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JUEVES 16 DE DICIEMBRE DE 2010


Deportes ENTREVISTA SERGIO SCARIOLO


“Estoy contento con el equipo”


SERGIO SCARIOLO, SELECCIONADOR DE ESPAÑA DE BALONCESTO, ENTRENA DESDE HACE TRES AÑOS AL KHIMKI RUSO


Scariolo valora de forma positiva la evolución de su equipo, el Khimki, y la experiencia para él y su familia (tiene dos hijos) de vivir en Rusia.


ILIÁ SÓBOLEV RUSIA HOY


Hace tres años que es entre- nador del Khimki. ¿Está con- tento con el trabajo? En primer lugar, estoy con- tento con los resultados de mi equipo. Cuando llegué, la situación era muy mala pero, poco a poco, nos hemos ido convirtiendo en uno de los líderes de la Liga y hemos jugado la Euroliga. Además todo esto ha ocurrido en medio de una profunda cri- sis fi nanciera, cuando el club tenía grandes dificultades para conservar su competi- tividad y mantener a juga- dores de la talla de Jorge Garbajosa, Carlos Delfi no y Kelly McCarty. A pesar de todo, cada año nos esforzamos para reunir un nuevo equipo apto para competir. Estoy muy agra-


decido a la dirección del club porque, en una época tan di- fícil, han hecho todo lo po- sible para mantener a los lí- deres del equipo y garantizar así un alto nivel de compe- titividad.


¿Qué diferencias ve entre la liga rusa y la española? Para ser sincero, pienso que las diferencias siguen sien- do enormes en varios aspec- tos muy importantes. No se trata del nivel de los juga- dores, ya que es muy alto tanto en un sitio como en el otro, sino de la organización, del ambiente, de la compe- tición, de cuántas personas están relacionadas con el juego y de cuántos especta- dores siguen los encuentros. En Rusia todo ésto está to- davía en proceso de desarro- llo.


El anterior entrenador del Khimki, Ettore Messina, dirige ahora a su antiguo equipo, el Real Madrid. ¿Sigue la evolu- ción del Madrid? Sí, claro. Ettore mi pidió con-


sejo antes de tomar la deci- sión de irse a entrenar al Real Madrid. Me da mucha pena ver que las cosas allí no van tan bien como se esperaba, ni de la forma que Messina se hubiera merecido. Pero así es la vida, a veces a uno le sale todo muy bien y otras veces las cosas se tuercen y se complican de una forma que ni hecho a propósito. Pero la temporada aún no ha acabado y creo que si los jugadores del Real Madrid obedecen a su entrenador, el equipo tiene todas las posi- bilidades del mundo para re- cuperar el terreno perdido.


¿Le ha costado mucho habi- tuarse a la realidad rusa? Tanto mi familia como yo nos hemos adaptado bien a la vida aquí. Hemos encon- trado una buena casa. Moscú es una ciudad enorme y es muy importante vivir cerca del colegio de los niños y del lugar de trabajo. Nos senti- mos felices. Intentamos es- tablecer contactos con la gente de aquí y hablar en


Una sólida carrera


El entrenador del Khimki, Ser- gio Scariolo, acumula una só- lida carrera en el mundo del baloncesto. Nacido en Italia (Brescia, 1961), y casado con la ex jugadora de basquet Blanca Ares, Scariolo ha en- trenado en España al Tau Vi- toria (1998-1999), al Real Ma- drid (1999-2003), y al Unicaja de Málaga (2003-2008). Con los dos últimos se proclamó campeón de la ACB. Es entre- nador de la selección espa- ñola desde 2009, cuando se proclamó primera en el Euro- basket. En el Mundial de Tur- quía, sólo consiguió llevar al equipo al sexto puesto.


ruso e incluso nos hemos acostumbrado a los invier- nos fríos y a la nieve. Lo único realmente insoporta- ble de Moscú son los atas- cos, a veces son para volver- se loco.


¿Qué es lo que echa de menos de España? ¿Y qué ha apren- dido desde que vive en Rusia?


Evidentemente, echo de menos los lugares y a los seres queridos de España. Sobre todo a los muchos amigos que dejé allí, con los que naturalmente sigo man- teniendo el contacto. Tam- bién extraño mi casa de Mar- bella, un lugar al que le tengo mucho cariño... Pero ya sabía a qué me exponía, el traba- jo de entrenador conlleva tener que cambiar de domi- cilio con frecuencia.


Competición Habrá que construir todos los estadios salvo uno, que ya existe


Rusia organizará en 2018 su primer Mundial de fútbol


El gobierno tendrá que realizar una importante inversión económica para construir aeropuertos, carreteras e infraestructuras turísticas en todas las sedes.


ILIÁ ZUBKÓ RUSIA HOY


El acontecimiento deportivo más popular del planeta lle- gará a Rusia en 2018. Lo de- cidió la FIFA el pasado 2 de diciembre, tras rechazar la candidatura conjunta de Es- paña y Portugal para ser sedes del Mundial de Fútbol. Fueron necesarias dos tan- das de votaciones para ele- gir al ganador. “Nuestro país tiene todas las posibilidades para albergar el Mundial”, había dicho el primer viceministro ruso, Igor Shuválov, al presentar la candidatura. “Construire- mos una nueva Rusia. Con su ayuda, lograremos más, abriremos nuestro país a todo el mundo”. Es la segunda vez que Rusia


El resto, o se están constru- yendo, o son sólo un proyec- to sobre papel. La enverga- dura de las obras a realizar es colosal. El reto no sólo fa- vorecerá a Rusia, también a las empresas extranjeras, que seguro participarán en los proyectos, y a la FIFA, que conseguirá abrir un prome- tedor mercado. Las preguntas que se formu- lan ahora son: ¿Qué va a su- ceder de ahora en adelante? Y, ¿cuánto costará todo? Si bien no hay dudas sobre la capacidad de Moscú, San Pe- tersburgo, Kazán y Sochi para recibir a miles de visi- tantes en 2018, en el resto de regiones del país esto no está tan claro.


Vea el vídeo en: www.rusiahoy.com


Representantes de la candidatura rusa muestran la tarjeta que les otorga la victoria.


consigue hacer un virtuoso truco: convertir su principal carencia -la asuencia de in- fraestructuras construidas- en un factor favorable. La primera vez sucedió con los


Juegos de Invierno, que se celebrarán en Sochi en 2014. “Parece que, para conseguir este torneo, tenemos que des- truir todos nuestros estadios, para luego construir otros


nuevos”, decían algunos des- ilusionados seguidores ingle- ses. Y algo de razón tenían. La candidatura rusa sólo presentó un estadio ya exis- tente: el Luzhnikí de Moscú.


Las ciudades que alberguen los partidos necesitarán, para empezar, aeropuertos, hote- les baratos y de calidad, y un digno abanico de opcio- nes de ocio: restaurantes, cafés, tiendas, etcétera. Ade- más, habrá que construir miles de kilómetros de nue- vas carreteras y vías de tren.


Algunos analistas han cal- culado que el Mundial de Fútbol puede costarle a Rusia la enorme suma de 50.000 millones de dólares (unos 37.000 millones de euros). De


ellos, sólo 2.800 se destina- rían a la construcción de es- tadios, y unos 1.000 a la construcción de aeropuertos. La inversión en infraestruc- turas turísticas sería, en cam- bio, mucho más signifi cati- va: unos 8.000 millones. Aún así, la mayor parte del presupuesto irá destinada a construir carreteras. Una po- tente red de transporte que cubra la parte europea puede llegar a costar más de 26.000 millones de euros. “No nos sobrará nada. Todo se va a utilizar. Los aeropuertos y las carreteras servirán a la gente durante decenios ”


, afi r-


mó el primer ministro, Vla- dímir Putin. Sin embargo, es evidente que el esfuerzo de inversión es enorme. Aunque probable- mente ésto fuera lo último en lo que pensaran los polí- ticos rusos, que han volcado muchos esfuerzos en promo- cionar la candidatura. Para ellos, como para la mayoría de la población, conseguir ser la sede del Mundial de Fútbol es un reconocimien- to a la pujanza de su país y a su capacidad de hacer rea- lidad proyectos de enverga- dura, así como una forma de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.


Al igual que me sentí ilusio- nado cuando abandoné Ita- lia por España, me alegró la posibilidad de trabajar en Rusia. Era una oportunidad de conocer una cultura nueva y a gente diferente y está siendo una extraordinaria experiencia, no sólo para mí, sino también para mis hijos. ¡Ah! Y una cuestión muy im- portante: la alimentación. Es un tema del que se suele ha- blar mucho cuando se com- paran dos países: la diferen- cia entre las tradiciones culinarias, las horas de comer y de cenar, etcétera. En ge- neral, en Rusia hay gran can- tidad de buenas costumbres que hemos sabido valorar. En nuestra familia, siempre in- tentamos aprovechar lo mejor de cada sitio en el que nos toca vivir.


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RIA NOVOSTI


ITAR-TASS


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