This page contains a Flash digital edition of a book.
[


pasiones. ¿Cómo decía usted que yo qué? Que no tenía mi visa para trabajar en Colombia, acá está mi visa. Que yo no tuve contrato, acá está. Que yo no pagué mis impuestos, acá están. Que yo el año pasado hice tal cosa, no es cierto. Ese señor denun- ció en falso, la fiscalía lo declinó y yo le di el perdón. Ese proceso hubo que hacerlo. Ahorita nosotros estamos haciendo campaña


en otro lado, por ejemplo: en Libia. Y nosotros no hemos hecho ni una sola entrevista, reportaje o foto en Libia. Y acabamos de concluir una campaña en México.


Con catorce años con el PRI no hay ni una conferen- cia donde se explique como se hizo la campaña en tal estado. No existen fotos públicas con políticos. La campaña de Lobo que trajo protagonismo,


fue por las circunstancias. Yo pasé año y medio ahí bajo el radar. Se da la crisis de abril, se da el golpe de estado, gana Lobo en plena situación de casi estado de sitio con votación histórica de participación y votación del personal más grande que la de Celaya y la gente pregunta: y bueno ¿quién estuvo detrás de todo esto? Pepe el presidente actual, generosa- mente dice: yo estuve agradecido, igual a como lo hizo Santos. Entonces hay una correlación directa entre la forma como se incorporó a la campaña, lo que pasó en esa campaña y el reconocimiento del ganador. Hay otra campaña donde uno solamente es parte del equipo. Toda esa campaña presidencial que a mi se me


atribuye, de muchas fuimos auditores. En otras es- tratega general, en otras estuvimos al comienzo, pero no al final, en otras estuvimos al final, pero no al comienzo. Entonces hay unas donde puedes tener más créditos que otras y unas donde te con- viene tener más bajo perfil que otras.


C&E. Ahora viene Venezuela. ¿Chávez es invencible? J.J. Yo no creo que Chávez sea invencible. Yo creo que cuando hay situaciones de inequidad tan gran- des como las que hay en Venezuela: desigualdad, inequidad, uso de recursos públicos, manejo del poder, terrorismo en el estado, persecución políti- ca, es imposible hablar de igualdad. Cada espacio tiene que ser capitalizado, no puedes pensar que solamente porque vayas bien en las encuestas ya la hiciste, es mucho más complejo, es la lucha de Da- vid contra Goliat y la lucha por la sobrevivencia de la poca democracia que queda en Venezuela. Lamentablemente para los venezolanos, po-


sitivamente para Chávez, el mundo está tan com- plicado que nadie entiende bien que es lo que está pasando allí. Lo que tenemos en Venezuela es el semillero de una nueva forma, un nuevo tipo de go- bierno, que no es una dictadura, pero que tampoco es una democracia y que aprovechando los vacios en nuestras supuestas prácticas democráticas, va montando una estructura que lo que quiere es per-


petuarse en el poder más allá de las instituciones. Competir contra eso no es fácil.


C&E. ¿Qué tendría que hacer Capriles en este mo- mento contra esas desventajas abismales? J.J. No voy a criticar la campaña de Capriles y ni voy a opinar de lo bueno o lo malo de la campaña de Chávez.


C&E. ¿Qué planes tiene JJ para los próximos diez años? J.J. Nosotros no paramos de trabajar. A mi me apa- siona mi trabajo. Gracias a Dios tengo la fortuna de hacer lo que me gusta y me pagan por eso. Hay veces que me canso y digo que me voy a retirar, en realidad yo voy resolviendo un año a la vez, exceptuando algu- nos temas. Por ejemplo: el mejoramiento constante al decirme que quiero estudiar más, el desarrollo de la gente que tengo cerca, del personal, de mi grupo. O sea, tú tienes una responsabilidad como líder de grupo de empujar a la empresa hacia nuevos retos de aprendizaje, crecimiento personal, crecimiento económico, crecimiento social del equipo. Cuando pienso en futuro, pienso más en mi equipo que en mi mismo en términos de largo plazo; en términos de corto plazo, cada año trato de capitalizar lo que hice el año anterior. Es una pregunta difícil. Yo vivo más en el presente. Es raro que me vean a mí en la oficina hablando del pasado. Todo el tiempo estoy pensando en el nuevo reto. Y documentar lo que pasó, pero no para anclarme en la depre de la derrota, sino en lo que sigue. Todo el tiempo estoy pensando en lo que viene.


C&E. ¿Por qué la vestimenta negra? J.J. No me di cuenta. Empecé a vestirme de negro cuando me fui a Venezuela. Cuando me fui de mi país no me di cuenta que cada vez más me iba vis- tiendo de negro: pase de gris a gris oscuro, de gris a oscuro a medio negro, negro con blanco, negro con gris y después negro, negro. Hasta que un amigo que me conoció toda la vida me dijo: ´yo veo que te em- pezaste a vestir así desde que te fuiste de Venezue- la y creo que estás vistiendo luto aunque no estás consciente de ello´. Entonces asumí la conciencia del luto y lo convertí, en un signo de rebeldía, de incon- formidad, de protesta por lo que sucede en mi país, Venezuela. Cada vez que me preguntan hablo de los 187 mil muertos, los presos políticos, de la violación a la propiedad privada, la violación de la libertad de expresión, el tema de los derechos humanos, el esti- mulo a grupos terroristas a imagen de la ley en Vene- zuela, impunidad, el uso del aparato hegemónico de gobierno, el ataque a las minorías. Entonces se volvió una excusa para que me pregunten y yo también para no olvidarme. Yo todos los días que me paro y me visto de negro me acuerdo de lo que pasé en mi país y trato de comunicarlo de la mejor manera a quienes no lo saben.


J.J. RENDÓN


“Empecé a vestirme de negro cuando me fui a


Venezuela.


“Cuando me fui de mi país no me di cuenta que cada vez más me iba vistiendo de negro: pase de


gris a gris oscuro, de gris a oscuro a medio negro, negro con blanco, negro con gris y después negro, negro… asumí


la conciencia del luto y lo convertí, en un signo


de rebeldía, de inconformidad, de protesta por lo que sucede en mi país, Venezuela. Yo todos los días que me paro y me visto de ne- gro me acuerdo de lo que pasé en mi país y trato de comunicarlo de la mejor manera a quienes no lo saben”


51


Septiembre · Octubre 2012


[


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46  |  Page 47  |  Page 48  |  Page 49  |  Page 50  |  Page 51  |  Page 52  |  Page 53  |  Page 54  |  Page 55  |  Page 56  |  Page 57  |  Page 58  |  Page 59  |  Page 60  |  Page 61  |  Page 62  |  Page 63  |  Page 64  |  Page 65  |  Page 66  |  Page 67  |  Page 68  |  Page 69  |  Page 70  |  Page 71  |  Page 72  |  Page 73