40 aves
fueron inesperados: los loritos jóvenes durante las tomas de los juveniles. Visto
aprendían a manipular y consumir ali- el éxito del uso de tutores con los yacos,
mentos sólidos casi de la noche a la ma- también lo hice con amazonas y eclec-
ñana, imitaban los juegos de su tutor, tus, y los resultados fueron muy satisfac-
sus sonidos, palabras, etc. Además de torios también.
aprender rutinas que se convierten en
actos verdaderamente sociales (acicala-
miento, comidas sincronizadas, tipos de
juego, destrucción de materiales natura-
les, etc.), el aprendizaje es mutuo, puesto
Sociabilidad
que los tutores aprendieron a tomar pa-
y métodos
pilla de la jeringuilla y exigían su ración
de
cría
Cuanto más tiempo
Una vez en sus nuevos hogares,
los ejemplares que han permane-
permanecen en el
cido más tiempo con sus padres
o se han criado con tutores, se
nido los pollitos,
han mostrado más estimulados
menores son los
para permanecer entretenidos sin
depender de su familia humana,
riesgos de problemas
se relacionan sin problemas con
otras especies de psitácidas u
de salud, aunque las
otras mascotas, juegan solos y, lo
reacciones de miedo
más importante, gustan de com-
partir su tiempo con las personas,
son más acusadas.
es decir, no han perdido el com-
ponente de sociabilidad que se
busca en los loros destinados a
ser mascotas.
Yaquita tutora desensibilizar a estas pequeñas fieras Utilización de tutores salvajes
aprendiendo y ganarse su confianza es mayor que a Sin contentarme con estos atractivos
de ejemplares edades más tempranas, pero el tiempo resultados empecé además a utilizar tu-
salvajes. que tardan en aprender a comer de la tores adultos de yacos de procedencia
jeringuilla es el mismo. El instinto de su- salvaje. No había contacto físico entre
pervivencia les manda superar ese mie- estos ejemplares adultos y los pichones,
do para poder comer. pero sí visual y auditivo. Los resultados
Refugio-nido en la nursery: empiezan a tomar papilla y comienza la socialización.
R
eflexiones
finales
Nuestra responsabilidad como criadores es estimular el aprendizaje y cana-
lizar las habilidades naturales de los loros para que se adapten de la mejor
manera posible a un destino que muchas veces va a ir en contra de sus
necesidades. Pequeños cambios en nuestro procedimiento o rutina pueden
muchas veces significar grandes ventajas para el desarrollo psíquico de los
pichones. Ya que los criamos de manera artificial, separados de sus padres,
deberíamos ofrecerles la oportunidad de optimizar su futuro, sobre todo a los
ejemplares nacidos en incubadora y que no tienen nunca contacto físico
con sus progenitores. En cualquier caso, cuanto más y mejor imitemos las
condiciones naturales de cría, mayor éxito tendremos en nuestro proceso
de crianza manual.
131
Page 1 |
Page 2 |
Page 3 |
Page 4 |
Page 5 |
Page 6 |
Page 7 |
Page 8 |
Page 9 |
Page 10 |
Page 11 |
Page 12 |
Page 13 |
Page 14 |
Page 15 |
Page 16 |
Page 17 |
Page 18 |
Page 19 |
Page 20 |
Page 21 |
Page 22 |
Page 23 |
Page 24 |
Page 25 |
Page 26 |
Page 27 |
Page 28 |
Page 29 |
Page 30 |
Page 31 |
Page 32 |
Page 33 |
Page 34 |
Page 35 |
Page 36 |
Page 37 |
Page 38 |
Page 39 |
Page 40 |
Page 41 |
Page 42 |
Page 43 |
Page 44 |
Page 45 |
Page 46 |
Page 47 |
Page 48 |
Page 49 |
Page 50 |
Page 51 |
Page 52 |
Page 53 |
Page 54 |
Page 55 |
Page 56