26
en portada
peluquería: últimas tendencias De primera mano
La peluquera canina Xandra Martínez nos da su visión sobre su profesión, una actividad dura pero que puede llenar de satisfacción a quienes se dedican a ella.
XANDRA MARTÍNEZ BARBUDOGS PELUQUERÍA CANINA
WWW.BARBUDOGS.ES Imágenes cedidas por la autora
Me dedico a la peluquería canina desde
el año 2008. Encontré este trabajo como salida profesional cuando hacía mis prác- ticas de auxiliar de veterinaria. Todo pare- cía muy bonito, pero a la hora de salir a la calle a trabajar, realmente te das cuenta de que en este país hay muchos profesio- nales y reconocidos a nivel mundial que, a nivel nacional, no son simplemente más que “el que pela a los perros”. La peluquería canina ya constaba en
escritos del siglo I a.C.; a finales del siglo XIX los peluqueros aseaban a los perros a orillas del Sena, y en 1933 se abrió la primera peluquería canina en París. Además, crece la concienciación sobre el cuidado de las mascotas, y la demanda de un servicio de calidad han ido en au- mento exponencial durante los últimos años. Pero a pesar de todo esto, es una profesión que literalmente no existe.
Sin título homologado No hay una formación reglada con títu-
lo homologado, como sí lo tiene cualquier FP, lo que hace aún más fácil el acceso a esta profesión, tanto a alumnos como a profesores. Por este motivo, cualquiera puede autoproclamarse profesional sin haber realizado un curso, simplemente con haber practicado con los perros del vecindario. Y no faltan quienes se creen con capacidad no sólo de trabajar con herramientas afiladas en seres vivos, sino además de vender cursos de peluquería canina.
Cuando se realiza un trabajo sin los
conocimientos necesarios, el resultado es un servicio nefasto y un trabajo de baja calidad. Entonces se ven obligados a competir en precios con la competencia de calidad y ofertando sus servicios a un precio absolutamente insostenible; es lo que se denomina competencia desleal.
Contratos Normalmente no te suelen hacer con-
tratos de trabajo. Las peluquerías cani- nas están empezando ahora a necesitar ayuda y son quienes sí hacen contratos en condiciones. Pero hasta ahora, el 90 % de los peluqueros caninos se ven obligados a buscar trabajo en clínicas veterinarias trabajando a porcentaje. Si tienes la suerte de que esa clínica quie- re declarar la peluquería, necesitas estar dado de alta en autónomos. Entonces te encuentras con el segun-
do bache: en Hacienda no existe un epí- grafe IAE para peluqueros caninos, por lo que, según el criterio del funciona- rio, decide darte de alta en un epígrafe profesional (899, Otros servicios) o em- presarial (979.4, Adiestramiento y otros cuidados animales). Según el epígrafe las declaraciones se hacen de forma di- ferente y con un beneficio del descuento de la cuota de IRPF para el 899.
Espacio de trabajo La falta de una formación reglada y la falta de concienciación sobre el cuidado
En las peluquerías, hoy en día la tendencia ya no es el estancamiento: si haces un buen trabajo, es el crecimiento.
de los animales son los responsables de que la peluquería canina como estable- cimiento sea una novedad casi del siglo XXI. Este servicio se prestaba (y aún se sigue prestando) en las clínicas veteri- narias. La mayoría utilizan un pequeño espacio (de apenas 3 m2
he llegado a
estar) sin ventilación y sin las medidas adecuadas para el bienestar físico del peluquero. Y me asombra que estos lo- cales cumplan con toda la normativa y no se obligue la aplicación de las modi- ficaciones legales. A esto hay que añadir que, en mu-
chos sitios, en la peluquería no manda el peluquero, ni tiene criterio. Es el ve- terinario el que decide cómo y cuándo se debe hacer el trabajo y cuánto cobrar, desacreditando totalmente al peluquero y cuestionando su profesionalidad. Esto se traduce en un trabajo peor acabado: las prisas de acabar un perro por hora no son buenas.
185
La gente empieza a buscar centros más especializados, serios, donde puedan confiar su mascota.
Hay muchos más aspectos, como por
ejemplo la baja calidad de los trabajos debido al intrusismo que, dejando a un lado el tema estético, afectan negativa- mente a la salud del animal; la creación de negocios que cierran en menos de un año por el mismo intrusismo; o, por ejemplo, la exigencia del cliente que quiere que rapes un perro que no se puede rapar, o que desenredes un ca- parazón de nudos (debido a su falta de responsabilidad con el animal) imposi- ble de desenredar, o que acabes el perro en media hora... Afortunadamente, poco a poco esta-
mos consiguiendo mayor concienciación y responsabilidad en cuanto a los cuida- dos estéticos, que tienen mucha relación con la salud del animal. La gente empieza a buscar centros
más especializados, serios, donde pue- dan confiar su mascota. Esto se tradu- ce en una mayor demanda de calidad: el “pelao de una vez al año” empieza a extinguirse y los mantenimientos men- suales o quincenales comienzan a verse como algo corriente. Habiendo más demanda y más fre- se puede empezar a hablar
cuencia
de contratar a ayudantes o peluqueros como podemos encontrar en una pelu- quería de humana, porque hasta ahora, el que abría una peluquería canina a duras penas podía mantenerse siendo él mismo el peluquero, vendedor, telefonis- ta, gestor de redes sociales… Claro que
existen peluquerías así, pero la tenden- cia ya no es el estancamiento: si haces un buen trabajo, es el crecimiento. A pesar de ser una actividad dura, que
requiere mucho esfuerzo físico, muchas horas de pie y mucho desgaste psicoló- gico en días duros con perros poco cola- boradores, etc., es una bonita profesión que nos llena de satisfacción al ver las caras de alegría y asombro de los due- ños cuando ven a sus perros mientras les cortamos el pelo, o cuando ven el cambio tras pasar por nuestras manos. Esto sucede sobre todo con los perros que vienen en un estado lamentable, que nos agradecen nuestro cuidado a su manera, con mirada de ternura, la- metones y buen comportamiento. Todo esto nos hace olvidar las agujetas del día anterior. Entre compañeros hay de todo, pero
la tendencia es ayudarse mutuamente. Con las redes sociales y el Whatsapp es fácil comunicarse, enviar fotos en el momento, dudas, ver fallos y corregirlos, porque cuatro ojos ven más que dos. Además, gracias a estas redes se ha
creado mayor oferta formativa y de cali- dad, lo que te permite avanzar y no que- darte estancado en los conocimientos que aprendiste en su día. Espero que este artículo sea de utili-
dad para futuros peluqueros, pero tam- bién espero que sirva como denuncia sobre la situación irregular y se actúe para cambiarlo.
Page 1 |
Page 2 |
Page 3 |
Page 4 |
Page 5 |
Page 6 |
Page 7 |
Page 8 |
Page 9 |
Page 10 |
Page 11 |
Page 12 |
Page 13 |
Page 14 |
Page 15 |
Page 16 |
Page 17 |
Page 18 |
Page 19 |
Page 20 |
Page 21 |
Page 22 |
Page 23 |
Page 24 |
Page 25 |
Page 26 |
Page 27 |
Page 28 |
Page 29 |
Page 30 |
Page 31 |
Page 32 |
Page 33 |
Page 34 |
Page 35 |
Page 36 |
Page 37 |
Page 38 |
Page 39 |
Page 40 |
Page 41 |
Page 42 |
Page 43 |
Page 44