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EDITORIAL LA CORRUPCIÓN ES UNA CUESTIÓN DE CONTEXTO Jorge Salinas Presidente de Atesora


Ya han pasado los carnavales y se han entregado los Oscar en Los Án- geles. Huele a primavera. Ya pronto, en muchas regiones de España, el ambiente se impregnará de ese olor a vela y cera quemada que acompaña a las procesiones que alimentan el fervor religioso. Poco después, la feria de Abril de Sevilla dará paso al San Isidro madrileño que nos dejará a las puertas del verano. Cada época del año nos trae un olor y un ambiente diferente; un contexto diferente. Lo que parece que no cambia es la per-


manente alarma social por los continuados casos de escándalo político y empresarial que salpican las noticias de la prensa diaria. “Si es que a la clase política española le faltan valores”, oigo decir, a lo que habitualmente contesto: “Lo que a la clase política le falta es un nuevo contexto”. El contexto es lo que le da sentido al texto. Las personas interpretamos las situaciones que vivimos en función del contexto que compartimos. Contextos diferentes nos llevan a interpretaciones dife- rentes y estas a actuaciones diferentes. El contexto es transparente para la mayoría de nosotros. Es como el aire, no lo vemos, pero sabemos que está ahí. La sociedad americana se escandalizó a la vuelta de Vietnam, y la historia, aunque en menor me- dida se ha vuelto a repetir con la guerra de Irak, por las noticias de violaciones a niñas y mujeres practicadas por sus jóvenes soldados. Nadie podía explicarse cómo chicos de la clase media ame- ricana, muchos de los cuales habían estudiado en exitosas universidades, se dejaban arrastrar por sus instintos más básicos. ¿Es que habían dejado colgados sus valores en el perchero de su casa en Alabama? ¿O es que estaban viviendo sus valores en un contexto diferente? Hace tan sólo unas semanas tuve ocasión de disfrutar de unos días de trabajo y placer en Helsinki. Para la sociedad nórdica es impensable que un servidor público se apropie de lo que no le co- rresponde. Allí son verdaderamente testimoniales los casos de corrupción. Disfrutan un contexto diferente.


La buena noticia es que nuestra forma de ver la vida, y por tanto nuestras costumbres y contexto, está cambiando. Hace treinta años también existían casos de corrupción pero no se denunciaban. Ahora sí. El cambio duele. Estamos pariendo un nuevo contexto y el parto está siendo doloroso. Cada vez más compañías comprenden, aceptan y contratan coaching para el desarrollo de nuevos contextos empresariales. La implantación de aprendizajes (fijación o cambio de nuevos compor- tamientos) son el motor de nuevos ambientes; de más complicidad y más ilusión, en definitiva, de más compromiso. ¿Por qué no hacemos lo que queremos hacer?, es la pregunta que muchos se hacen. La respuesta tiene que ver con identificar un beneficio mayor. Motivar a la gente para que se sientan cómodos y alimenten contextos más honestos, más seductores y productivos, tendrá que ver con ayudarles a encontrar su mayor beneficio.


Te deseo un exitoso 2013. Jorge Salinas. Presidente de Atesora 5


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