equipaje
Expedición marina en Curazao
rium. Este complejo turístico tiene la Aca- demia del Delfín, que ofrece un abanico de opciones que se adapta a cada deseo para interactuar con los cetáceos: encuentro, nado, buceo, snorkel y aguas abiertas. Son 13 delfines nariz de botella que
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habitan en la laguna y un arrecife coral construido con un sistema hidráulico abierto, el cual bombea agua hacia aden- tro del acuario en forma continua. Hay shows que se presentan gratis
para el público. Los delfines, con su son- risa dibujada, hacen piruetas, saltan y muestran su inteligencia. Los entrenado- res, especialistas en la materia, utilizan el silbato como la herramienta de comu- nicación con estos animales marinos.
| Julio-Agosto 2010
La bitácora de un viaje a la isla caribeña debe tener una parada obligatoria en el parque Sea Aquarium, ubicado en la costa sur después de la playa Mambo. En esta visita, el placer de interactuar con los animales marinos es una aventura garantizada
Por Tibisay Ascensión Pino
l seleccionar su destino turís- tico, la diferencia de Curazao con el resto de las Islas del Caribe es el parque Sea Aqua-
En las dinámicas de grupo se organi-
zan máximo seis personas por cada ins- tructor, excepto en la actividad de buceo -que no debe superar los cuatro visitan- tes-. En el encuentro con los delfines, esta- rá de pie y compartirá con ellos durante 20 minutos; los podrá ver nadar hacia atrás, aplaudir con sus aletas, recorrer la laguna a gran velocidad hasta acercarse al grupo y voltear, salpicando agua con su cola. Si sigue las instrucciones del entre-
nador, puede acariciarlos y darles un beso a la vez que posa para la foto, que podrá elegir al salir en la tienda de La Academia. Mientras el instructor explica la ana-
tomía del delfín, éste abrirá su boca y entonces se percatará de que en reali- dad tiene muchos dientes: pueden osci- lar entre 80 y 100 piezas. También emiti- rá los sonidos que hacen de acuerdo con
la emoción que desean expresar: agudo sí está contento, un poco más grave y conti- nuo cuando está molesto. Otra de las opciones es nadar con
los cetáceos. Recibirá unas aletas y las indicaciones previas para desenvolverse cuando se sumerja al lado de los delfi- nes. La actividad dura 30 minutos y, por ser más exigente, sólo se permite a niños mayores de ocho años. Las embarazadas no pueden participar. Si desea aventurarse más y sabe
bucear, puede ingresar en las profundi- dades de la laguna natural para practi- car snorkel con ellos y salir a la superficie sujetado de una de sus aletas dorsales. Este es un contacto más íntimo con el hogar del delfín. Aguas abiertas es el nombre que reci-
be el programa diseñado para los visitan- tes que son buceadores experimentados
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