[…] ¡Esto es lo que me gusta del Gaudí del parque Güell! El saberse apoyar en las líneas invisibles, como las diseñadas por el fluir del agua, por el moverse entre las sombras, del aire. Estas líneas invisibles son un poco como aquellos prototipos estructurales absolutamente magníficos que Gaudí sabía hacer y que indican esa parte fundamental de la arquitectura que, una vez terminada la construcción, ya no se verá. […] (1)