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cuando lo necesitas.


Disponer de una lista con todas las tareas que necesitas hacer te asegura que no se te olvidará ni perderá ninguna. Así reducirás o eliminaráslas situaciones de crisis y el es- trés asociado a ellas. El siguiente paso es priorizar (en la lista anterior) las tareas que añaden más valor, eligiendo las que quieres ejecutar, introdu- ciéndolas en tu Agenda o Calendario. La Agenda es una herramienta muy pode- rosa, porque establece la frontera entre el mundo de los deseos (todo lo que quiero, necesito, me gustaría hacer…) y el mundo real, que está determinado por tu jornada de trabajo, el ahora. Para que La Agenda preserve el enorme po- der que atesora, sólo requiere que el usuario respete escrupulosamente, una regla: lo que se introduce en ella constituye una promesa, un compromiso y, por tanto, lo cumples. Si no estás completamente convencido de poder cumplirlo, es preferible, que no lo incluyas. Déjalo en la Lista de Tareas Pen- dientes.


Diseña el futuro que quieres que suceda. Los resultados que consigues no son más que la consecuencia de las acciones que ejecutas. Esta frase tan sencilla almacena un poder incalcula- ble, así que te invito a leerla de nuevo y a realizar una reflexión sobre ella y tus con- ductas. Por tanto, necesitas elegir cuidadosamente las acciones en las que vas a colocar tu aten- ción y energía, porque sólo ésas son las que


ESTAbLECE LA FRONTERA ENTRE EL


MuNDo DE LoS DESEOS Y EL MuNDo REAL


van a generar los resultados que quieres. Para que eso suceda necesitas operar en modo proactivo: eligiendo las acciones que vas a ejecutar.


Puede que creas que eso es lo que haces,tu y los demás, todo o casi todo el rato. Pues no. La mayoría de las personas son elegidas por las tareas. Como siempre hay muchas más tareas por hacer que las que puedes hacer, a tu alrede- dor tiene lugar una batalla por tu atención. Puede que no te hayas dado cuenta, pero las acciones se pelean por ganar tu atención y las que ganan consiguen ser ejecutadas. Las que pierden quedan pendientes. Muchas personas, durante gran parte de su jornada laboral toleran este “acoso”. Con- forman la enorme legión formada por los individuos que operan en modo reactivo.


Los vas a identificar con facilidad porque son esos que suspenden la ejecución de lo que están haciendo - no importa lo que sea, a veces es un informe o propuesta, otras una conversación con otro – para atender una llamada, correo-e o mensaje que, en ocasio- nes, ni siquiera saben de quien es. Su crite- rio de elección es: “la prioridad de mi aten- ción es cualquier cosa que suene; después 9


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