del Este, especialmente polacos y ru- sos, en los que las huellas del sufri- miento humano han dejado patentes el paso de su dura historia. Por eso, cuando detengo mi alma


en el espacio gráfico de este artista, pierdo la noción de la realidad y pe- netro en un submundo extrasenso- rial donde todo emana y desaparece como corrientes de lava. Nada per- manece inerte, todo deambula según un programa perverso, como una afi- lada daga que rasga todo aquello que queda del alma humana. Son obras duras, puro hardcore gráfico, que te corta la cara como ventilador colgado del techo.


Kubicki utiliza diversas técnicas,


tales que caen de un décimo piso; otras, ensombrecen la vista, dejándo- te en el interior de un agujero negro sin fin; muchas agrietan y oxidan el alma como un ácido corrosivo que corre por las venas; el resto, es ca- paz de provocar verdaderos sollozos o derrames anímicos hasta dejarte en la cuneta como un muñeco de trapo. Difícil es pues definir cuáles son sus puntas maestras, sus iconos subli- mes, ya que una visión global de sus mejores trabajos llenaría las páginas de varias revistas. Jaroslaw Kubicki, cruza todos los


umbrales, y con tan solo 30 años de vida física ha sido capaz de trasportar el arte a la sublimación más intrínse-


27


cuyo secretismo guarda en su más hondo ser, probablemente sean mez- cla de diversos softwares y plugins informáticos así como de algunos toques maestros de elementos tradi- cionales; su formación en Bellas Artes tiñe honoríficamente su trabajo. Pero lo que realmente importa no es saber cómo lo hace, sino realmente conocer lo que hace y por qué lo hace, esa amalgama creativa y personal que sólo una mente privilegiada es ca- paz de generar hasta fusionarse bajo conceptos definidos y significados de elevada tesitura. Posee obras que estremecen los huesos, te los hacen crujir como cris-


ca, donde un mundo como el nuestro, en el que todo es masificado como una cruel digestión consumista, la aparición de un artista de este linaje convierte el arte en algo aun creíble e imperecedero. Siempre he tenido fas- cinación por los artistas que te pegan el alma con su personal mirada, esos artistas que, marcados como especia- les, sudan magistral talento ajeno a la fama y al fandango de moda. Espero que disfrutéis de este alucinante viaje por el drama humano.


1Carlos Flaqué Monllonch


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37