menosprecio de esta mente prodigiosa, de la mente interna del votante y sus ilimitadas capacidades intuitivas. Esta mente es el instrumento de precisión máximo para reconocer patrones y está programada para identificar de inmediato el patrón específico del líder. Cuando la mente detecta al líder, se dispara otro mecanismo mismo mecanismo que doblega y rinde la voluntad y genera un impulso incontenible de seguimiento hacia el líder. Este patrón lo ha estructurado la naturaleza para la conservación de la especie humana. Se obedece por instinto al líder, se le sigue sin dudar y en esta forma se eliminan la anarquía y el caos frente a los peligros y los dramas de la vida. Me ha tocado ver a candidatos que son líderes natos. Hombres de grandes cualidades totalmente minusvalorizados por fotos que representan lo contrario. En esta forma se ha engañado a la per- cepción de los votantes en detrimento de estos candidatos y de sus campañas. El lector debe saber que una sesión fotográfica se realiza en una hora, digamos una hora y media. Imagino que no hay ninguna otra actividad en una campaña política que tome menos tiempo y sobre todo que no tenga que volver a repetirse ni estimularse, pues perdura con la misma intensidad durante todo el proceso. Yo podría decir lo siguiente: existen 4 tipos de retratos políticos: 1).- el que puede destruir la campaña. 2).- el que identifica al can- didato, 3).- el que cautiva el corazón de los partidarios, bues lo ven “agradable” y 4).- el que rinde y doblega la voluntad de los


votantes y provoca el inconfundible deseo de seguir al líder. Este tipo de retrato, el 4).- no únicamente es el más económico de todos los retratos, sino el elemento mas redituable de toda la campaña. Sobre él se construyen todos los elementos visuales que permanecerán activos y convincentes durante todo el pro- ceso.


El extraordinariamente oneroso, es el primero, el que pude des- truir. Ya lo dijo Murphy: si tomas un barril del mejor vino y le agre- gas una cucharadita de basura, obtendrás un barril de basura. Y allí está el peligro: de un retrato que muestre PUSILÁNIME y consecuentemente Rechazante y Discordante al candidato y per- judique el esfuerzo de todos los profesionales que en diversas áreas, se han esmerado tanto en la campaña. Considero que lo que aquí he expuesto, me permite justificar la tésis: una acción sumamente importante en una campaña política, estriba en contratar al fotógrafo político especializado y experto, que sea capaz de captar al candidato como un líder ganador, carismático y entusiasta.


david ross ingeniero y mercadólogo, es el retratista de presidentes de méxi- co, Gobernadores, alcaldes, diputados y senadores, así como de ellos mismos como candidatos desde hace más de 35años.”


Agosto 2010 / Campaigns&Elections : 51


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