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pequeños mamíferos


La soledad no es buena


Investigadores de la UNED y la Universidad de Murcia han observado que los degús que viven solos presentan déficits de capacidad de aprendizaje.


ESPECIES@GRUPOASIS.COM ¿Qué se le puede aconsejar a un cliente


que se acerca hasta un comercio especia- lizado para adquirir un roedor? Pues en primer lugar, que no adquiera uno solo: una investigación dirigida por la Univer- sidad Nacional de Educación a Distan- cia (UNED) con la participación de la Universidad de Murcia ha revelado que la soledad prolongada en la edad adulta puede producir alteraciones cerebrales y un déficit de aprendizaje en animales de laboratorio, según informó la Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología (Dicyt).


La especie más idónea Pero los animales de laboratorio que


se han utilizado para llevar a cabo esta investigación no son de una especie cual- quiera: los investigadores utilizaron doce ejemplares hembra de degús (Octodon degus) de entre 39 y 44 meses, un tipo de roedor que según explicó César Ve- nero, investigador del departamento de Psicobiología de la UNED y autor princi- pal del trabajo, “tiene un comportamien- to muy social”. Otra de las ventajas que presentaban los degús es que el ciclo reproductivo de las hembras dura alrede- dor de 20 días, no cuatro como en el caso de ratas y ratones hembras. Esto facilita la realización de los experimentos, pues los niveles de estrógenos no varían tan rápidamente a lo largo del tiempo que se necesita para hacer los experimentos de aprendizaje, lo que permite obtener con- clusiones más robustas.


Reducción del hipocampo En la investigación, la mitad de las de-


gús fueron separadas en un grupo mien- tras que las otras seis no tuvieron contac- to físico con ellas durante un periodo de seis meses y medio. A todas se les realiza-


ron pruebas de aprendizaje y memoria y, una vez fallecidas, se estudiaron sus ce- rebros a nivel morfológico y bioquímico. Los resultados, publicados en la revista


Neurobiology of Learning and Memory, revelan algo que no se conocía hasta ahora: en los roedores, este aislamiento social produjo una reducción del volu- men del hipocampo, una región del ce- rebro fundamental para el aprendizaje y la memoria. Además, en el hipocampo se produjo un descenso en la molécula PSA-NCAM. “La molécula NCAM facilita la forma-


ción y estabilidad de los contactos entre neuronas –sinapsis– y, por tanto, modula la actividad neuronal”, afirmó Venero. La PSA-NCAM es una variante de esta molé- cula, que modula la capacidad de NCAM para que se establezcan nuevos contac- tos entre neuronas o se fortalezcan o de- biliten los contactos ya existentes, que es la base de los procesos de aprendizaje y memoria.


Déficit de aprendizaje En paralelo a estos resultados, los


investigadores observaron que los ani- males mostraban un déficit en un tipo de aprendizaje dependiente del hipo- campo, como es el condicionamiento del miedo al contexto. En este tipo de aprendizaje, el animal debe asociar que un determinado contexto espacial es un lugar potencialmente peligroso, lo que le genera respuestas de miedo. Esta reac- ción depende de una estructura cerebral denominada amígdala, pero para que el animal reconozca bien ese contexto, es necesario que el hipocampo funcione correctamente, algo que no ocurría con las degús aisladas.


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