez sino el acto de recuperar el cuerpo que acaba por alcanzar un aspecto fantasmal. Son mujeres que desapa- recen en las imágenes, expresando transformaciones del como exponía Arthur Rimbaud. Conforme a los años fueron pa-
sando, Woodman fue dando pistas de su incomodidad con su mundo. De todas las fotografías que se pue- den encontrar en Internet, son sólo
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unas pocas son las que dejan su ros- tro al descubierto, bajo una expre- sión apática y ausente. En base esa imagen perdida, fabricó un doble y fue muriendo lentamente olvidando su legado a un cuerpo que poco le importaría que fuese ella. De ahí la importancia del juego con la cámara. Francesca Woodman situaba su
cámara frontalmente, de manera que el punto de vista pareciera estar siempre a la altura donde la mirada nunca está. Con ello quería presentar la idea platónica donde existen cier- tas características objetuales pero no su dimensión física como conjunto, es decir, emociones y estados. Para conocer la totalidad de su cuerpo, o lo que fue de él en algún tiempo, de- bemos rejuntar todas estas emocio- nes dispersas y componer el rompe- cabezas.
Si Francesca Woodman decidió
poner fin a su paso por esta vida fue porque su tiempo había desconecta- do su intima sincronía. Murió sintien- do el vértigo de la caída, como que- riendo ir a buscar su fin, ese impacto entre la caída libre y el fuerte reten- ción del final. Justo en este instante la cámara dispara como una extraña más el último soplo de vida hacia el origen. En su trabajo hay muchas referencias gráficas al escondite y la desaparición, doble metáfora per- versa entre una regresión al seno ma- terno y una fuga de la realidad. Su obra es un potente conjun-
to de fotografías en el que exploró el cuerpo humano (la desnudez es un símbolo que refleja la vida sin los “males” mundanos) y el complejo problema de representación del Yo (exploración interna de sus propio
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