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El arma más eficaz de un casino se encuen- tra en el diseño y cumplimiento de los pro- cedimientos de seguridad de estricta de precisión para el ejercicio de labores en los juegos de azar; sean estos en vivo, electro- mecánicos, electrónicos u online.


En los juegos en vivo, no existe nada más importante que el conjunto de normas y procedimientos para blindar el desenlace del juego con máxima aleatoriedad reali- zando un trabajo en conjunto tan ceñido como lo es el pegamento a la superficie. Si personal de turno cumple con la letra de la ley de los procedimientos de seguri- dad operativa de un casino no pasará por una situación tan desastrosa como la que ahora enfrenta el casino más antiguo de Inglaterra, otrora de aristócratas, contra un cliente; sea este campeón de póker o un simple punto.


Ivey dijo que él se sentía “profundamente entriste- cido” por lo sucedido en Londres y que después de meses de asesoramiento legal, no había tenido más alternativa que presentar una demanda ante el Tri- bunal Superior. Ivey comentó: “Durante los años, he ganado y perdido sumas substanciales en Crockfords y siempre he honrado mis compromisos”.


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Según reportes, el juego en la mesa de Punto Banco del Crockfords tenía una apu- esta máxima de £50.000 por mano (US$ 75 mil) para el juego de Phil Ivey.


Los casinos fijan la apuesta máxima en cada mesa por cada jugador para cada pase o mano con antelación, como un elemento esencial de seguridad contra pérdidas de mala racha, jugadores con sistemas de manejo sistematico de dinero, gran habilidad, o simplemente una mala suerte de los mil diablos.


Otro factor a prueba de balas consiste en el control meticuloso y microscópico de la impresión en el dor- so de los naipes, revisándolos para detectar defectos de fabricación o impresión gráfica, errores, o inten- ción criminal. En este proceso, cualquier defecto se divulga en su amplitud a todo lo largo de la escala de responsabilidades de seguridad del casino para determinar la utilización o eliminación de cualquier naipe comprometedor.


En un juego con una exposición potencial millonaria como el de Ivey en el Crockfords, un naipe puede decidir altas pérdidas del casino. Es decir, un micro punto fuera de lugar en el dorso de un naipe no pu- ede ser parte del juego, porque desde ya se pierde el azar y el juego se hace predecible.


Otro factor es el uso de las barajas. Normalmente, las barajas se destruyen al final de una sesión. Sin em- bargo, si existen circunstancias sospechosas durante el transcurso de una mano las barajas pueden ser in- validadas durante el juego o al final de una mano; así el casino esté ganando o perdiendo.


16 Casino Internacional Americano


Todo lo anterior es parte integral de la operación de un casino, donde los recursos humanos y los agen- tes activos a cargo de la protección de los activos de este, en el accionar de los juegos en vivo no pueden darse el lujo de ser distraídos por absolutamente nada. Sea por la voluptuosidad o belleza de sun-


reproducido fotograma a fotograma si es necesario, cuando existen sospechas en- tre manos. Se dice que Crockfords tenía diez cámaras para ver y filmar el juego en la mesa de Punto Banco donde jugó Ivey. La pregunta que nos hacemos es si las cá- maras tenían agentes activos después de cada acción y si dichos agentes tenían el conocimiento de todos los elementos del juego que se encontraba en progreso.


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Sin perjuicio de cualquier otra acción que un casino pueda tomar para proteger sus activos a lo largo del juego, lo anterior se menciona porque se ha informado que


durante la buena racha ganadora en Crockfords que experimentó Phil Ivey, se comprometieron varias reglas cardinales de protección del juego en la mesa de Punto Banco.


Se ha informado que después de perder alrededor de £500.000 de su fondo de juegos (bank- roll) depositado en la Caja del casino, Ivey pidió un aumento en el límite máximo de cada apuesta para él, de £150.000 por cada mano, es decir el triple de la apuesta máxima en juego, y que la gente de Crock- fords accedió a esta solicitud del cliente.


Presumiblemente se tuvo la idea de que en unas 3 manos tendrían al chavo del póker en el bolsillo. Pero no contaban con la as- tucia de Ivey, porque si fue así, entonces el camino al suicidio financiero fue muy bien labrado por los operadores del casino.


Sin embargo, el aspecto más importante de contención y la razón en la cual se basa Crockfords para no pagar a Ivey las ganan- cias en la mesa de Punto Banco, y acusarlo de tramposo, es que los naipes estuvi- eron defectuosos y que Ivey pidió utilizar la misma baraja de naipes para el juego


tuosas beldades que forman parte del movimiento humano en cualquier centro de juegos, o cualquier accionar contrario distractivo.


Con el desarrollo de la vigilancia electrónica, el juego de gran calibre puede ser monitoreado, filmado y


durante varias sesiones. Un reporte en la sección deportiva de Yahoo en 14/05/13, dice que según la gente de Genting, “ Ivey había visto pequeñas imper- fecciones en los diseños de los naipes y (decidió) usar ese conocimiento para ayudarse a identificar cuando ciertos naipes estarían sobre la mesa”.


Ahora bien, sabemos que la casa casi siempre gana, pero éste es también el caso con Phil Ivey en el circui- to del póker. Y a menos que haya habido alguna falta por parte del campeón en la mesa de Punto Banco de Crockfords durante agosto del año pasado cuan- do ganó todo ese dinero, van a haber muchas caras ruborizadas desde Londres a Malasia, sede principal de Genting.


Phil Ivey


El juego en vivo en los casinos es para la gente vi- vita y coleando, quienes con diligencia, disciplina e intención realizan un difícil trabajo ante la ofensiva de jugadores suertudos, inteligentes, sistemáticos, tramposos, o simples puntos víctimas de las circun- stancias, donde los operadores no pueden dejar que un punto en el naipe o el dado puedan quebrar la banca.


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