Imagen política : Por Ing. David Ross Zundel
Contratar
al fotógrafo político Una acción importante de la campaña
Casi en todas las ocasiones que me han hecho una entrevista, en prensa, radio o televisión, se me pregunta si el retrato del candidato es importante en una campaña política. Mi respuesta es la misma desde hace unos treinta años: “Considero al retrato de cam- paña política como la actividad más impor- tante y vital de la contienda”. Supongamos que el retrato en nada ayu- dará al candidato y por esta razón pudiera pensarse que lo que no ayuda tampoco perjudica, pero esto es falso. Un mal re- trato puede hacerle un daño irreparable al candidato y a su campaña. Veamos cómo:
“El Príncipe” libro clásico de Maquiavelo contiene dos capítulos muy interesantes cuyos títulos son: “CÓMO PUEDE EL PRÍNCIPE HACERSE ODIAR” en donde señala que el príncipe se hace odiar cuan- do pretende involucrarse o lo hace con las mujeres de sus súbditos y/o los despo- ja de sus propiedades. El otro capítulo se intitula: “CÓMO PUEDE EL PRÍNCIPE HA- CERSE DESPRECIABLE” y la razón es- grimida esta descrita textualmente como sigue: “Para que el príncipe se gane la animad- versión de sus súbditos, y ante ellos se haga despreciable, basta con que aparez- ca PUSILÁNIME”.
PUSILÁNIME es una palabra muy amplia y explícita en nuestro lenguaje. Significa sin ánimo, es decir, sin alma, sin esencia, sin
contenido, sin fuerza, sin impulso, sin en- tusiasmo. Sé por mi experiencia y por los 35 años que llevo como retratista político, que muchas campañas se han perdido en México por un retrato en que se muestra al candidato “PUSILÁNIME”, sin que necesariamente el candidato sea así o carezca de cualidades.
Al menos, 8 de cada 10 retratos de candi- datos que se ven en las calles no son bue- nos. Y muchas veces se desmerece a un buen líder, entusiasta y carismático, con un retrato que ni lejanamente lo representa. Esto significa en cualquier idioma, dañar la percepción que se tiene de él y conse- cuentemente perjudicar notablemente su campaña. La contienda la ganan los indecisos. Son aquellas personas que habitualmente no tienen una vocación política definida. No conocen al candidato o si lo conocen, les es indiferente hasta el momento de votar. Mientras no lo perciban como los oposi- tores con una confusión de sentimientos encontrados ni lo vean con idolatría como los seguidores, simplemente son especta- dores influenciables por imágenes, pues el mundo entra por los ojos. Si Maquiavelo no estaba equivocado, es- tas personas indecisas reaccionarán ne- gativamente frente a una imagen de una persona pusilánime y cualquier reacción negativa de los votantes debe ser la ac- ción prioritaria y de mayor importancia por evitar en una campaña política.
48 : Campaigns&Elections / Agosto 2010
Casi podríamos decir que: “REACCIÓN NEGATIVA DE LOS VOTANTES ES IGUAL A DERROTA”. Como consecuencia, la acción más im- portante de una campaña política es la de no mostrar “PUSILÁNIME” al candidato de ninguna forma y menos con un elemento de trabajo y presencia poderosa como es el retrato del candidato que “trabaja” pro- yectando a la percepción del votante lo que es el candidato, las 24 horas del to- dos los días de la campaña.
No hay que olvidar que “la percepción es la realidad”, y esta aseveración es suficien- te para que la atención del mercadólogo, del comunicador, del director de campaña y del candidato mismo, se concentre en la importancia del retrato de campaña y se centre particularmente en la experiencia de la persona que lo realizará, ya que éste retrato lo proyectará a través de todos los elementos de difusión que sumados repre- sentan una fortuna que debe aprovechar- se en cautivar permanentemente la per- cepción del votante y en ningún momento malgastarse. Es sabido que para todo tipo de merca- dotecnia o publicidad existe un fotógrafo especialista. No cualquier fotógrafo elegi- do al azar toma modas, perfumes, coches, comida, productos y joyas. Casi existe una especialidad fotográfica para cada actividad del quehacer humano y cada una de ellas abarca su propia técnica y en- cubre sus secretos.
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